A Frances le gusta Morgan. A Morgan no le gusta Frances.
Frances era el Sol de verano. Morgan era el agua en invierno.
Frances se hundió en él. Morgan la ahogó.
Tercera historia de la trilogía epistolar COLD
#1 STONE COLD
#2 COLD GOLD
#3 CO...
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Hoy fue uno de esos días que para mí no son buenos, sino magníficos. No estoy tan orgullosa de que no entré a las clases, pero por tener tiempo contigo lo dejo todo y lo sabes.
Estabas en las canchas en la que se practica el futbol soccer. Hacía días que te veía por ahí... En fin, estaba a punto de fugarme contigo e ir divertirnos un rato. De nuevo hablábamos, éramos el centro de atención de tus amigos en ese momento. Mi cara hervía como nunca antes. No te había tenido tan cerca; tus ojos viajaban de mis labios a mis ojos mientras yo hacía lo mismo contigo. Y... ¡Nos besamos!
Fue tan rápido... ¡necesito una vez más esa calidez! Hay algo tan familiar cuando mis dedos recorrieron tu cuello para aferrarme mas a ti en ese beso. Una familiaridad que estoy dispuesta a aceptar aunque el precio sea que tengas mi corazón en tus manos y lo estrujes cuantas veces quieras.
Ese beso parece que me ha dejado más tonta de lo que ya estaba. No puedo dejar de pensar en ese momento; es como si fuera un disco rayado y no pasara a la siguiente línea de la canción que formamos los dos.
Pareces ser la electricidad que le da de nuevo vida a este solitario corazón a punto de caer. No dejes de darme corriente con cada beso que me des. TE LO SUPLICO.
Me siento rara... me siento enamorada, y no sé si es de ti o de la emoción que me haces sentir. Tengo que admitir que no estaba acostumbrada a nada de esto.
Tus labios me atontaron de una forma sin igual, me siento con la cabeza en la nubes, sin ganas de pensar en algo más que en quererte besar de nuevo. Morgan, ¡creo que si me he enamorado!
¡Me enamoré! ¿Me enamoré? ¡Ay Dios! ¿Qué se hace en este tipo de casos? No quiero estropearlo todo, pero si ya nos hemos besado... ¿Significa que somos algo? En estos momentos me estoy haciendo tantas teorías que no sé cuál podría ser cierta y cuál podría ir directo al bote de la basura. Lo peor de todo es que ni siquiera sé si en verdad llegaremos a ser algo después de este beso que he alabado demasiado, ya que en el tiempo que llevamos de conocernos y de chatear no me has invitado ni por un helado.
Todo esto me pone a pensar que somos ese pequeño hueco en el corazón en el que no somos nada, pero a la vez lo somos todo; ese pequeño filo que duele como nunca porque no se sabe qué es.
Morgan, no hace falta decir que con un beso me tenías, porque es mentira. Ya me tenías desde el momento en el que dijiste mi nombre y sonó tan bien viniendo de ti.
