La confesión.

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4 años después.

Estaba admirando la vista desde la ventana de mi auto mientras esperaba que Camila terminara de hacer los últimos detalles de su vestido.

Me desagradaban este tipo de cosas por varios motivos pero el principal, me dolía estar aquí con ella, acompañandola en todos los arreglos de su boda.

Pues si, después de 4 años yo aún seguía enamorada de mi mejor amiga mientras que ella estaba más que feliz con Shawn, su prometido y dentro de un mes, su futuro esposo.

Yo aún seguía perdida en ese mar café. Aún seguía como un perro faldero detrás de ella. Aún seguía llorando por ella todas las noches desde hace 7 años.

Aún seguía enamorada de Camila Cabello y ella aún seguía sin darse cuenta.

Suspiré para mis adentros y miré fijamente a la nada. ¿Cómo podía seguir a su lado después de tanto tiempo?

Era un acto de masoquismo de mi parte. Yo era la dama de honor en la boda de la chica por la que estoy enamorada desde hace bastante tiempo.

Coloqué las manos en el volante y apoyé mi cabeza en este mientras negaba repetidas veces.

Intenté olvidarla, después de que Shawn le confesara que estaba enamorado de ella 3 días después de que ella me dijera que estaba enamorada de él, rompiendo mi corazón en miles de pedazos que aún no se han logrado juntar.

Me alejé de ella por unos meses, pero simplemente no podía, la extrañaba demasiado. Estando separada de la morena me dolía más que estando a su lado.

Era tan estúpido como ilógico.

Intenté tener algo con otras personas, pero la latina era la única que estaba en mi mente, era la única que podía hacerme suspirar.

Habían momentos en donde creía que Camila estaba celosa de mis ex novias pues, siempre que estaba con ellas, la morena actuaba de una forma totalmente diferente a como actuaba normalmente. En ocasiones las miraba de mala manera y buscaba el mínimo defecto sólo para que yo me separase de ellas, y lo lograba porque yo siempre hacía lo que ella quería.

Camila dominaba mi vida y yo no hacía nada para impedírselo.

Mi teléfono empezó a sonar, lo saqué de mi bolsillo trasero y vi la pantalla con el ceño fruncido, era un número desconocido.

-¿Hola? -dije a penas contesté la llamada.

-Hola, Lauren -dijo una voz femenina al otro lado de la línea- soy Alexa -me mantuve en silencio pues no reconocía ese nombre- la chica del bar a la que le diste su número -continuó al notar que yo no recordaba quien era.

-Oh, Alexa, si -reí nerviosa-. Lo siento, no recordaba tu nombre.

-Sí, lo noté -soltó un suspiro cansado- en fin, te llamaba para invitarte a salir un día de estos, ya sabes... -dijo un poco tímida.

Lo pensé un momento, ¿ya era hora de que me olvidara de Camila, no? Estaba cansada de ser siempre la sujeta velas.

Al carajo con Camila.

-Claro que si, tú dime el nombre y el lugar -contesté y en ese preciso momento, Camila subió en el auto, sentándose en el asiento del copiloto.

-Listo, lo único que... -le hice señas de que hiciera silencio porque Alexa me estaba diciendo la dirección.

-Vale, entonces nos vemos el viernes allí. Adiós, linda -me despedí de ella y colgué la llamada, volteé a ver a la morena que estaba a mi lado mirándome como si quisiera asesinarme.

-¿Con quien hablabas? -dijo molesta, y allí vamos de nuevo. Creo que ni con Shawn era así.

-Mira, no empecemos -dije cansada, encendí el auto y lo puse en marcha para ir a otra tienda.

-¿Empezar qué? Sólo estoy preguntando quien era -la morena se hizo la ofendida pero yo la conocía muy bien como para saber que mentía.

-Claro, como digas -paré en un semáforo y la miré-. Era Alexa.

-¿Quien?

