|| Celos ||

[ Epílogo ]

// Normal //

Gray sólo se dedicó a verla con una media sonrisa en sus labios.

Al fin podría pasar cada día, hora, minuto, y  segundo junto a ella sin preocuparse sobre qué pasaría si en algún momento conociera a alguien más.

Aunque, si somos sinceros, ella nunca lo dejaría.

Bostezó para después volver a sonreír.

–Juvia,–la llamó Gray, y ella inmediatamente se dio la vuelta para que él sólo pudiera ver su espalda. –¿Q-Qué? ¿Te duele algo?

Juvia negó. –Sólo que... uhm... a Juvia no le gusta.–contestó hundiendo su cuerpo bajo las sábanas.

Gray sólo pensó una cosa:
Para ser mi primera vez, no creo haberlo hecho tan mal.

–¿A qué te refieres?–le preguntó Gray nuevamente, esta vez sentándose.

–Uhm... J-Juvia...–dijo Juvia con un sonrojo. –Juvia no quiere que Gray-sama la mire así. Juvia se siente débil e inútil.

Gray rió. Una risa que inundó la habitación casi inmediatamente, haciendo que Juvia se diera la vuelta y lo mirara con el ceño fruncido.

–Tampoco es para que Gray-sama se burle de Juvia.–le regañó Juvia con un puchero.

–No, no, no. No es eso.–respondió Gray. –Digo, es que, no te entiendo, Juvia.

–Muchas veces le han dicho eso a Juvia.

–No, no, no.–rió otra vez. –Eres perfecta, Juvia. No entiendo como dices eso.

–Nadie es perfecto.

–Pues para mis ojos al menos lo eres.

–Juvia debe tener algo que no la haga perfecta.

–Oh, claro.–respondió Gray. –Como tus tiernos sonrojos e instintos yanderes; como  tu manera de sonreír y amar; como tu manera de hablar dulcemente o tu manera de vestir decentemente; como tu manera de atraer a cualquiera con solamente tocar su mano o tu manera de hacer sentir mejor a cualquier persona. Juvia, Dios, Juvia, Juvia... eres perfecta.

–No.–negó Juvia. –Juvia no es perfecta.

Gray sonrió. –Dime una razón por la cual no eres perfecta.

–La manera de hablar de Juvia.

–Sólo te hace ver más tierna.

–La manera de vestir de Juvia.

–Te hace ver más bella.

–La manera de mentir de Juvia.

–Tú nunca mientes; no me engañes.

Juvia abrió su boca para hablar, pero luego la cerró, sabiendo que era verdad. Se dio la vuelta nuevamente e hizo un puchero, mientras que Gray reía al ver su reacción.

–Juvia... Juvia no es perfecta, Gray-sama.–le dijo Juvia.

–No, no lo eres.–Juvia se sorprendió al escuchar el modo en el cual lo había dicho. –Solamente eres mejor que nadie más.

Juvia se quedó en silencio por bastante tiempo, hasta que habló. –Algunas veces Juvia cree que Gray-sama es demasiado empalagoso.

******

Gray y Juvia nunca se casaron; nunca tuvieron un hijo o una familia.

Nunca se casaron porque, para sellar el amor que se tenían el uno al otro no era necesario casarse.

Nunca tuvieron un hijo porque Juvia no podía tener desde que la atropellaron.

Y nunca tuvieron una familia porque no necesitaban a más personas aparté de ellos mismos.

Era simple: no todos los cuentos de hadas terminan igual.