Prólogo

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Estaba descansando en un árbol mientras analizaba unos poemas para la clase de literatura, hasta el momento encontré sólo las comparaciones de que la persona amada era un monstruo que buscaba destruirte. Me parecía cuanto más bajo que dependiera de la felicidad que le brindara otra persona en vez de la felicidad que uno puede crear para sí mismo; no me gustaba en absoluto.

En ese entonces escuché las voces de unas chicas que no tenían vida propia y su modo de estar bien con ellas mismas era degradar a los demás, escuchando atentamente advertí que hablaban de un chico al que ocasionalmente he observado, su aire me provocaba curiosidad mas se denotaba su sufrimiento. Hablaban de Nico Di Angelo.

En ese momento él pasó y ellas fueron a engatusarlo, sentí una ira interior por lo idiotas que son y me fijé más en aquel chico.

En aquel momento pasó ignorando a las chicas, sin embargo, su mirada. Al ver su miraba pude saber que aquello no le gustaba en absoluto y le hacía daño.

—Tengo que hacer algo— me prometí a mi persona dejando de lado aquel poema. Prefería hacer algo para ayudar a una persona que estar sin hacer nada en aquella situación.

Dear NicoWhere stories live. Discover now