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Finalmente ambos chicos llegaron exitosamente a la mansión o lo que sería el nuevo "hogar" del menor, Jungkook miraba atentamente cada uno de los elegantes hombres caminando de un lado a otro, observaba todo lo que podía a su alrededor mientras que Taehyung impulsó al menor a entrar por completo de un sólo empujón y provocando que cayese al suelo.

El menor soltó un quejido por el choque del frío piso perteneciente al lugar, intentó levantarse con cautela pero un jodido pie se lo impidió aplastando parte de su espalda sin piedad.

En ningún jodido momento te ordené que estuvieses de pie.— Le dijo Tae moviendo su pie en la espalda del pequeño, como si lo estuviese limpiando de suciedad o algo parecido ¿Quién se creía? El rey de este pequeño "juego", por su puesto.

No tengo porque obedecer ordenes de mocosos chiflados.— Susurró Jeon pero, lo que no sabía es que acababa con la paciencia del chico con mayor autoridad, esta vez le había puesto el pie en su cabeza ejerciendo presión sobre ésta. El contacto de la mejilla con la sucia capa de suelo hacían un pequeño y doloroso impacto con el angelical rostro ajeno.

Me gusta tu valentía, pero si yo fuese tú mejor me quedaría calladito.— Le sugirió Kim, su entrecejo fruncido mostraba su diminuta molestia pero, como todo niño pequeño se había "emocionado" más de lo imprevisto con su nuevo cachorro; lo dejaría en paz, al menos por ahora. —He tenido otro perro como tú, pero jamás se atrevió a contestarme de la manera en que tú lo haces. Debo admitirlo, me dejas impresionado, muchacho.

—¡Deben de estar idiotas! ¿O acaso les pagaste para tener un poco de respeto?— Taehyung no pudo evitar reírse y negar con su cabeza, el chico al parecer tenía la suficiente confianza en sí mismo como para retarlo de esa forma. A Kim le entretenía.

Mujeres y hombres miraban a Jeon sin expresión alguna en sus rostros, mientras que el más pequeño se preguntaba si se comportaban así por trabajo ¿o eran igual que su jefe? No podría descifrarlo bien, aún que le importó muy poco a decir verdad.

Uno de los hombres se había acercado a él, Jeon creyó por unos momentos que iba a ayudarlo pero como todos esperaban, no hizo otra cosa más que darle una señal a otros dos a que lo tomase de ambos brazos y llevárselo.

Jungkook mientras más era arrastrado su odio hacia Taehyung aumentaba, desde que se dejó ayudar por aquel apuesto chico que parecía ser amable desde un principio, pero de amable no tenía ni las pelotas. La hipocresía por sobre como lo trataba le había metido en un gran lío que posiblemente era irreparable, bajaba las escaleras que parecían tener poco cuidado al ser de madera y llegar hasta una habitación que parecía ser un pequeño sótano, claro, sin buena limpieza pues parecía que nadie se molestaba en pasar por ahí que incluso los bichos se habían escondido ante su presencia.

Aquellos hombres lo lanzaron sin piedad alguna logrando que se golpease en parte de su espalda contra el suelo; le había dolido de puta madre el fuerte golpe.

¡Deberían tener más cuidado, trío de imbéciles!

¿Contigo? No tenemos porque respetarte, pedazo de mierda.— Gritó uno de ellos a la par que le daba una fuerte patada en su espalda recobrándole el dolor por tercera vez.

Una gruesa, fuerte y demandante voz los sacó de su trance, pararon teniendo que acatar cualquier orden del joven Kim, su jefe.

Déjenme a solas con él.— Les ordenó, su serio rostro demostraba mil cosas que estarían a punto de venir y asistieron como los perros obedientes que eran comenzando a salir.

Taehyung aprovechó que el muchacho aún estaba quejándose del dolor provocado en su espalda y lo terminó atando a una esquina de la cama.

Aclaremos algunas cosas ¿Te parece?— Le susurró el moreno, mientras más obediente era Jungkook más calmado le hablaría. Por su parte, el chico joven no le respondió palabra alguna. —Me agrada mucho tu actitud, pero como te comenté antes, ninguno ha tenido la suficiente valentía como para encararme. Nunca confíes es las personas ¿Jamás te lo dijo tu mamá? Claro, si es que tuviste una.

—La tuve alguna vez y me enseñó bastante bien.

Oh, es verdad... Tus padres están muertos.— Comentó Kim partiéndose de risa al no haberlo recordado, la cara de Jungkook era de odio, desprecio y furia, quería lanzarse y golpearlo ahí mismo hasta dejarle inconsciente. —Creo que se me olvidó.

Jungkook no emitía palabras, ni siquiera podía aclarar bien sus pensamientos, un hermoso recuerdo de su madre se le había venido a la mente cuando el apenas era un niño y estaba más que feliz festejando su cumpleaños número seis.

Él era una persona de bien, tranquila y cumplida ante todo, pero había algo que no le entraba en la cabeza ¿Porqué el destino le pagaba de esa forma? Jungkook era sólo un simple chico que deseaba salir adelante para por fin dejar de estresarse por culpa de su mala economía, quería demostrarle a su familia que no los necesitaba y si podía el solo salir de ese maldito infierno pero ahora, sus planes se habían ido totalmente a la mierda.

—Muy bien, quiero aclarar algo primero que nada. Voy a darte unas reglas el día de mañana, pero no esta de más decirte alguna de ellas ahora.— Le habló Taehyung quien observaba al chico sentado en el piso con una de sus muñecas atadas a una pata de la cama. Su estúpida sonrisa es lo que más odiaba de él.

La primera regla es que me llamarás por tu "Amo" o "Señor Kim".

Jeon sólo se limitó a arquear una de sus cejas "¿Acaso este tipejo iba enserio?" y simplemente se dedicaba a escuchar.

Regla número dos: Voy a tratarte como tú lo hagas conmigo. Y regla número tres: Te estaré otorgando o quitando cosas para tu bienestar mediante tu comportamiento —Taehyung lo tomó de su barbilla obligando al muchacho a mirarlo directamente a los ojos, la estúpida sonrisa ladina que tanto odiaba Jung aún no la retiraba.

Por ejemplo, ese plato con comida. —Señaló aquel plato lleno de deliciosa comida, una que Jungkook no podía comprar jamás. —Esto pasará cada vez que te atrevas a contestarme.

Un molesto Taehyung se dirigió a la mesita que sostenía el plato, lo tomó analizándola con calma y finalmente lo arrojó contra la sucia pared haciendo un total desperdicio de ella.

Te quitaré cada puto lujo que te vaya dando, pero si es todo lo contrario te irás acostumbrado de poco en poco. — Le sonrió Kim, el chico (al menos para Jungkook) estaba loco por sus respectivos cambios de humor, el moreno solamente comenzó a carcajearse y salir del sótano dejando a un Jeon molesto bajo llave.

¡OJALÁ TE MUERAS, MALDITO BASTARDO!

Jungkook tenía en cuenta que se había metido en la boca del lobo y posiblemente no tuviese una salida tan fácil de la que él esperaba...

Different ➳ Vkook [EDITANDO]Where stories live. Discover now