✌Instituto Playboy✌ Cancelada 🚫

✌Cap. #21: "Salidas inesperadas"✌

Carter Bradley

— Sigo sin entender por qué me haces salir de mi cama.

— Carter simplemente camina.

— Es que... Me aburro.—Jonas tomó mi mano y yo me levanté un poco para darle un beso en la mejilla — ¿Te acuerdas de los testigos de Jehová, esos que iban a las siete de la mañana cada domingo a decirnos que Dios nos ama?

— ¿Qué? Ah, los testículos de Jehová. Me caían tan mal.

— Yo soy testigo, wey. —ups se me había olvidado que él pertenece a una familia testigo.

— A nadie le interesa que seas testículo de Jehová, Jonas.—aclaró Acacia.

—Testigo.

—A lo que iba...—interrumpí esa estúpida discusión que estaba por comenzar entre ellos.

Caminé hasta una casa color blanca con salmón.

— Vamos a divertirnos. —me encogí de hombros y ellos me miraron confusos.

— ¡Vecina abra la puerta! —le di puñetazos a la puerta. — ¡VECINA!

En una veo que se encienden las luces y escucho los pasos de una señora apresurados. Escucho como intenta abrir las cerraduras en un tiempo récord.

— ¡¿Señorita que pasa?!—preguntó alterada.

Puse  mi mano izquierda en su hombro y le dije: — Sólo quiero decirle que Dios la ama.

Le hice señas a Jonas y Acacia, y los tres salimos corriendo.

— Las cadenas de facebook funcionaron, ¡Lo sabía! Solo falta el dinero.—oí que decía emocionada.

Wut.

Cansados los tres nos tiramos en el césped de una de las casas continúas.

— ¿Acacia qué tan lejos está?

— Carter si observas con detenimiento y precisión te podrás dar cuenta de que la fiesta esta al frente.

— Ah... Jonas, ¿me haces caballito hasta la entrada?—supliqué.

— Me debes una hamburguesa. —me cargó y empezó a caminar conmigo encima.

Acacia Bradley

Ver a los tórtolos irse me causó algo de envidia.

Sí, eso.

Envidio como se miran, como se aman...

Todo.

Absolutamente todo.

Yo al menos lo admito. Mi relación con Ryan va de mal a peor. Y eso que no llevamos ni una semana... No sé si la mala soy yo, o él. Pero haré todo lo posible para que mejore.

Porque yo enserio lo amo.

Dejé las reflexiones a un lado y me levanté del sucio césped. Sacudí con mis manos mi parte trasera y empecé a caminar para la entrada.

Tomé mi celular y marqué el número de Logan.

Almenos logré quitarle uno a mi abuelo.

— Hey. —respondió.

— ¿Dond...—sentí como me arrebataban mi celular de mis manos. Al ver al culpable, era un borracho; casi se me salen los ojos cuando veo que sin pensarlo dos veces lo lanzó en un vaso lleno de algún líquido. — ¡¿Qué mierda pasa en tu cabeza?!