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♡Capítulo 41 - Final♡

—No me agradezcas. Soy yo el que debe agradecer—dijo con una sonrisa.

Después de unos cuantos agradecimientos y unos besos más, hablé.

—Vamos. Entremos—le dije tomando su mano, entrelazando nuestros dedos.

—Está bien. Vamos—dijo y me guió al auto. Lo estacionaría dentro del edificio.

Subimos a su auto y entramos al estacionamiento. Justin hizo las maniobras para estacionarlo y salimos finalmente.

Íbamos caminando por el aparcamiento cuando Justin habló.

—Por cierto, te ves preciosa en ese vestido—dijo haciendo que nos detuviéramos. Tomó mi cintura y volvió a besarme.

Subimos en el ascensor hasta mi departamento. Abrí la puerta y juntos entramos.

Justin cerró la puerta con su pie y en un segundo yo me encontraba acorralada en esta mientras él me besaba.

—Por favor, déjame demostrarte cuanto te amo—sabía perfectamente lo que iba a pasar. Pero ahora no tenía ni rastro de nervios. Asentí lentamente mientras Justin besaba mi cuello—¿dónde está tu habitación?—preguntó y señalé la puerta de mi habitación.

Justin me tomó de los muslos y me cargó. Yo rodeé su cadera con mis piernas. Entramos a la habitación sin dejar de besarnos.

Él me depositó en la cama mientras besaba mi cuello.

Justin parecía tan impaciente como yo, así que de un tirón quitó mi vestido. De la misma forma quité su ropa.

Nos besábamos con tanto amor, hasta que de un momento a otro Justin entró en mí. Se sentía tan malditamente bien. Entre gemidos le decía cuanto lo amaba.

—¡Sí, sí! ¡Te amo tanto!—le dije sin poder contenerme.

—Repítelo. Di que me amas otra vez—dijo mientras seguía embistiéndome—maldita sea. Te sientes tan jodidamente bien.

—¡Te amo! ¡Te amo tanto Justin!

El momento era perfecto, yo lo amaba y él me amaba.

Nada podía detenernos desde ahora.

Y así estuvimos juntos toda la noche. No precisamente durmiendo.

Nos desvelamos haciendo el amor. Porque Justin y yo nos amábamos.

•

Al día siguiente me desperté en los brazos de mi Justin.

Porque si. Él era mío.

Me removí un poco esperando no despertarlo. Había sido un intento en vano ya que efectivamente se había despertado.

Le sonreí y me sonrió. Me sentía plena, llena y feliz.

—Buenos días mi amor. ¿Cómo dormiste?—me preguntó mientras besaba levemente mi nariz.

—Excelente. Fue la mejor noche de mi vida—dije mirándolo.

—Qué casualidad. La mía también lo fue. Debe haber sido por la hermosa chica con la que estuve—dijo y yo reí.

—Te amo tanto. ¿Lo sabes?—dije mirándolo a los ojos.

—Y yo te amo muchísimo más—dijo mientras me tomaba de la cintura y me colocaba encima de él—sé mi novia—dijo y me besó.

¿Podía acaso decirle que no?

—Mmmh—dije fingiendo pensarlo. Él rio y rodó los ojos—claro que sí. ¿Qué parte del "te amo" no te quedó clara?