¿Qué somos? EREMIKA

Capítulo 4:

Narra Mikasa:

No hacía más que revolverme entre mis sábanas desde que había recibido esa noticia. Otra vez sin poder dormir, pero lo extraño es que no eran los mismo motivos que siempre me destrozaban por dentro desde mis pesadillas. Simplemente eran las ganas, la ilusión de poder vivir algo así, solo con Eren. Pero toda esa ilusión se convertía en nervios, que me traicionaban haciéndome recordar el momento en el que ese chico de mis pensamientos me decía que me iba a demostrar que me amaba. Eren... Si tú supieras las ganas que tengo de poder estar a tu lado cada noche para poder erradicar de una vez estas horribles pesadillas que solo me hacen dudar...

Decidí que era el momento de dejar a mi mente descansar así que me dispuse a ausentarme de aquella diminuta habitación y huir a el lugar donde podía ver a través de mi. Caminé alrededor de diez minutos y logré llegar pero mis ojos pudieron confirmar que no estaba sola. Chasqueé mi lengua provocando que ese idiota que tanto quería se girara dedicándome una de esas hirientes sonrisas que provocaban fuego en mi interior.

-Volvemos a estar igual. -Comentó golpeando la hierba con una mano para que me acomodara a su lado.

-Hmph... -Me limité a ''decir'' mientras me acomodaba en el sitio acordado.

Vi como sus ojos dirigían una mirada algo melancólica a un pequeño lago que tenía enfrente. Hice lo mismo, si siempre iba a aquel lugar era porque me reconfortaba mirar el reflejo de las estrellas en aquella agua cristalina. Inevitablemente miré tras mis pies aquella imagen tan preciosa mientras escondía mi rostro en mi bufanda. Sentía mi corazón tan pesado... Recordaba todos los errores que cometí y en los que pude cometer, pero quedarme a tu lado no sería ninguno de ellos. En ese momento algo me apartó de mis pensamientos. Eren me había agarrado de hombro y tiró de mi hasta que quedé recostada en el suelo. Él solamente se quedó observándome y susurró:

-Tú tan solo duerme. -sonrió levemente sin mostrar sus dientes.

-Idiota, como quieres que duerma si me miras así. -Acto seguido me sonrojé y tapé mi cara con mis manos desviando la mirada hacia un lado en el que no pudiera encontrarme con esos ojos hipnóticos. Eren rió levemente.-De verdad eres un idiota... -Susurré cerrando mis ojos, pero antes de caer en el sueño escuché como él se recostaba a mi lado soltando de su boca un ''claro que lo soy, soy un idiota por ti''. Sonreí. Cuanto te quiero, idiota... Ojalá algún día te lo pueda decir...

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Se podría decir que he vuelto definitivamente aunque ya no os lo creáis, ¡mañana nuevo capítulo! Espero que os haya gustado. :)