Malditamente alentadora:

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-Muy bien, chicos, vamos a presentarnos una vez más. Contaremos un poco a cerca de nuestras vidas y luego compartiremos lo que sentimos estando en nuestra condición.- Dice Amanda muy gentilmente.- Fin ¿Porque no empiezas tú?.

En ese instante las miradas de las seis personas que estaban en la sala se clavaron en él.

Fin le prestaba mucha atención e importancia a aquella charla, y en cuanto Amanda dijo su nombre, alzo su cabeza y pensó en que decir. Al cabo de tres segundos decidió rápidamente que diría lo primero que se le ocurriese.

- Me llamo Fin Johnson, tengo 16 años de edad. La verdad no tengo mucho que decir a cerca de mi o de mí patética y subordinada vida normal cómo estudiante y ciudadano, pero diré lo principal. 

Mí madre, Amelia Fickerss es veterinaria, mí padre, Dereck Johnson, escritor, mí hermana mayor Kendall, estudia abogacía en Columbia. Mi madre se ha retirado de su trabajo por un tiempo y ahora tiene una floristería en la planta baja de la casa de la cuál no sale. Mi condición, cómo ya dije, soy algo así como un "adicto al amor" aún más que eso, no es cómo ser "adicto" a las drogas o algo parecido, en otras palabras, no puedo evitar enamorarme fácil y estúpidamente rápido. Tengo un pez dorado llamado "Doradito".

-Muy bien ya que has estado tan emocionada en el encuentro de hoy, ¿Porque no sigues tú, Júpiter?.- La señora regordeta que dirigía el grupo de auto-ayuda le soltó aquellas palabras con paciencia a la chica del rincón del circulo.

Júpiter torció la boca en un gesto de fastidio inmediato ante las palabras de la mujer. Cerro y abrió los ojos por cuatro segundos y empezó a hablar.

-Mí nombre es Júpiter Carths Van Houlsen, tengo 16 años de edad. 

Mi madre, Catrina Van Houlsen, psicóloga, está divorciada de mi padre, James Carths el cuál es actualmente profesor universitario en Matemáticas y Física, también astrónomo en una institución. Un completo obsesionado a lo que se refiere con Albert Ainstein, Democrito, Leucipo y sus teorías increíblemente complicadas para cerebritos. No salgo muy seguido de casa, la cuál está el setenta y nueve por ciento del tiempo malditamente sola. 

Siempre el mismo recorrido; de casa a la prisión exprímidora que tiene por nombreb "escuela", de la escuela al circulo "Okay" , que sí cree que con sus palabras cursis, alentadoras de confianza y amabilidad rotundamente exageradas hasta el punto de querer vomitar y sus Brawnies endemoniadamente deliciosos, ayudaran en algo a personas que de alguna manera, han perdido el rumbo de su futuro hacía lo que llaman "vida", están muy en lo cierto. No tengo nada que decir respecto a mi condición, el hecho de que otros lo vean como un problema, no significa que yo también lo vea así. Pero, fuera de esto, no se quién soy, o porque estoy en un lugar cómo este, cuando debería de estar... En donde yo quiera estar.

Y sé que no quiero estar aquí, rodeada de gente que dice interesarles tu vida, cuando ni a ti mismo te interesa vivirla. 

 Lo cierto de todo lo que dijo Jupiter Carths Van houlsen, era que...Todo era cierto. A Fin le pareció poco alentadora aquella presentación que casi parecía un discurso pleno en sí, y más que nada, una muy cálida bienvenida por parte de aquella chica.

-Carajo, Júp, tú y tus semi-discursos malditamente alentadores de bienvenida.- Gruño casi entre risas el chico corpulento que se encontraba dos asientos después de Fin.

Si, malditamente alentadores. Pensó Ben con la cabeza a punto de estallar.



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Circulo de Mariposas.Where stories live. Discover now