Capítulo 7

417 39 11
                                    

Lilian

Al fin llegamos a Londres, después de casi más de veinte horas de viaje. Es la primera vez que salgo del país y que viajo en avión, pensé que cuando viajase de esa forma iba a ser traumante, tipo destino final, pero no, todo ha sido muy normal.

Con Sofía, nos dirigimos a la zona de equipaje y buscamos nuestras maletas, y cuando al fin damos con ellas, caminamos a los estacionamientos para tomar un taxi. El señor nos saluda con amabilidad e inmediatamente se da cuenta de que somos extranjeras, luego de una pequeña charla con el taxista, le indicamos a donde queríamos ir, con solo decirle el nombre de la universidad y la facultad entendió cual es nuestro destino.

— No puedo creer que tuviesen que pasar tantos años para que Rosie y Alex se quedasen juntos — le comento a mi amiga.

Fueron tantas horas de vuelo que ella me prestó uno de sus libros para que me mantuviera ocupada y tranquila, y dejara de morderme las uñas. Cada segundo que pasaba era un segundo menos para ver a Matías.

— Ya me arruinaste el libro — se queja — era mi provisión para entretenerme, cuando te fueses a quien sabe donde con Matías.

— Lo siento — me encojo y sonrío —. Pero me siento molesta, no quiero que mi historia de amor sea como la de ellos. No sé como se callaron durante tantos años lo que sentían.

— Lily, eso no pasará — me da unos golpecitos en el hombro.

Suspiro.

Nadie me asegura que eso no pasará, ya entre nosotros han sucedido bastantes cosas como para decir que quizás no estamos destinados a estar juntos, puede que seamos un amor equivocado que estamos forzando a que sea el indicado, o puede que sea el indicado pero en el momento equivocado, yo que sé.

Miro a través de la ventana mientras el taxi va avanzando por las calles libres de tráfico. Es todo tan lindo que puedo sentir el amargo veneno de la envidia, sí, envidio a Matías por haber venido hasta aquí sin mi.

No sé cuanto tiempo habrá pasado, quizás una hora o puede que más, el chofer nos indica que ya nos estamos acercando a la universidad. Busco en mi bolso el dinero para pagar, le doy la mitad del costo del viaje a mi amiga.

The Cass — dice el taxista y mira a un gran edificio.

Trago en seco, miro la gran fachada del edificio — London Metropolitan University, The Cass — aquí está Matías.

— Gracias — dice Sofía en ingles, le entrega el dinero y me pega un codazo en las costillas para que baje del auto.

Quiero moverme, pero mis piernas no reciben los mensajes que le he enviado desde mi cerebro, quizás no haya sido buena idea venir hasta aquí.

— Lily — llama mi atención, le miro, siento como mis ojos se llenan de lágrimas — supongo que si vas a llorar es de felicidad ¿cierto?

— N-no sé.

— Vamos, baja.

Asiento. Tomo mi bolso y abro la puerta, me bajo del auto y espero a que Sofía haga lo mismo, ayudamos al chofer a bajar nuestras maletas y nos ubicamos sobre la cuneta.

— Me he vuelto una sensible de mierda — comento. Volvemos a mirar la fachada y ambas soltamos el aire que estábamos guardando — Y bien, ya estamos aquí.

— Me has puesto nerviosa — agrega Sofía — pero no es ningún impedimento buscarle — toma su maleta con una mano y con la otra se agarra de mi brazo —. Toma tu maleta y vamos — ordena y le hago caso — estoy esperando con ansias el reencuentro.

Entramos a la Facultad de Arte, caminamos entre los estudiantes hasta llegar a la mesa de informaciones en la que hay una chica atendiendo.

— Hola, estamos buscando a un chico de intercambio, se llama Matías Corvalán — dice en ingles. Agradezco que ella este aquí conmigo porque yo no podría ni decir la cuarta parte de sus palabras, nunca se me ha dado bien el ingles al igual que Matías, no entiendo como ha podido sobrevivir tanto tiempo en este lugar.

La chica asiente y se pone a teclear en su computador.

— Esta tardando mucho — comento.

— Cálmate.

Me aparto de mi amiga y camino por todo el lobby del edificio, me detengo a mirar algunos cuadros.

Estoy demasiado ansiosa por verle y puede que me juegue una mala pasada.

— ¿Lily? — habla alguien a mis espaldas y dudo que sea Sofía, ya que la voz es de un hombre. Se me paraliza el corazón y me doy la vuelta en cámara lenta, suelto el aire cuando me encuentro con la cara de sorpresa de Diego — ¿Qué haces aquí? — me toma por los hombros y empieza a manosearme toda la cara.

— Viene a ver a Matías — me quito sus manos de encima.

— Lily, Matías tiene clases a las tres y media — mira su reloj — aun nos queda una hora para esperarle... — dirige su mira a Diego — y ¿él?

— Es Diego, también vino de intercambio pero dudo que sepa donde esta Matías — digo desanimada.

— Un momento — levanta sus dedos y sonríe — sé donde esta Matías, de hecho me esta esperando para almorzar.

Abro mis ojos, mucho. ¿Diego y Matías? ¿Acaso esto es un mundo paralelo al que viví? Ellos hace unos meses se odiaban, las mujeres siempre somos las Yoko Ono de las relaciones entre hombres.

— ¡Sorpresa! Somos amigos y de los íntimos — dice divertido — Y esto — me señala — es la sorpresa más inesperada del puto mundo, tú le dejaste y luego vienes aquí y...

— Vengo aquí porque le echo de menos — siento un cosquilleo en la nariz y lágrimas en mis ojos.

— Te has encontrado con la persona indicada — le quita la maleta a Sofía de la mano y luego coge la mía — síganme.

Seguimos los pasos de Diego hasta el patio central de The Cass, todo esta lleno de colores, chicos sentados en el suelo, algunos tocando música y otros divirtiéndose en la cafetería. Continuamos con nuestro recorrido hasta que a lo lejos una pareja llama mi atención, no porque sean felices hablando si no porque es Matías quien esta ahí, me detengo en seco, Diego y Sofía se dan cuenta de que al que he visto es a Matías. Le sigo observando y siento como los celos recorren mi cuerpo, sin embargo, no me dejo llevar por la rabia después de todo no soy quien para reprocharle si es que esta saliendo con alguien nuevo. Ellos siguen con lo suyo hasta que llega la hora de despedirse pero no lo hacen de beso en la boca como lo esperaba, ella le besa en la mejilla y se va alegre, como si Matías le hubiese dado ilusión en sus palabras.


Nota: Doble capítulo porque se lo merecen, gracias por tanto <3

Prometo amarte © | PA#3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora