No me conoces.

10.La Luna De Testigo.

Llegamos a su casa y me comenzó a besar, era lindo, tierno, dos personas que han sufrido tanto ahora están haciendo lo posible por ayudarse uno al otro.
Me levanto haciendo que enrollara mis piernas en su cadera, yo tome su rostro entre mis manos y lo acercaba más a mi, el comenzó a avanzar y a subir las escaleras, llegamos a su habitación y estaba todo oscuro a excepción de la luz de la luna que entraba por la puerta de cristal que tiene para ir hacia el balcón, me posó sobre la cama y quedo arriba de mi.

Y aquí estamos solo el y yo con  la luna de testigo, viendo como dos amantes llevan acabo la osadía del amor.

Comenzó a bajar el cierre de mi vestido con una lentitud que mataba, acariciaba cada parte de mi cuerpo cuando comenzó a quitarme el vestido, sentía sus manos pasar por cada rincón, yo  le quite el saco y la camisa tocando con mis dedos sus tatuajes, el me seguía besando, quede solamente en sostén y bragas, el se alejo un poco de mi y admiro mi cuerpo, sonrió y se quitó el pantalón quedando en bóxer, se acercó de nuevo a mi y me dio un casto beso y me mordió levemente el lóbulo de mi oído.

-estas segura de esto, después no podré detenerme.

-Si estoy segura.

Me beso de nuevo y bajo hacia mi cuello dando pequeños besos y mordiscos, con su mano bajo un tirante de mi sostén y recorría mi brazo, yo con mi mano toque su espalda haciendo un recorrido con los dedos, se deshizo de mi sostén, sus besos comenzaron a descender, paso por el valle de mis senos y dejo un beso ahí, llego a mi vientre y no dejaba de besar, paso una de sus manos suavemente por uno de mis senos, llego a la orilla de mis bragas y tomó el resorte con los dientes, volvió a pasar su mano pero ahora por mi otro seno, tome yo la iniciativa y de un momento a otro me coloque sobre el, bese su abdomen y comencé a subir poco a poco, sentía como se estremecía ante mi tacto, llegue a su cuello y deje suaves besos, se sentó y me atrajo hacia el juntando nuestros cuerpos y acariciado mi espalda yo por mi parte acariciaba su cabello, volvimos a girar y el quedo sobre mi de nuevo, bajo hasta llegar a mis bragas, una vez ahí las comenzó a bajar despacio, haciendo que me estremeciera, se deshizo de ellas y beso la parte de adentro de mis muslos mandando corrientes a todo mu cuerpo, el se deshizo de su bóxer, sacó un paquete plateado de su pantalón y se lo puso, se colocó entre mis piernas y me Miro una vez más.

-te quiero Sam - dijo, me beso y me Penetro despacio haciendo que arqueara la espalda.

Sus embestidas eran lentas tanto que mataban, comenzó a aumentar el ritmo de sus embestidas y yo arañaba su espalda, por primera vez estaba haciendo el amor.
Todo en mi tenía una sensación inexplicable, me besaba y se adueñaba de mi cuerpo, estaba por llegar a la cima y el matenia su ritmo, un par de embestidas más sentí tocar el cielo, arañe más fuerte su espalda y cayó rendido al igual que yo.
Se colocó a mi lado, se quitó en condon y lo aventó a alguna parte de la habitación, me acerco a el y me abrazo.

-Gracia por esta noche Sam ,ahora descansa - dijo y yo caí en un sueño profundo.

Al despertar mire a mi alrededor y Eloy no estaba, me puse boca arriba en la cama y si sonreí como una idiota, a los pocos minutos el entro con una charola en sus manos. Me sente en la cama cubriéndome solo con la sábana blanca

-Buenas tardes Princesa. - dijo

-tardes? - pregunte dudosa

-Si ya son las 2 de la tarde.

-por dios, tan tarde.

-si pero ahora tienes que comer - dijo y acercó la charola a la cama, saben lo lindo que es que el hombre que  te hizo el amor te traiga el desayuno bueno comida a la cama, ni se lo imaginan, ni siquiera franco tuvo ese detalle conmigo.

-Que vamos a hacer hoy - dijo tomando un trozo de fruta.

-mmm la verdad no me quiero levantar.

-por mi mejor, así serás mía de nuevo - dijo de manera coqueta.

-sabes nunca antes, había hecho el amor con alguien.

-Ni siquiera con franco?

-por que arruinar el momento de mi confesión - dije y el sonrió - No ni siquiera con franco.

-Sabes yo tampoco nunca le hice el amor a ninguna mujer.

-Ni siquiera a miranda - dije y su semblante cambio.

-Sam no quiero hablar de ella, hacerlo hace que recuerde mi pasado. - dijo serio y de una manera un poco brusca

-Bien, lo... Lo siento.

-No, perdoname a mi, no debí contestarte de esa manera.

Por que nuestro pasado nos persigue? , no lo se, pero a el aun le afecta mucho, tratare de ayudarlo más un mes no basta, pero lo seguiré intentando.

Lo siento chicas este capítulo si es mucho más corto, pero así sería este solamente, pero prepárense, adivinen quien regresa a mover más el pasado y sentimientos, guardados por muchos años