¡Ahou! ¡MI ahou! {Heiji x Kazuha}

Capítulo 8

Otra vez lunes. No suelo ser de las que se quejan demasiado de que se acabe el fin de semana, o sea, me molesta como a todos, pero no es para tanto. Pero concretamente ese día no me apetecía nada que fuera lunes, no por nada, sino porque iba a tener que ver a Heiji, y sentía que si lo hacía me iba a morir de la vergüenza.

No vino a recogerme a mi casa, ni me esperó en la esquina de la calle, lo cual yo me esperaba pero a mi madre extrañó mucho, ya que ella no sabía nada acerca de lo del sábado.

En el colegio todo el mundo se extrañó de que no viniera con Heiji, y muchísimo más cuando vieron que ni siquiera nos saludamos ese día ni el resto de la semana. Todos en el instituto me preguntaban el porqué de esto. Mi madre también me lo preguntaba, pero no se lo iba a decir.

El jueves de esa semana estaba sola en mi casa cuando llamaron a la puerta. Abrí y me encontré a Heiji.

-Mmm, hola... ¿Puedo pasar?

-Sí, eh, claro. Adelante.

Le dejé pasar y fuimos a sentarnos en el sillón.

-Mira, Kazuha... Me siento muy mal por lo del otro sábado. De verdad que lo siento. Quiero que volvamos a estar como siempre.

-Soy yo quien debería disculparse. No sé qué me pasó ese día. Supongo que tenía miedo de que te empezaras a interesar por las chicas y te olvidaras de mí, de tu ''hermana'' -estaba mintiendo, claramente. De celos de hermana nada.

-Jamás podría olvidarme de ti, ahou, seguro que si lo hiciera tanto tú como mis padres como los tuyos me mataríais.

Me reí.

-Tienes razón, probablemente lo haríamos.

Él se rió también.

-Entonces, ¿olvidamos todo lo que pasó el sábado?

-En cuanto me respondas a una pregunta.

-Dispara.

-¿Qué se te pasó por la cabeza para que intentaras besarme en ese momento? -la estaba cagando, pero la curiosidad me mataba.

Observé cómo Heiji se ponía claramente nervioso.

-¿Que qué estaba...? No estaba pensando en nada... Sólo te vi triste, y llorando por mi culpa... No sé, fue un impulso, no es que me gustes ni nada, eh. No tienes que preocuparte de eso -se me rompió el corazón al oír eso. Otro nudo en la garganta, pero disimulé -. ¿En qué estabas pensando tú que casi me besas también?

Eso me tomó por sorpresa. Me puse coloradísima, y esperé que Heiji no lo notara, pero tendría que estar ciego para no hacerlo.

-Pues nada... Acababa de terminar de llorar, estaba vulnerable... No sabía lo que hacía. Ni que me gustases o algo por el estilo... Además, me di cuenta a tiempo de lo que íbamos a hacer y por eso me alejé. Luego me sentí tan incómoda que no sabía cómo mirarte a la cara, así que opté por esquivarte... Lo siento.

-No te preocupes, yo también te estaba evitando, estaba muy incómodo también.

-Entonces... ¿todo olvidado?

-Exacto. Bueno, ya que está todo aclarado, me tengo que ir. Mañana espérame por la mañana, que vengo a recogerte.

-Entendido.

Le acompañé a la puerta y nos despedimos.

Creíamos que todo iba a volver a la normalidad, pero después de un incidente como ese, nada volvería a ser lo mismo entre nosotros en mucho tiempo.