Sin ti, la lista no sería más que un montón de palabras vacías.
Gracias por darle sentido a cada una de ellas.
Idea original.
Miraculous Ladybug pertence a Zag company y a Thomas Astruc.
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L L U V I A
Te veo todos los días. Vuelvo a ver tus ojos brillar. Tu cabello, con indicios de hebras plateadas. Escucho tu voz y tus tímidas palabras. Ríes y tratas de decir algo romántico. Suenas gracioso. Suenas justo como el adolescente del que me enamoré. Estoy tan feliz de que tú te vuelvas a sonreír. Es como si fueras otro. La vida vuelve a tener sentido. Emma, Hugo y Louis también están felices. Se sienten orgullosos de ti y de lo que lograron. Te apoyan. Estoy orgullosa de ellos. Cada uno con sus vidas, sus carreras en la cumbre del éxito. Mis pronósticos se cumplieron, Emma se casará con Julián y ambos protegen París, son los nuevos LordBug y Kitty Noir desde hace años, se lo ganaron a pulso. Tikki y Plagg los cuidan. Louis está con Piper. Hugo dará una gira como concertista. Y, luego de todo eso, se encargan de ayudar al resto. Son buenas personas. Hicimos un buen trabajo.
Te pones tu mejor traje. Tu mejor perfume. Vas por la calle tarareando tu melodía favorita. Es el mejor día de todos. Oficialmente es el inicio de algo nuevo que promete durar.
Brincas un tronco viejo y chasqueas los dedos.
Estás tan feliz, que quieres ir a comprar flores. Te acercas al carrito y el florista te sonríe con picardía mientras tú le dices qué flores quieres.
Rosas y tulipanes.
Observas a tu alrededor mientras te atienden. El parque está repleto de niños y parejas que disfrutan de una privilegiada y romántica vista de la Torre Eiffel. Andan en bicicletas y la fuente resplandece. Los niños gritan y corren sin control. Las parejas se besan.
Yo suspiró mientras todo pasa a una velocidad alarmante. Me siento sobre la cómoda almohada y me dedico a ver que todo marcha bien.
Puedo sentir como tu corazón se acelera al pensar en todo esto. La sangre corre por tus venas con mayor rapidez. Piensas en mí y una micro expresión cruza tu rostro. Empiezas a pensar y a sentirte culpable por lo que haces. Pero, luego dices que ha pasado mucho tiempo y qué nada cambiará lo que sentías. Te mereces esto.
Todos tenemos derecho a ser felices.
Pagas el ramo de flores y caminas tranquilamente en dirección al viejo cine, a la espera de la hora indicaba para el inicio de la cita. Te sigo de cerca, siempre cuidándote.
Pides dos entradas y yo me emociono, recordando la primera vez que fuimos los dos juntos a ver una película. Era romántica y trágica, justo como la que elegiste para ver hoy.
De las películas aprendí que no todos los finales son felices.
Cuando ya tienes los boletos, decides que no hay nada mejor que esperar en el parque. Las mujeres tardan mucho en arreglarse. Créeme, esperarás un buen rato.
El cielo se vuelve gris y frunces el ceño. Está empezando a llover. No llevas nuestro paraguas, vas a mojarte. Las gotas chocan con los árboles y el camino de piedra se vuelve resbaloso. La lluvia empieza a tocar una melodía.
