1: Misterioso.
Me puse de puntillas, para tener una mejor visión de todos los estudiantes que venían y se iban de un lado al otro por los pasillos. ¿A dónde se abra metido? Me mordí el labio inferior, apretando los libros fuertemente en mi pecho. Cuando divise al chico de rulos la sonrisa en mi rostro se amplió. Harry Styles estaba ligeramente inclinado sobre los casilleros, las mechas se le caían ligeramente en la frente cuando su vista se posó en su celular. Tenía el ceño ligeramente fruncido; y no lo podía negar, eso lo hacía incluso más sexy de lo que ya era.
A paso lento, y teniendo cuidado de no tropezar y rodar al suelo como un cerdo, comencé a acercarme a él, mis pies titubearon un poco y apreté los libros hasta que mis nudillos se volvieron blancos. Al llegar frente a él, carraspeé con mi garganta, llamando por completo su atención. Sus ojos esmeraldas se conectaron con los míos, una sonrisa de cámara lenta se formó en sus labios, un escalofrió recorrió mi espina dorsal, la habitación y el ruido de los estudiantes se detuvo, éramos solo él y yo, mi corazón latió fuertemente contra mi pecho; entonces, él entreabrió la boca, acercándose más a mí, sus ojos se posaron en mis labios que estaban entreabiertos también. Entonces, su ronca voz suspiro cerca de mis labios:
— ¿Eso es una espinilla? —Parpadeé, llevándome una mano y tapando mi barbilla, lo fulmine con la mirada, mientras volvía a la realidad donde los estudiantes seguían gritando y bromeándose entre ellos.
— ¡Harry! —Me queje, avergonzada. El rizado echo la cabeza hacia atrás, mientras reía fuertemente.
« ¡Hijo de puta!»
—Solo bromeo, Hannah —Dijo dulcemente, mientras pasaba un brazo alrededor de mis hombros y besaba mi mejilla —Tu cutis es el más perfecto que conozco, de eso no hay duda —Comentó guiñándome un ojo.
—La cagaste, Styles —Gruñí apartándome y acercándome a mi casillero para quitar los libros de biología, oí el resoplido de Harry.
— ¿Qué he hecho ahora? —Preguntó, inocente.
— ¡Se supone que debías ignorarme! —Refunfuñe con obviedad, el rizado abrió la boca, incrédulo, y negó lentamente con la cabeza.
— ¿Por qué haría algo así…? —Cuestionó con desconcierto, luego sus ojos brillaron — ¡Oh, no! —Gruño recostándose en los casilleros — ¿Sigues obsesionada con esa tonta lista?
—En primer lugar —Dije, frunciendo el ceño —No es tonta. Segundo: ¡No es tonta! —Harry rodo los ojos —Y tercero, si sigo obsesionada ¿Algún problema?
—Ya te dije que yo no seré ningún… “Chico malo” —Balbuceó haciendo comillas en las últimas palabras —Me gusta ser… yo. ¿Comprendes?
—Pues entonces… me buscare a otro chico que si acepte una pequeña… ¿Pequeña? ¡Qué digo! Minúscula transformación que no le hace daño a nadie. —Alce la barbilla, cerrando mi casillero. Harry volvió a bufar — ¿Has visto a Zayn Malik?
— ¡Pero, bebé! —Exclamó Harry haciendo un puchero.
— ¿Qué te he dicho de decirme bebé? ¡Es Ángel! ¡Ángel! ¿Comprendes, Patch?
— ¡Me llamo Harry!
—Sabes que… —Gruñí, histérica — ¡déjame sola, Christian!
— ¡Harry! —Gritó el rizado cuando yo empecé a alejarme.
— ¡Lo que sea, Travis! —exclame sobre mis hombros, antes de dirigirme rápidamente a clase de Biología.
— ¡Todos a sus asientos, par de primates! —Exclamó el profesor; Dato interesante: Le gusta creer que está en un laboratorio y todos nosotros somos monos vigilados.
