Capítulo: 6

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Me desperté gracias al insoportable ruido de mi despertador. No quería levantarme de la cama.

Me sentía super cansada y mi cara me dolía bastante y no se por que. Pero me dolía.

Me estiré en la cama y me saque las sábanas de encima. Jey ni se movía, tampoco ni se dio cuenta de que yo salí de cama. Seguía durmiendo.

Arrastre mis pies hasta el baño. Llegue al baño y predi la luz. Cerré la puerta y me mire al espejo.....

-¡¡¡¡¡¡AAAAAAHHHH!!!!!- grite al mírame al espejo.

-¿¿¿¡¡¡QUEE MIERDA ME PASO EN LA CARA!!!???- dije gritando de nuevo mirando al gran moretón (bueno no era tan grande pero se notaba) que estába en mi mentón.

Me lo toqué y me dolió.

-Obvio ¿no?

¿Pero por que tenia eso en mi hermosa cara?

-Estúpida estuviste en una pelea anoche idiota...- dijo mi yo interior.

Y me acorde de lo que paso anoche y el golpe que me dieron y cuando Stephen me salvó de la paliza que me iba a dar y después de su conversación y su despedida de buenas noches... Y sus labios con los míos....

Al recordar eso me puse nerviosa y mi cara se puso roja...

-¿¡Alice!? ¿¡Estas bien!?- grito papá.

Abrí la puerta del baño y vi que el estaba con un bat de béisbol. Y mirando por todos lados.

-Si papá, perdón me asuste... Por una cucaracha...Si por eso.. ¡Claro! Una asquerosa cucaracha..

-Tu no tienes miedo a las cucarachas.. Me huele a mentira.

-¿Yo mentirte? Puuuff, por favor, tal vez si.. ¡No! ¡Digo... este..! Si es verdad... Mentir contigo es imposible.

-Dime..

Bufé, abrí lentamente la puerta de baño, esperando que dios me ilumine y hablen a papa por el celular para atender y dejarme en paz.

Pero cuando necesitas alguien ese alguien no está para ti.

La puerta se abrió del todo. Dejando ver mi rostro cual mi padre miraba mi ojo morado.

-¿Qué te sucedió?- dijo y se acercó para ver mi ojo.

-Me golpeé sin querer... No pensé que se iba hacer así.

-Pues es muy grave...- mire a un costado y vi que Stephen estaba en la puerta mirándome.

Papá balbuceaba cosas que no entendía yo seguía mirando a Stephen. Hasta que desapareció como si nada. A veces pienso que es un poco raro y misterioso.

Sentía que alguien decía mi nombre pero yo seguía mirando la espalda de Stephen que se estaba alejando.

-¡Alice!- grito papá

-Ah?

-Dios, no escuchaste nada de lo que te dije ¿verdad?

-No lo siento estaba pensando en otra cosa ¿que era lo que me decías?

Papá movió su cabeza diciendo "no tienes remedio".

-No importa.. Te quedaras en casa a descansar.- me dio un beso en la frente y se fue.

Suspiré.

##
Luego de unas horas me había dado una ducha y me estaba por cambiar. Me puse una remera larga que me tapaba todo mi trasero de color blanco y solo tenia un bóxer negro y mis Vans negras.

Me hice un rodete (chongo o como se le diga en tu país) y salí con Jey de mi habitación.

No había nadie.

Lola, Amanda y papa se habían ido.

Estaba sola con Jey y nadie más.

Fui hasta la cocina y abri la nevera y mire lo que había ahí.

Me fije y había ingredientes de cocina, mermeladas y lo vi....

Ahí estaba el, tan lindo como siempre. Con su caja de cartón dónde el está dibujado. Abrí y ahí estaba. Tan lindo. Inhale su exquisito olor. Estaba justo como me gustaba. Con pepperoni y mucho queso.

Saqué la caja y la deje en la mesa de mármol. Saque una soda rápidamente y al darme la vuelta la soda se me escapo de las manos. Por el susto.

-¡Dios! ¡Me asustaste! - dije llevando mi mano a mi corazón que latía con gran rapidez.

Stephen estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina. Mirándome de pies a cabeza. Estaba con la misma ropa que tenia desde que vino aquí.

-¿Que quieres?- dije pero no me respondía.

Sus ojos fríos me seguían mirando y eso me ponía nerviosa y hacia que mi corazón latiera más rápido. Sentí como mis manos me sudaban.

Aclaré mi garganta y me di la vuelta para levantar la soda que por suerte no se desparramo.

Respiré y me levante.

Deje la soda en la mesa y Stephen estaba apoyado en ella.

-¡Por dios! ¿Me podrías dejar de asustar?- dije ya un poco histérica.

Y no decía nada.

Mierda lo que me faltaba.

Corte una rebanada de pizza y me la lleve a la boca. Mire a Stephen.

-¿Quieres?- pregunté y no me contestaba.

-¡¡Joder!! ¿¡Te comieron la lengua los ratones!?.- dije y Stephen esbozó una sonrisa.

-Te incómoda el silencio...- dijo de la nada.

-Al parecer si hablas.. Pensé que ya no tenias lengua.

-Si no tuviera lengua no podría besarte.- dijo- Y eso es lo que menos quiero..

¡Hijo de su fruta madre!

Me había puesto roja...

Le di la espalda, estaba apoyada en a mesa. Respire profundo y seguí comiendo la pizza. Me levanté y me senté en la mesa de mármol.

Dios justo cuando no hay nadie pasa esto. Por dios....

Sentí que Stephen se acercaba a mi. Agaché mi cabeza mirando mis pies que estaban volando.

Vi las Vans negras de Stephen. Y la pregunta es: ¿Usaba vans?

Bajo su mirada para mirarme. Yo seguía comiendo la pizza con algo de vergüenza.

Con sus dedos levanto mi mentón y vi sus ojos fríos que estaban mirando mi ojo morado. Yo mire por otra dirección. Sentí que mis mejillas estaban rojas de la vergüenza. Ya que podía sentir su respiración en mi rostro.

-Está mejorando..- dijo

Lo mire y el me estaba mirando. Hizo dos pasos y ya estábamos cerca. Ahora si que podía sentir muy bien su respiración. Una de sus manos bajo por mi cintura acercándome más a el.

Quería apartarlo pero por otro lado no quería. No quería detenerme. Quería que el siguiera. Quería..

Se estaba acercando. Sus labios eran más tentadores que nunca. Quería sentirlos..

Quería saborearlos...

Sentí su mano que recorría mi espalda. Luego sus dos manos tocaron mis muslos.

Sus labios estaban a unos centímetros... Y quería sentirlos ya.

WISH  [Deseo] - [Stephen James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora