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Es como estar en una nube que no para de subir, no puedo creer que la besé. De todos modos, eso no significa nada para ella... Mañana saldremos y la verdad no tengo idea a donde, no se me ocurrió preguntarle, ni siquiera le pregunté que le gustaría, soy un desastre. Se supone que debería sorprenderla o algo, pero casi no salgo, no sé qué destino debería elegir.

Apenas terminó la clase, fui hasta la pequeña plaza que había en la facultad, me senté bajo un árbol para preparar un examen que tendré a la hora siguiente, pero no alcancé a abrir mi cuaderno y Rebeca se sentó junto a mí.
― Hola Dani
― ¿Dani? ―es que no soporto que me llamen así.
― Si, así te diré a partir de ahora― solté una sonrisa nerviosa.
― Dime Daniel, Dani no me gusta.
― No me importa― levanté las cejas, ignorando el comentario ― ¿A dónde iremos hoy?

― Iré a donde tú quieras ir ―dije con una sonrisa nerviosa.

― Tú me invitaste.
― ¿Qué te parece un picnic? ― ella me miró seria y después empezó a reír.
― Eres muy gracioso― dijo retomando la compostura, bueno, con esa reacción descarto por completo esa opción, ¿por qué no le gustaría? Son cosas simples de la vida.

― Si... por supuesto que no hablaba en serio. La verdad no se me ocurre nada, ¿a dónde quieres ir?
― Vamos a un local nocturno que inauguraron hace unos días, tengo las ganas de ir― eso no me lo esperaba, antes de conocerla pensé que coincidiríamos en más cosas, empezando en los gustos o en los lugares que preferiríamos frecuentar.

― ¿A una discoteca? ¿No prefieres un lugar en donde podemos estar más tranquilos?
― Mientras más gente mejor ― me miró y se acercó más a mí ―. Después estaremos solos― un escalofrío recorrió mi espalda. Me dio un corto beso y se fue. Impactado. Sinceramente pensé que iríamos a un lugar más tranquilo, no a una discoteca, no soy de fiestas, nunca lo he sido, prefiero estar en un lugar tranquilo leyendo un libro o algo. Aún no puedo creer que me haya propuesto eso.

***

Salí del salón de clases sumergido en resignación y decepción, estoy casi seguro de que tendré una calificación baja en este examen, lo hecho hecho está, tendré que estudiar más para el siguiente. Son las tres de la tarde, y por un segundo lamenté haberle dado mi almuerzo al cachorro que vi en la mañana, me compré en la cafetería un muffin y después me fui a la biblioteca, necesito estudiar, no puedo seguir bajando mis calificaciones.

Pasó el tiempo relativamente rápido, por lo que fue un estudio productivo, por supuesto no voy a negar lo distraído que estaba por el compromiso de esta noche, saldré con Rebeca, y mucho menos puedo negar lo ansioso que estoy. Levanté la mirada para visualizar la ropa que me pondría, y justo la vi caminar en mi dirección, con una sonrisa perfectamente dibujada en su rostro. Me erguí, devolviéndole la sonrisa, y llevando mi mirada a todos lados menos a sus ojos, me pone nervioso cuando me mira tan directamente.

—Daniel... —apoyó sus manos en la mesa, quedando frente a mí.
—Hola —dije nervioso.
—Espero con ansias que termine el día —me dijo sonriendo, acercándose.
—Yo también... —intenté no parecer nervioso, pero no funcionó.
— ¿Te pongo nervioso? —dijo acercándose mas a mí.
— Eh... un poco..—miré hacia otro lado.
— ¿Un poco? — me dio un beso en mi mejilla, luego en el mentón, en las comisuras, hasta llegar a mis labios. 

***

¡Voy a salir con Rebeca! Seguramente las personas que me ven pensarán que estoy tranquilo, pero hay un apocalipsis dentro de mí, que por desgracia no puedo evitar. De la nada, me taparon los ojos, supe inmediatamente que era Rebeca, por la delicadeza y la calidez de sus manos, sonreí y toqué sus manos.
—Hola...— me dijo al oído. — ¿A qué hora nos juntaremos?
—La verdad... no sé, no voy a fiestas. ¿A qué hora abren el lugar que dices?
—A media noche —jugó con mi cabello. No sé si debería avergonzarme, pero a esa hora suelo estar durmiéndome —. ¿Te parece si pasas por mí a media noche? Podemos caminar, queda cerca de mi casa. Te enviaré mi dirección. 

Desilusión Iحيث تعيش القصص. اكتشف الآن