Capítulo 16: No todos son perfectos.

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Rodé por el suelo, sin pararme a pensar ni un solo segundo en el dolor que me provocaría. Me puse en pie de un salto otra vez, y continúe corriendo. Archer estaba esperando en la defensa, pero fue fácil deslizarme fuera de su alcance, sin darle tiempo para usar alguna supertecnica ni arrebatarme el balón

Luego, en un ataque coordinado, Harley y Jack se acercan por ambos flancos para bloquearme el paso. Me impulso con los pies, y salto.

El estómago se me recogió como cada vez que me veía obligada a despegar los pies del suelo. Un movimiento en falso, y me rompería el cuello. Lo sé.

Envió el miedo al fondo de mi mente, y me deje llevar por la lógica de años de entrenamiento. Lleve las rodillas al centro, y me impulse hacia adelante para girar, y sobrepasar a Harley y Jack por el aire haciendo una voltereta que no demora más de tres segundos, pero el tiempo me parece eterno mientras el mundo gira y se endereza nuevamente. El suelo se precipita, y doblo el cuerpo, flexiono las piernas, y, aterrizo sobre ambos pies en el lugar exacto de la zona de tiro. Una pequeña sacudida de dolor sube desde mis pies hasta mi rodilla, pero sé que es lo normal, y a los segundos el dolor se irá.

Jack y Harley no creyeron que saltaría por sobre ellos, y no tienen tiempo para detenerme.

Esbozo una ligera sonrisa. Me alegra volver a estar sobre la tierra. El vértigo es probablemente el primer obstáculo que la entrenadora me hizo enfrentar, y que hasta el día de hoy no puedo superar por completo.

Ocupando mis pequeños dotes de teatro, balanceo mi pierna en dirección al balón, como si realmente fuera a lanzar a portería. Inclino el cuerpo levemente. Darren se prepara en el arco, espero cinco segundos, fingiendo pensar cual sería la mejor forma de lanzar. Si Darren me conociera como mis compañeros, sospecharía. Yo jamás pierdo tiempo antes de lanzar, pero él no me conoce, y cae de lleno en mi engaño.

Darren flexiona las rodillas, y extiende ambas manos enfundadas en los guantes de portero, preparado para detener mi tiro que nunca llegara.

Luego, golpeo el balón con fuerza hacia atrás, en vez de hacia adelante.

Tarda al menos cuatro segundos en darse cuenta que he enviado el balón nuevamente al centro de la cancha, donde Kevin lo recibe sorprendido, pero no tarda en reaccionar y entender lo que estoy haciendo.

Los chicos habían confiado que todo quedaba en manos de Darren, y relajaron sus posiciones, esperando ver el tiro hacia el arco. Incluso, algunos abandonaron por completo sus posiciones y se acercaron más para ver en primera fila el supuesto tiro y la atrapada de Darren. Un tiro que jamás sucedió.

Una ola de orgullo se levanta en mi pecho al ver la confusión en su rostro y el desconcierto genuino de Darren.

Cuando se dan cuenta de que Kevin tiene el balón, y que tendrá más oportunidades de un tiro certero, ya es demasiado tarde para volver a la formación e intentar detenerlo.

Kevin patea el balón por sobre la cancha, con la fuerza suficiente para que el balón se convierta en borrón blanco y negro que avanza a velocidad vertiginosa en dirección al arco, sin que nadie reaccione a tiempo para detener el balón.

Ocupando el desorden de los chicos a nuestro favor, me hago un lado con elegancia al momento en el que el balón de Kevin rompe el aire, y cae directamente en la red, sin dejarle tiempo a Darren de recuperarse de la confusión, ni de intentar detenerlo.

Sin supertecnicas ni intervenciones sobrenaturales, el partido termina en favor del grupo que yo lideraba.

Sonrió ampliamente al escuchar el grito de celebración de los demás. Aparto los mechones de cabello fuera de mi rostro, satisfecha de los resultados.

El torneo (Inazuma Eleven-Axel Blaze)Where stories live. Discover now