2 TEMP CAPÍTULO 16

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6 meses después

Camino por la calle tranquila y sin prisas. Acabo de salir de mi trabajo, y ya que estoy algo agotada no me conviene andar rápida.

Ahora trabajo en un Mc'Donals, y he de decir que fue raro que me contrataran ya que prácticamente se puede decir que no tengo nada. Mis papeles no sé dónde están y mi carnet tampoco.

Paro frente a una tienda de bebés y paso la mano por el cristal sonriendo de lado.

— Mira gordito, eso te debería de quedar bien.— unos zapatitos color beige se encuentran en el escaparate. Se ve que no son para recién nacidos, pero si para unos meses después.

Me llevo las manos a la barriga ya bastante notable y paseo mis manos notando el gran bulto.

Escucho cuchicheos cerca mía y al levantar la cabeza me encuentro a dos mujeres mirándome sarcásticas.

— No me puedo creer que una persona como ella este embarazada...— dice una algo alto. Mis puños se forman en señal de advertencia.

— ¡Pero mirala! Esta llena de tatuajes.— cierro los ojos de la rabia contenida y fijo de nuevo la mirada en el escaparate. Cuando me siento algo más tranquila, me giro y las enfrento.

— Miren... No se si lo han notado o no, pero no me importa todo lo que salga por vuestra mierda boca. Seguro que no tenéis hijos y tampoco tendréis el privilegio de tenerlos.— ellas se miran con el ceño fruncido, se dan la vuelta y comienzan a andar de nuevo sin decir ni una palabra más.

Ya estoy harta de que me critiquen por mi forma de vestir y por mis tatuajes. Que tenga todo el cuerpo repleto de ellos no significa que me puedan cualificar como una delincuente.

Al parecer solo se dan cuenta de cómo es la gente, pero no de ellos mismos, y eso me cabrea mucho.

— Todo va a estar bien gordita.— voy cambiando de sexo según me va pareciendo. Sonrío de lado al pensar tenerlo en mis brazos, acariciarla, achucharlo...

No he ido al medico ni tengo intención de hacerlo. Si voy me pedirán muchas cosas, cosas que no tengo. Por lo que me quedaré sin saber el sexo del bebé hasta que nazca.

Sigo andando por la calle con la mirada puesta en todas partes, pero paro al ver al lejos una cabellera morena y rizada. El chico está vuelto de espaldas, pero se que es él, es Curtis.

Se va dando la vuelta lentamente y sus ojos se fijan en mi. Mi pulso se acelera por el fuerte latido que ha dado por la decepción.

No es él...

Gran parte de mi quiere verlos, pero sé que lo mejor es que me mantenga alejada.

Antes de alejarme del todo, borré mi rastro con algo de brujería que mamá me enseñó de pequeña. La verdad es que nunca le he dado tanta importancia a esto de la brujería. Simplemente la utilizo cuando es algo urgente o que no puede hacer una persona normal. Y sobre los hombres lobo... A eso si le he dado algo más.

Despejo esos pensamientos de mi cabeza y sigo mi camino hasta llegar a mi piso. Es algo pequeño, pero lo suficiente como para que vivamos los dos.

Dejo las llaves en el mueble que hay en el recibidor y camino hasta llegar al salón, pero antes de entrar algo me detiene.

Una silueta se encuentra sentada en el sofá dándome la espalda. Me llevo las manos a mi barriga protegiendo de alguna manera a mi bebé.

— Tengo el derecho de saber que voy a ser padre.— su voz me es muy familiar, pero el detonante de la bomba es cuando dice la palabra "padre".

La Chica NuevaWhere stories live. Discover now