Viviendo Con 5 Hermanos

|Capitulo 13|

"Al día siguiente"

VENUS

Me levanté de la cama cuando sonó la alarma. Tanteando la mano por encima de la mesa de noche apague la alarma.

Perezosa, cogí unos pantalones vaqueros claros con una camiseta rosa claro que decía 'I am not a morning person' con unas Vans negras.

Estaba claro que la camiseta representaba mi actitud a la mañana.

Fui a la ducha y deje todo encima del lavabo. Me despoje de toda mi ropa y entré en la ducha. Puse la lista 'Sing in the shower' y sonó la canción de Halsey 'Colors' y empecé a cantarla.

Menos mal que tenía una voz bonita, sino mis hermanos se hubieran quedado sordos o se hubieran quejado cada vez que cantaba.

Después de haber estado quince minutos en la ducha cantando, salí de esta y me puse una toalla que me cubría lo esencial.

Me puse enfrente del espejo y desenrede todo mi cabello, que era mucho. Me sequé el pelo y me puse la ropa. Bajé rápidamente la escalera encontrándome con todos mis hermanos vestidos y sentándose alrededor de la mesa.

A veces pienso que de verdad son tíos, luego recuerdo los chillidos que dan cuando ven una araña y se me pasa.

Desayunamos todos juntos unos waffles con Nutella y un zumo de naranja y nos fuimos hacia el instituto. Yo con mi moto y ellos con el coche.

Cuando llegamos ya había tocado el timbre, baje a toda prisa de la moto aparcando y salí corriendo a la entrada del instituto donde no había ningún alumno.

Estuve ensimismada en mis pensamientos que no me di cuenta cuando me choqué con un chaval con los ojos azules y el cabello moreno desordenado.

Iba vestido con una camiseta de tirantes grises y unos pantalones negros con las mismas Vans que yo. Nos quedamos mirando unos momentos hasta que me presenté.

―¡Hola! Me llamo Venus―le dije con una sonrisa―. Venus Summer. Eres nuevo por aquí, ¿no? ―le pregunté ya que una belleza como la suya no la olvidaría.

―Eh si, soy nuevo ―Me dedicó otra sonrisa―. He llegado hoy junto a mi hermano y como llegábamos tarde no he mirado por el camino, lo siento. Me llamo Ashton Campbell ―La sonrisa nunca se borraba de su cara. Era brillante y muy bonita.

―No pasa nada también ha sido culpa mía ―Me disculpé con él―. Estaba pensando en otras cosas y no me di cuenta de que estabas.

―¿Te importaría enseñarme dónde se encuentran las clases? ―dijo sonriéndome.

―Claro que no ―Ni me importaría que me hicieras cualquier cosa―. Ven te acompaño a dirección y después te enseño donde esta tu clase.

Si, ya sé.

Diréis: ¿No que no te gustaba conocer gente nueva? ¡Pero es que lo habéis visto! Es guapísimo y sus ojos azules son increíbles.

Le llevé hasta dirección y después de esperar unos diez minutos a que saliera le lleve a la clase que daba la casualidad que es la misma que la mía.

'Las casualidades no existen'. Me dijo mi conciencia.

Llegamos riéndonos a la clase lo que llamó la atención de todos. El profesor me miraba muy mal pero no me importaba.

―Srta. Summer ―me dijo un poco cabreado―. ¿Me puede explicar el motivo de su retraso? ―La vena se le resaltaba en la frente.

―Perdone profesor ―dije con una sonrisa inocente―. Pero que yo sepa aquí el único retrasado es usted ―Iba a matarme por eso y por las risas que le había sacado a la clase así que continué―. Aquí vengo con un nuevo alumno que le enseñe donde estaba la dirección y su clase, así que si me permite voy a entrar y si no, también ―dije encogiéndome de hombros.

―Pase ya Srta. Summer y procure no llegar tarde la próxima vez ―dijo mirándome―. Y usted pasa, preséntate a la clase.

―¡Hola! Me llamo Ashton Campbell ―Sonrió―. Tengo 17 años y vengo de Reino Unido junto a mi hermano ―Se ganó varios suspiros de todas las putas de la clase, aunque en esos suspiros me incluyo.

―Bien Ashton ―le dijo el profesor―Siéntate al lado de la señorita Summer y atiende en las clases.

El profesor comenzó a explicar algo relacionado con la trigonometría pero yo ya estaba hablando con Ashton y contándole sobre nuevas bromas que quiero hacerle a los profesores.

Después de cinco horas más de absoluto aburrimiento salimos mis hermanos y yo del instituto y nos dirigimos a casa dónde nos encontramos con quien menos esperábamos.