Scorse

La nueva Rose

Rose sintió esperanzas cuando vio ese destello. Ese destello del chico del que se había enamorado, ese chico que estaba ahogado por una persona que no era el verdadero Scorpius. Estaba ahí, ella lo había visto. Tenía que hacer algo para resucitarlo, pero ¿qué?

Lo único que se le ocurrió, fue tratar de darle celos con Ralph. Rose nunca había sabido coquetear, pero supuso que bastaría con pasar tiempo con él para obtener una reacción. Tuvo razón, pero desgraciadamente no fue la reacción que ella quería. Con quien sabe que pretexto idiota, fue a buscarle pleito a Ralph, y ambos habían acabado en la enfermería. Rose se sintió mal porque fue su culpa que buscara a Ralph, si ella no se hubiera acercado a él...

Necesitaba cambiar de estrategia, ¿mujer fatal quizá? pero si coquetear no se le daba, arreglarse mucho menos... necesitaba ayuda profesional.

Ginny Weasley se había sorprendido de recibir una carta de su sobrina, en ella, le pedía que la fuera a ver al colegio, pero que no le dijera nada ni a su mamá ni a Harry. Le pidió que no se preocupara, que sólo quería consejo, pero aún así Ginny estuvo inquieta toda la mañana. Por la tarde, se apareció en la chimenea de McGonagall, pero se topó con algo que no esperaba. Draco Malfoy había sido llamado, y al parecer, aún no terminaba su discusión con su hijo. Cuando Ginny llegó, los encontró gritándose y manoteando.

- Lo siento.. Draco... no sabía que estabas aquí...

Los rubios se miraron agitados, pero Draco tratando de recuperar la compostura le dijo a Ginny

- No hay cuidado, ya habíamos terminado de hablar

Sin decir nada más, Scorpius salió del despacho sin mirar ni a su padre ni a Ginny

- ¿Y quién es el tuyo?

- ¿Cómo dices?

- Tu chico problema, por quién estás aquí hoy

- Ah, ninguno... vine a ver a Rose de hecho

Draco rodó los ojos y comenzó a caminar

- Entonces me voy, si la veo en este momento no seré tan amable

Ginny no dijo nada, pero le dolió que Draco culpara a Rose por la conducta de Scorpius, ella había cometido un error, terrible, pero el chico había sido sumamente inmaduro al respecto... de hecho había ido mucho más allá, ya todos pensaban que esto no tenía que ver con Rose y que realmente el chico disfrutaba siendo un rebelde.

Momentos después, Rose entró al despacho de McGonagall

- Hola tía - le dio un abrazo a la pelirroja - gracias por venir, ¿no dijiste nada verdad?

- No... pero ¿por qué tanto misterio?

- Es que necesito ayuda, y la verdad, es que me muero de pena por pedírtelo, pero... no sabía a quién acudir

- Sabes que cuentas conmigo cielo, ¿en que te puedo ayudar?

- Pues... necesito que me enseñes a arreglarme un poco...

Ginny primero se alegró, pero luego se preocupó, ¿lo estaría haciendo por las razones equivocadas?

- Rose, me encantaría ayudarte, pero tengo que preguntar, ¿es por él?

- Si... - reconoció ella después de unos segundos, mirando al suelo y poniéndose colorada

- Rosie... te agradezco la confianza y por lo tanto, espero no me tomes esto a mal pero... creemos que a estas alturas, lo mejor es que te alejes de ese chico... ha tomado un camino muy oscuro, su actitud ya le está dando problemas a tu madre con Draco, ha actuado sumamente inmaduro y ha llevado su conducta a los límites, estoy segura que tu lo debes saber mejor que nadie, tu convives aquí con él y sus desplantes todos los días, entonces, ¿por qué? ¿por qué quieres hacer esto por él?