Capítulo 3:

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Llegaron al amanecer y por sorpresa fueron los primeros. A decir verdad, prácticamente no hablaron a la vuelta y, por eso, se les pasó el tiempo más lento de lo normal. Incluso llegaron a pensar que eran los últimos. Al saber de la noticia, Eren agarró y estrechó la mano de Mikasa y timidamente la joven deshizó el nudo que él intentaba crear.

- Soldados, ¡firmes! -gritó el sargento desgarrandose la voz- Hay un dato que decidí no comentaros ya que sabía que a muchos miedosos no les gustaría.

Se formó un silencio muy extraño. En todas las cabezas de los jovenes, "¿A qué espera para contarlo?", "¿Es una broma?". Nadie preguntaba hasta que una voz fuerte, segura preguntó.

-A caso está dudando en decirnoslo, no todos aquí somos unos gallinas. -Contestó el castaño con tono desafiante.

A Mikasa se le volvía a caer un mundo encima, se le hacía muy dificil escuchar esa voz pensando en que no podía volver a esos tiempos más felices pero, al mismo tiempo, sabía que nunca ss hartaría de escuchar ese dulce timbre ya que lo era todo para ella. Eso era Eren, su mundo, su vida entera y su salvación creaba su existencia.

-Eren dejalo. -Mikasa agarró su mano y así distrajo su atención, más bien evitó que le encargaran más trabajos extra de los que tenía,

-Justo sois vosotros dos con los que quería hablar.- A lo que Mikasa respondió sin dudar.

-¿Qué quiere?- Eren la observó con asombro.

El sargento hizo un gesto para que fueran con él y llegaron a una especie de patio que había al lado de las habitaciones.

-Voy a ser directo, nos han propuesto hacer una especie de misión y teníamos que enviar a nuestros mejores cadetes, por eso, lo que hubieran quedado primeros, los enviariamos.

-¿Nosotros?

-Exacto, no es una misión complicada, pero nunca está mal prevenir y enviar buenos soldados.

- ¿Y en qué consiste esa misión?

- Ni yo mismo lo sé. -Contestó con un tono arrogante- Lo que sí sé es que mañana os encaminaréis a una parte del muro más exterior, concretamente en un bosque. Durará un mes, y una vez allí os darán la orden.

-De acuerdo. -Eren aceptó con una sonrisa satisfactoria.

-Dicho esto me voy, os espero mañana temprano. -Se despidió levantando la mano.

¿A caso eso significaba que iban a tener que convivir juntos durante todo ese tiempo?

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Aquí lo tenéis, ¡espero que os guste!

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