Capitulo 4: El anillo de compromiso

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Después de saludar a Lucy con un... ¡buen día Lucy!... Y la expresión de felicidad de mi cara y al vernos entrar juntos, la sorprendió.

Buenos días Lucy ¿Cómo amaneciste hoy?Dijo él y pasó a su oficina, y antes de perderse por el pasillo, volteo a verme y con una gran sonrisa en los labios, guiño su ojo izquierdo, acto seguido sonreí y entonces dijo...

Recuerda Alejandra, a la salida iremos a comprar el anillo... Y se fue a su oficina.

Mi mirada se cruzó con la de Lucy, sus ojos casi se salían de los arco de sus lentes... Y solté una risotada que no pude evitar, me hacía gracia su cara de asombro, imaginando ¿Quién sabe qué?

Y todavía con el asombro en sus ojos me pregunta — ¿Que paso?... ¿De qué me perdí? ....¿Anillo? ¿Cuál anillo?Sus ojos se abrían más y más con cada pregunta,... ¿Le estas coqueteando al jefe? Esta vez no pude contenerme y reí más fuerte por lo que con un gran...

Shifffffffff. Me hizo callar de golpe.

No, nada de eso Lucy Le respondí aun riendo, Él solo es mi amigo.... << Y mi príncipe>> digo entre mi pensamiento

Y entonces intrigada, vuelve a preguntarme — ¿Y el anillo?

Es su anillo de compromisoEntonces me puse triste y me encogí de brazos y le dije.

Nunca se fijaría en mí... ¡Estás loca Lucy!, ¡Mírame!, a quién podría gustarle, acabo de cumplir veintiún años y no he tenido novio nunca, ni en el más alocado de mis sueños pensaría que él y yo....

Entonces me interrumpió,Tranquila no digas esas cosas, las personas son hermosas por lo que llevan en su corazón y tu inhalas paz y exhalas amor, recuérdalo siempre Alejandra— sus palabras me llegan al corazón y revotan en mi memoria...

— ¡Qué bonita!... gracias Lucy— le respondo con sinceridad

Pronto nos pusimos a trabajar hoy aprendí nuevas cosas, estaba feliz de poder trabajar en este bufete, tan prestigioso y en lo que me gradué, aprendía rápidamente. Kaled pasó muchas veces durante el día por mi puesto de trabajo a ofrecerme ayuda, o a ponerme al día con algún asunto pendiente, con relación al trabajo, su mirada dulce me estremecía, él era especial y atento conmigo.

El día paso rápido se acercaba la hora de salida y Kaled venia por el pasillo y deteniéndose en mi oficina. Me preguntó ¿estas listas Alejandra? ¿Nos vamos ya? — le sonreí asintiendo y levantándome de mi escritorio, tomé mi cartera, caminamos juntos por el pasillo, iba tan nerviosa que mi andar era torpe y me tropecé con la pata de una silla fija en la recepción y baje adolorida para tocar mi rodilla, y de la forma más dulce, me tomó por el brazo para que me enderezara y él inclinado frente a mí, verificaba mi rodilla haciéndome toques y flexiones para asegurarse que no había un hueso roto, sus manos fuertes sobre mi pierna, me hacían delirar y su preocupación por mí, me emocionaban, era encantador y luego de asegurarse que no era grave, me pregunto ¿Estás bien?... ¿Te duele?... ¿Quieres que te lleve a la clínica?— le esboce una sonrisa a labios cerrados y me negué con la cabeza no gracias, tus masajes me hicieron mucho bien— y preocupado me pregunta ¿crees que debemos cancelar nuestra cita con la joyería?— esa forma de involucrarme en sus planes me fascinaba "nuestra cita" es un encanto. —No, claro que no, vamos me despedí de Lucy que nos miraba atenta desde su escritorio y salimos, mi blusa de seda blanca se agitaba con la brisa al salir del edificio y su cabello se desordenaba, lucia hermoso y sexy, no pude evitar observarlo, él era un espectáculo, me asombraba como llamaba la atención de las personas y él ni se percataba de lo que producía, o no quería darse cuenta de ello. Eso llamó fuertemente mi atención.

La Bella, La Fea y el Príncipe TERMINADA.EDITANDOWhere stories live. Discover now