-Una chica que conocí en un bar, saldremos este viernes -arranqué el auto cuando el semáforo dio luz verde.

-No puedes ir -Camila dijo sin más.

-¿Por qué? -la miré incrédula pero en el fondo ya esperaba esto.

-Porque... Por... Porque ese día quedamos en ver una película -se excusó.

-Una excusa más creíble para la próxima, por favor -dije molesta-. Voy a salir el viernes con Alexa te guste o no.

-Como quieras -dijo simplemente y el resto del camino se mantuvo en silencio.

Terminamos de hacer las compras y la llevé a su casa... y la de Shawn.

-Nos vemos después -le dije cuando ella estaba bajando del auto.

Camila sólo me miró y no me dirigió la palabra desde ese día por casi un mes.

Yo salí con Alexa el viernes, como habíamos planeado, y cabe destacar que los siguientes días también. Ella era una chica muy agradable y graciosa.

Una semana antes de la boda de Camila, le pedí que fuera mi acompañante y Alexa aceptó con gusto.

Creo que por fin estaba empezando a rehacer mi vida, ya no quería seguir pensando en la morena, no quería seguir sufriendo por ella.

Lauren Jauregui iba a sacarse a Camila Cabello de su cabeza, como sea.

El miércoles siguiente, tenía que reunirme con Camila para terminar de arreglar los preparativos de la boda.

La latina aún no me dirigía la palabra y yo estaba comenzando a hartarme de su actitud inmadura.

-Vale, ya deja toda esta molestia que tienes por una tontería -dije levantándome del sillón.

-¿Qué molestia? -Ella se levantó también, colocándose frente a mi.

-Todo este asunto. ¿Qué tienes contra Alexa? -pregunté cruzándome de brazos.

-No me cae bien, es una zorra.

-Mira, me da igual si te agrada o no Alexa -dije molesta-. Empieza a acostumbrarte porque ella será mi novia y mi acompañante en tú boda.

Camila me miró sorprendida, era la primera vez que le hablaba así.

-No lo permito -ella dijo sin más-. Ella no irá a mi boda y no será tu novia.

-¿Quién lo dice?

-Yo lo digo.

Yo la miré incrédula y ella me dio una sonrisa de victoria.

-Oh, ¿si? No me interesa -dije acercándome a ella-. Me cansé de toda esta mierda tuya con que yo no tenga pareja o sea feliz. Mientras que tú estás con shawn, yo tengo que tragarme este maldito dolor que se me incrusta en el fondo de mi alma. Joder, Camila, te amo tanto que duele. Te amo desde hace 7 años, 7 jodidos años -ya en ese punto no podía contenerme. Le estaba confesando todo lo que sentía por ella, todo lo que estaba sintiendo desde hace 7 años.- Me duele que estés con Shawn pero aun así lo permito porque quiero que seas feliz, joder. ¿Por qué te empeñas en que sea tan malditamente infeliz, eh? -Camila me miraba perpleja mientras que yo lloraba a mares y apenas podía pronunciar las palabras, tenía un nudo gigante en la garganta que me impedía hablar pero aun así continúe- dejame ser feliz, Camila, dejame ser feliz con otra persona aunque no seas tú. Porque creeme, que siempre vas a estar en mi mente, de alguna forma u otra -dije con el mayor dolor del mundo, pues ya mi corazón estaba siendo destrozado por segundaa vez gracias la morena que estaba parada frente a mi-. Joder, se feliz con Shawn y dejame buscar mi felicidad con otra persona -suspiré- Shawn nunca te va a amar como yo te amo, pero al menos se acerca. -me di la vuelta y miré por la ventana- Aún no creo como es que puedo llegar a amarte tanto, Camila. Todo de ti me enamora, pero ya no puedo seguir con esto -empecé a caminar hasta la puerta y me quedé allí parada- asi que... Nos vemos el sábado -y salí de allí para no volver.

Ojos cafés - Camren one shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora