Eres Lo Que Necesito | Aguslina

6- Desistir...

La noche se le hizo eterna y casi no pudo dormir. El despertador corto con el silencio en el que se encontraba su habitación. Se levantó pesadamente de su cama, era lo que menos quería, pero no podía faltar al colegio.

Salió de su casa mientras llamaba a su padre.

-Hola... papá... me desperté y no estabas... me voy al colegio, quería preguntarte si vas a volver para almorzar... o... Marta tiene el día libre y... dejó comida en la heladera, Llámame cuando escuches el mensaje-

Debería terminar de acostumbrarse a las actitudes de su padre, pero le dolía. Era la familia más cercana que tenía. Ese llamado la puso aún más triste de lo que estaba.

-Que cara traes- una voz a su espalda la sobresalto.

-¡Ay! Me asustaste- se llevó la mano al pecho- ¿Qué haces aquí?- le preguntó mientras seguían en marcha.

-Que humor amiga- se rió Karol- Le pedí a mi papá que me trajera, no quería que caminaras sola hasta el colegio- al escuchar eso Carolina sintió algo muy raro en su interior. Alguien se preocupaba por ella.

-¿Es en serio?- le costaba creerlo.

-Si es neta. Ayer te escuché decaida y por cómo vienes hoy pues se nota que no estás bien- Carolina sonrió- Ya ¿me vas a contar lo que pasó o no?- y así conversaron de todo lo que sucedió con su padre la noche anterior.

-Y... ¿No tienes nada más que contarme?- Caro la miró extrañada por lo que preguntaba.  Ya se lo había contado todo.

-Si... No hay más que eso- trató de hacer memoria mientras entraban al colegio.

-¿No? Mira tú- ¿Porqué la miraba así? Estaba incomodandola la cara que ponía- Y... ¿cómo estuvo el camino hasta tu casa?- Ya sabía a que se refería. Involuntariamente sonrió de sólo recordar- ¡Esa sonrisa uy!-

-¡Shh! No grites- le pegó en el brazo- Estuvo bien, tranquilo- trato de quitarle importancia mientras se sentaban en sus lugares.

-Estuvo bien romántico- continuaba gritando- Mira que mi primito no es de ser caballero, pero contigo fíjate que cambio- la risa de Karol era muy contagiosa por lo que Carolina también comenzó a reírse. Se volteó pues la profesora acababa de entrar al curso.

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Después de terminar el horario de clases Karol invito a Caro a almorzar en su casa. Ella sabía que su padre no estaba y no quería que pase mucho tiempo sola. Carolina no tuvo otra opción y aceptó, llevarle la contraria a su nueva amiga no funcionaba.

-Hola mamá, papá llegamos- gritó Karol cuando entraron a la casa. Ya había llamado a su madre para avisarle que Carolina comería en casa.

-Hola hija bienvenidas- beso la mejilla de ambas y se presentó - Soy Mónica un placer Caro. Mi hija me contó que eres una muy buena bailarina- Carolina se sonrojo y sonrió timidamente.

-Gracias, pero ella exagera un poco- estaba apenada.

-No exagero amiga, eres la mejor del mundo mundial- se reía como siempre- ¿Papá no está? Quiero que conozca a la niña más inteligente de mi salón - y continuaba apenandola.

-No hija. Llegará un poco más tarde para llevarlas al Instituto- que distintas eran sus familias- Pero ya pasen a sentarse. Espero que te guste la comida Caro- se sentaron en la mesa y conversaron de todo. Carolina terminó por hablar de su madre y se llevó unos cuantos abrazos.
Cuado el padre de Karol llego, pasaron por la casa de Caro así recogiera sus cosas para ir al Instituto.

-Mira ahí viene tu príncipe- Carolina miró hacía donde le indicó y observó que Agustín venía hacía ellas. Justo cuando iba a pasar por su lado tomó aire para saludarlo pero el ni siquiera volteó a verla. La ignoró completamente. Estaba confundida ¿Qué le pasaba?

-Q...qué... ¿Y esté?- hasta Karol estaba asombrada por la actitud de su primo. Carolina estaba en una situación bastante incómoda por lo que apresuró el paso hasta el salón diciéndole a su amiga que no importaba.

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Con la guitarra en su espalda comenzó el camino hasta su clase, cuando las vio. En realidad la vio ¿Que te pasa Agustín? Es sólo una niña. Había pensado bastante en ella y sentía la necesidad de protegerla pero debía desistir de eso. Él no se preocupaba por las chicas. Debía ignorar a Carolina. Eso haría.
Cuando estuvo al lado de ellas vio como Caro amagaba saludarlo y cambio la cara. No podía acercarse a ella, sólo era la amiga de su prima y así está bien.