[11] Día 16: Problemas del primer mundo.

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Los golpes que estaba dando el gorila en la puerta provocaron que Camila y yo nos despertásemos sobresaltadas. ¿Cómo sabía Keir que Camila estaba en mi habitación? Seguro que se lo había dicho su querido Chris. Mi hermano es tonto, no le habrá salido bien la cita y tiene que joderme la mía, o lo que sea esto.

— No quiero irme... —murmuré abrazando a Camila para que no se pudiera levantar.

Sí, soy Lauren Jauregui y estoy siendo cariñosa. No me juzguéis.

— Si Keir llama es porque quiere algo, Laur. —dijo intentando liberarse.

— Seguro que ha llegado Mike, por eso quieres levantarte.

— No digas tonterías, Laur. Alguien está de muy mal humor por las mañanas.

Primero, siempre estoy de mal humor. Segundo, es imposible no estar de mal humor si un gorila te despierta dando golpes. Tercero, intento abrazarte y no me haces ni caso.

Podría seguir con la lista pero es demasiado odio hasta para mi.

Me aparté y abracé a la almohada. No iba a levantarme para verle la cara al rey de las tartas.

Camila abrió la puerta y Mike no estaba allí, solo Keir. No tenía ganas de moverme, así que fingí que estaba dormida.

— Tenéis que dejar las habitaciones libres en una hora. Después, iremos a Oregon.

— ¿Tan pronto?

— Camila, son las 12 de la mañana. No sueles ser tan dormilona.

No suele ser dormilona porque Mike la deja dormir y yo no.

Lauren 1 - 0 Mike.

Camila salió de la habitación y cerró la puerta. Entendía que la cantante tenía que recoger sus cosas pero podría haberme dado un beso antes de irse y dejarme sola y abandonada. Quizás estoy dramatizando, pero siento que no me hace ni puto caso después de lo que pasó anoche.

Reuní fuerzas para levantarme de la cama y recoger. Por suerte no era de esas personas que sacaban toda la ropa de la maleta y la colocaba en el armario para tener que doblarla y guardarla un día o dos después (ejem, Chris...). Solo tuve que cerrar la maleta y tirar la caja de pizza y los vasos que usamos ayer. Al terminar me asomé por la ventana, quería saber a qué me enfrentaría al salir del hotel. Parece que el ejército se había rendido, no había nadie. Gracias, Satán.

Salí de la habitación para dirigirme a recepción. Allí estaba Chris hablando con Ally. Vaya, parece que la cita si había funcionado. De nada, hermanito. A partir de ahora me llamaré Lauren Cupido Jauregui, olvidaos del Michelle. Te consigo una cita por 50$ (me conformo con una cerveza si me caes bien).

Al verme, Chris se acercó. Seguro que quería contarme detalladamente su maravillosa cita con su maravillosa chica que no la ignoraba la puta mañana siguiente.

— Lauren, te quiero.

— Gracias, pareces ser el único.

— Ally es genial, me ha dicho que jugaría conmigo a la playstation. Deberías aprender de ella. Además, siempre está sonriendo.

— ¿Eso quiere decir que viene con nosotros en el bus? Te adelantas, Jauregui.

— Ni de coña, no quiero que la espantes con tu mal humor. No, Lauren, ahora en serio. ¿Qué te pasa?

Camila no me mira. Camila no me habla. Camila no me ha dado un beso de buenos días. Mike Lex existe. No puedo comerme una tarta tranquilamente porque me acuerdo de que Camila tiene novio y no soy yo vestida de hombre. Ahora tú tienes novia, lo cual me parecía estupendo si yo no estuviese enamorada de Camila. Joey no me hace ni puto caso desde que le dije que no sentía nada por él aunque me prometió que no pasaba nada. Los fans que tengo solo me quieren porque fantasean pensando que Camila y yo tenemos un amor secreto. Definitivamente, estoy sola en el mundo.

Instant Crush [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora