Dejó la manguera en el suelo regando a uno de los pinos y me metí dentro de mi casa, escuchando como las sirvientas hablaban algo entre ellas por lo que me acerqué hasta ellas.
- ¿De qué cuchicheáis tanto? - Las miré intrigada ya que nunca solían estar de aquella manera.
- Oh estábamos hablando sobre su mayordomo nuevo, señorita. Es muy apuesto - Me habló una de ellas, la cual tenía el cabello anaranjado.
Al escuchar las palabras "Apuesto" y poco después "Mayordomo", me quedé desconcertada. Que yo recuerde siempre eran viejos amargados.
Las miré arqueando una ceja.
- ¿Apuesto? - Dije sin creermelo mucho.
- Así es señorita - Me confirmó una chica de cabellos azulados, quien se incorporó hace un par de semanas.
Suspiré y fui hacia el despacho de mi padre sin decir nada más. Por muy apuesto que fuera ahora sería mi nuevo enemigo. Al estar llegando a su despacho divisé a Marco enfrente de su puerta (dándole la espalda a ésta), por lo que me intuí que mi padre estaba reunido con alguien.
- Marco - Lo llamé en cuento estaba apunto de llegar.
- ¿Si, señorita?
- ¿Con quien está reunido mi padre?
Miré a Marco quien iba a decir algo pero se quedó callado.
- ¿Mar...? - No terminé de hablar al sentir un aliento sobre mi oído.
- Es algo de su trabajo, señorita - Escuché susurra en mi oído por lo que me giré y observé al chico de hace unos minutos.
- ¿Sabes lo que significa E-S-P-C-I-O P-E-R-S-O-N-A-L? - Le deletree aquella palabra mientras me quedaba frente a él.
- Claro que lo sé, otra cosa es que quiera tenerlo - Soltó una pequeña risilla.
Lo miré seria.
- ¿Qué quieres?
- Nada, simplemente debo de cuidarla. Es lo que pone en mi contrato - Me sonrió burlón.
- ¿Así que tu eres el nuevo palurdo que tengo de mayordomo? - Sonreí.
- Quizás.
- Bien ¿que te parece si te llevo hasta tu habitación?
- No hace falta ya sé en donde está. Por cierto todo esto es suyo - Me quedé a cuadros al ver lo que me entregaba.
Al ver todo aquello me quedé sorprendida... Unas cuerdas, globos de agua, unas bolas de lodo, cubitos de hielo y un par de chinchetas.
- No debería de tener todas esas cosas puestas en la casa, podría dañarse - Me sonrió triunfal.
Lo miré mientras soltaba las cosas exceptuando dos globos de agua que me guardé.
- ¿Por qué piensa que debo de haber sido yo?
- Porque eres la más infantil de la casa.
Fruncí el ceño al escuchar aquello.
- Pero a la diferencia de una niña pequeña yo soy mucho más lista y se hacer muchas más cosas.
- ¿Ah si? ¿Cuáles? - Me dijo burlón.
- Pues que sin darte cuenta mientras estábamos hablando hice una trampa. Cualquier movimiento que hagas hará que estés lleno de pringue - Agarré unos papales que conseguí gracias a una de las trampas que puse en el despacho de mi padre que constaba con simplemente tirar de un pequeño hilito que escondí en uno de los jarrones - Ya veo así que eres Portgas D. Ace - Lo miré mientras entre mis manos agarraba unos cuantos hilos transparentes que me indicarían si aquel chico movía algún músculo.
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Mi Mayordomo (Ace x tn)
FanfictionUna historia cargada de todo tipo de emoción, celos, desenlaces inesperados, frustración, desamores, mentiras y miedos. Portgas D. Ace un chico solitario y misterioso, con un pasado no muy digno de admirar, es ahora TÚ mayordomo. Él no será un mayor...