A medida que marca tus pasos,
Sé que estas a punto de llegar,
Echar mi vida a pedazos,
O hacerme bailar.Veo que dice que son las diez menos cuarto, pero en realidad lo que me importa es el segundo que te acerques a mí... No importa cuánto comparto,
Sólo el tiempo que el reloj dicte para ti.Cruzo mis brazos, me frustra...
Tu llegada se ha alargado.
En vez de esperar una llamada,
veo la televisión... Espero un mensaje. De pronto suena la puerta,
¿Qué crees?No eres tú. Es la vecina que me avisa que más abajo ha ocurrido un accidente.
Claro, lo primero que se me viene a la mente...
¡Ignacio! ¡Su auto! ¡Mi vida!El reloj me indica que ya pasó una hora...
Cuando a mi puerta justo a tiempo o destiempo, aparece mi Ignacio, con un ramo y una tarjeta para mí, en demora o no..Él está aquí.Que me importa el tiempo, este minuto se ha convertido en el momento.
Ya me contó de como le fue en su trabajo, ya me dijo como me extrañó...
Y el tiempo ya indicó que han sido cuarenta y cinco veranos desde esa conversación...
Y el reloj no nos ha podido separar, y el tiempo no nos ha podido callar.En vez de minutos, los años me han sabido enseñar que el reloj mide el tiempo de manera capaz. Pero que el amor sólo se mide de latido en latido, de compás en compás.
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Los 365 Poemas
PoetryTodos los dias.. Algo para leer todos los dias. Para reir, llorar y seguir luchando.