fuck me, daddy; vkook

[new preeттy вoy]

Para JeongKook hoy seria un nuevo comienzo. Hoy entraba a su nueva escuela.

Hace una semana se había mudado a Japón, Tokio, a un departamento para él solo, estuvo toda la semana decorando y ordenando sus cosas de mil formas hasta que quedo contento.

Y ya era lunes, e iría a la escuela a la que fue transferido. Tenia 16 años recién cumplidos, y por sus buenas calificaciones pudo ser transferido a esta prestigiosa escuela, su familia también vino, solo que estaban en unas casas tradicionales y él se fue a la capital para estar mas cerca de todo, menos de sus padres, lo cual no fue problema ya que desde pequeño había sido muy mimado. ¿Le molestaba? por supuesto que no, amaba que sus padres fueran así, que. le dieran dinero para lo que quisiera.

Ugh... - Gruñó al ser despertado por su estruendosa alarma, estiró su mano apagandola para luego bostezar y abrir los ojos mirando a la nada por unos segundos, levantándose luego de estos estirándose. Caminó al baño para lavarse la cara y mirarse al espejo, nada mal, pensó como todas las mañanas. Tomó una ducha rápida y se puso una bata caminando a su cocina para hacerse su desayuno, panqueques con leche de frutilla, comió tranquilamente pues tenia tiempo de sobra.

Terminó y dejó la loza en él lava platos, luego los lavaría, y fue a su habitación sacando su uniforme perfectamente guardado, mirándolo con un puchero. - Demasiado oscuro, no me gusta...

Se lo puso y se miró al espejo sonriendo, la falda era a medio muslo, y era casi tapada por la chaqueta del uniforme. Agarró su mochila color rosa pastel y su teléfono, que había dejado cargando, junto a sus audífonos. Tenia un IPhone 6 plus rose gold, y era una de las cosas que mas amaba en él mundo, se tomó una selfie y la subió a su instagram.

"Primer día de clases, mi uniforme es muy oscuro, ayuda😭"

100 me gusta, 67 comentarios.

Salió del departamento y salio del edificio caminando a la escuela que quedaba a unas cuadras.

Vio la hora, 10 minutos para que las clases empezaran, entró al establecimiento caminando a su salón, ya conocía él lugar, pues ayer había hablado con él director.

En él camino hubo de todo, miradas poco discretas, silbidos y piropos los cuales ignoró hasta llegar al salón, donde todos voltearon a verle, haciéndolo sentir incomodo, así que simplemente se sentó en él primer lugar, junto a la ventana esperando a que la clase de historia empezara.