Capítulo 25

523 55 26
                                    

IMPORTANTE: Antes de comenzar a leer ponle "play" a la canción que esta en multimedia.

~*~

Lilian

Despierto en la oscuridad de mi habitación, siento su brazo envolviéndome con fuerza como si me fuera a escapar. Debería ser yo quien debería tenerle de esa forma, nos quedan pocas horas juntos y prácticamente se pasará volando tiempo.

Me doy la vuelta sobre la cama sin apartar su brazo de mí y poder mirarle mientras duerme, aprovechando de que por la ventana entra un poco de luz. Pero para mi sorpresa él se encuentra con los ojos bien abiertos; de seguro esperó toda la noche a que despertara.

— ¿Has dormido un poco aunque sea? — pregunto.

— No — me sonríe —. Me quedé despierto para escucharte decir mi nombre dormida.

Me río. Por lo que sé, no hablo mientras duermo.

— ¿Y lo hice? — de igual manera me gustaría saber.

— Sí.

Abro los ojos sorprendida.

— Tres veces.

— Siéntete afortunado, no digo nombres al azar — bromeo para no parecer avergonzada.

— Te voy a extrañar.

— También yo — beso la punta de su nariz.

— Si no llamo, no especules que no pienso en ti — besa mi mejilla —. Sabes que a cada momento te tendré presente — ahora besa mi otra mejilla —. Eres el más grande amor de mi vida — deja un beso tierno sobre mis labios.

Cierro los ojos, me dejo llevar por las pequeñas cosquillas que se hacen en mi cuello mientras besa cada centímetro de el, desvía el camino de besos hacia uno de mis hombros, baja la manga de mi camiseta y continua con su objetivo. Sus manos suben lentamente desde mis caderas hasta mis pechos para masajearlos. He extrañado tanto sentir su tacto sobre mi piel que en cualquier momento creo que perderé el control.

Nos quitamos la ropa lentamente sin retirar la mirada de sus ojos azules. Dejo que se ponga sobre mi, abro las piernas para dejarle acceso libre a lo que hemos deseado hacer desde que nos hemos reencontrado. Matías sin meditarlo mucho, separa mis piernas a un más para que una parte de el entre mí, haciendome soltar un gemido de placer al sentirle. Se mueve suave e imito sus movimientos que cada vez se van haciendo más intensos y más placenteros. Le tomo por el cuello y me apodero de su boca para bésale ferozmente, pero él se aparta un poco para poder respirar.

Mis ojos se vuelven a encontrar con los suyos, siento como mi mundo se detiene y mi corazón está apunto de salirse de mi pecho con tanto amor que siento por él. Acaricio su pecho, ahí donde esta su corazón y lo siento latir al ritmo del mío.

— Eres el lugar al que siempre quiero volver.

***

Ha llegado la hora de que deje que se vaya, tengo el corazón igual que un papel arrugado, me duele tanto que solo quiero quitármelo del pecho. Me ha pedido que no le acompañe hasta el aeropuerto, ya que nuestra despedida se hará más difícil de lo que es.

No he parado de llorar desde que aquellas palabras, ni siquiera hemos podido acabar de hacer el amor porque la tristeza me ha invadido por completo. Se va y como una idiota estoy dejando que lo haga.

— No llores, Lily — seca mis lágrimas.

Tomo su mano y la beso por última vez.

— Tienes que seguir con tu vida.

Niego con la cabeza.

— Voy a echar de menos cada maldito segundo que he pasado riendo contigo.

— Te amo.

— Entonces quédate — le ruego.

Él hace un movimiento negativo con la cabeza. Besa mi frente y se encamina hasta la puerta de entrada, la abre para volver a mirarme.

— Una vez mi mejor amiga me preguntó si acaso no podría demostrar debilidad y me desafío diciéndome que un hombre de verdad sabe amar a una mujer — su mandíbula se tensa y sus ojos se llenan de lágrimas pero se contiene para no llorar como yo —. Pues te tengo una noticia — finge una sonrisa — un chico como yo si pudo demostrar debilidad y también supo amar a una sola mujer de verdad... siempre fuiste tú, Lily— dice apenado.

Da un paso a la calle y cierra la puerta tras él, dejándome encerrada en la soledad de mi casa. Me apoyo contra la pared y me dejo vencer por el llanto al caer en cuenta que esas palabras fueron las que le dije una vez... el día uno en que decidí apostar por verle feliz. Me dejo caer al suelo y escondo mi cara entre mis manos para reprimir un grito de dolor.

***

No sé cuanto tiempo pasé en el suelo ahogándome con lágrimas y lamentos por haberle perdido, porque a decir verdad nada de esto nos hubiera pasado si esa noche no lo engañaba con Cesar.

El timbre suena fuerte por toda la casa, hace meses que solo hay silencio. Me levanto de mi lugar y golpeo la puerta.

— ¡No necesito que alguien venga a consolarme! — Grito, pero el timbre no para de sonar — ¡Vete! — chillo una vez más para que se vaya, no obstante el timbre suena como si hubiesen dejado pegado un chicle sobre el botón. Sería una broma muy pasada de moda.

Opto por abrir la puerta y ver a la persona que ha tocado incesantemente el timbre. La abro y antes de que diga algo sus labios ya están besándome como si la vida dependiera de ello.

Me pongo rígida pero luego me relajo gracias a sus deliciosos labios. Disfruto de su beso como si fuera el último, aunque todo haya pasado tan rápido sé exactamente a quien estoy besando... sus labios me los he aprendido de memoria, sin embargo, nunca me sacio lo suficiente. Me alejo un poco de él para verle a la cara, no aguanto ni un segundo más sin ver sus ojos aunque lo haya visto por última vez hoy.

— A la mierda Londres, no me gustaría estar en un país sin mi Lilian — me besa con ansiedad —. Nunca debí pensarlo, perdóname — me da un beso corto — me quedaré aquí contigo por siempre.

Fin.


~*~

Nota: Si llegaste hasta aquí eso quiere decir que has llegado al final de recorrido por esta historia de amor que ido construyendo hace aproximadamente año y medio.

No sé como agradecerles lo fieles que han sido con esta historia, por votar y comentar, y es por eso que también debo pedirles disculpas por tardar tan tiempo en darle un final o actualizar algún capítulo. Sinceramente desde que terminé con Cien días con Agata me ha costado bastante despedirme de Matías y Lily, que por eso les di una segunda y tercera parte. 

Ya no sé que decirles, quizás no sea una despedida al cien de estos personajes que tanto he amado y puede que sea un descanso para poder seguir escribiendo más historias de amor como por ejemplo Lo más bonito de ti (que de hecho si aun no la leen vayan por ella) jaja. En fin, GRACIAS POR TANTO, estaré eternamente agradecida de ustedes y de su cariño hacia mis personajes :') Les amo infinitamente y les envío un abrazo gigante desde mi escritorio. 

 

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.


Prometo amarte © | PA#3Onde histórias criam vida. Descubra agora