Mi Mayordomo (Ace x tn)

CAPITULO 4:

Dejé a mi caballo en la cuadra y comencé a llevar como pude a aquel chico a mi casa. Entré por la puerta trasera para que nadie me viera y a medias arrastrándolo (porque no podía con él), subí a mi habitación y lo dejé sobre mi cama en donde fui al cuarto de baño a coger un botiquín con el cual, le cure las heridas.

Suspiré cansada y me senté en un sofá que había en los pies de mi cama mientras lo observaba dormir placidamente.

Tras unos minutos lo vi despertarse de un repullo y miró a todos lados hasta llevar sus ojos hasta mi.

- ¿Donde...estoy? - Me preguntó desorientado.

- En mi casa...te encontré malherido en mitad del camino...y pues no te podía dejar ahí...así que te traje aquí ya que no tenías pinta de mala gente...por así decirlo.

- Ah...gracias. Soy Monkey D. Luffy - Me dijo al momento.

- Soy (Tú apellido)  ______ - Me presenté.

- Un placer - Me sonrió y observé como se levantó mientras se estiraba.

- Igualmente...bueno y...¿que te pasó? - Lo miré.

- Simplemente huía - Me dijo mientras se encogía de hombros.

- ¿De que? - Lo miré más interesada.

- De... - No terminó de hablar al escuchar como abrían la puerta de mi habitación.

- Señorita - Escuché nada más abrir la puerta.

Observé como Ace entró y se quedó mirando fijamente a Luffy.

- ¿Quién es éste? - Dijo un tanto despectivo mirando a Luffy.

Observé como Luffy intentaba no tener contacto directo con Ace. Aquello me extrañó y decidí cubrirlo sin entender la razón.

- Es un amigo - Miré a Ace fijamente para ver su reacción.

- ¿Su amigo? - Arqueó una ceja mientras me miró igual que yo a él de una manera fija.

- Así es - Me levanté y rodeé mi brazo por el cuello de Luffy - Es un amigo de la infancia lo que pasa es que como vive lejos de aquí pues viene de vez en cuando - Le sonreí mientras escuchaba como Ace se aclaraba la garganta y volvía a poner su compostura.

- Ya... - Fijó está vez la mirada en Luffy quien simplemente miraba hacia el suelo - Simplemente quería decirle que la próxima vez que escape no le dejaré hacerlo tan fácil, imagínese que le hubiera ocurrido algo.

Sonreí ante eso.

- Que te llevarías tú todo la culpa ¿no es así? - Dije mientras me separaba de Luffy y me sentaba en la cama, posando mi pierna derecha encima de mi izquierda mientras sonreía divertida observando un leve tic que le causé a Ace en el ojo por mi arrogancia - Y después te despedirían - Vi como su rostro se puso serio mientras se acercó a mí lentamente y sentí como me cogió del cuello de la camiseta.

- Para tu información señorita listilla, me da igual si me despiden. Simplemente me importa hacer bien mi trabajo y si en ese tengo que protegerla y cuidarla eso debo de hacer. Así que me importa una mierda si me despiden. Si me despiden que al menos haya sido porque usted o su padre no me aguanten, cosa que me da igual si nos llevamos bien o mal ¿entendiste? - Me soltó de la camiseta cayendo a la cama los centímetros que me levantó - Buenas noches - Fue lo último que dijo saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de sí.

Miré como se iba extrañada por su comportamiento y poco después me levante sintiendo como Luffy me abraza.

- Gracias - Me sonrió mientras me abrazaba.

- No...es nada - Rodeé levemente mis brazos por su espalda pero al momento me separé y aclaré la garganta - Bueno...Em...¿me contarás quien te persiguió?

- Oh no te preocupes...no es nada importante. Ahora si no te importa debo irme, te agradezco todo - Me sonrió.

- Entiendo es tarde... Te acompaño hasta la puerta - Dije dirigiendo hacia la puerta de mi habitación para bajar hasta la puerta principal cuando escuché la voz de Luffy tras de mí.

- No hace falta - Me giré hacia su voz y lo vi subido en la ventana para bajar por esta - Por aquí puedo salir bien.

- Pero estamos en un segundo... - Le dije mientras observaba como salía por ella.

Al ver aquello me apresuré a la ventana y lo vi ponerse de pie en el suelo como si no se hubiera saltado desde un segundo. Miró hacia mi ventana y me dijo adiós con la mano y comenzó a alejarse de aquí hasta perderlo de vista, ya que se metió por el bosque.

Suspiré y me metí dentro de nuevo observando a Ace sentado en una silla enfrente de mí con el ceño fruncido. Iba ha hablar quejándome del porque estaba en mi habitación cuando escuché como empezó él a hablar.

- Antes de que hables - Me dijo dejándome con las palabras en la boca - Primero, no sabes mentir - Iba a quejarme de nuevo pero de nuevo él se adelantó haciendo que frunciera el ceño - Segundo, no debe tener contacto con ese chico y tercero, su padre quiere hablar con usted.

- Primero ¡¿cómo que no sé mentir?!, segundo ¿porque razón? y tercero ¿que quiere mi padre? - Lo miré ya por fin pude hablar.

- Porque se le notaba a leguas que usted mentía sobre la relación de amistad que compartía aquel chico y usted, ya que no es muy difícil de observar como lo acababa de conocer. La razón por la que no tiene que tener contacto es por la razón de que no le conocéis de nada y no sabe la intenciones que tendrá hacia usted. No crea que todo el mundo que parezca buenas personas lo sean. Y por último su padre desea hablar con usted sobre su cumpleaños y la fiesta que en éste habrá.

- Ya ya, pero aún sabes que voy ha hacer lo que me plazca ¿no? Para eso te pagan - Me acerqué y me quedé frente a él - Para protegerme ¿no es así?

- Así es, por esa razón le digo que no se acerque - Se levantó y se quedó frete a mí demasiado cerca para mi gusto.

- Si no me pusiera en peligro de que valdría su trabajo - Le dije divertida mientras me alejé de él unos pasos hacia atrás.

- En eso tienes razón sería aburrido, demasiado diría yo - Se posó sus brazos tras su nuca y soltó una pequeña carcajada.

Al escucharlo reí levemente.

- Bueno, debe ir con su padre - Me recordó.

- Cierto - Comencé a ir hacia la puerta y sonreí al ver un fino hilo transparente a la altura de los tobillos. Lo pasé disimiladamente.

Comencé a andar por el pasillo cuando escuché como aquel balde de agua helada caía sobre algo y al girarme y ver a Ace empapado comencé a reír.

- Serás... -Dijo mientras se quitaba el balde de agua - Ahora te vas a enterar - Observé como comenzó a acercarse hasta mi con otro balde de agua que no sé de donde lo sacó.

- ¡Kyaa! - Salí corriendo mientras éste me perseguía pero al bajar me acorraló y se comenzó a acercar a mí.

- Ahora te vas a enterar con tus dichosas bromitas - Se acercó más a mí y me lanzó el agua pero con rapidez lo esquivé y comencé a reírme.

- No me diste, pringado - Me reí más mientras iba hacia donde estaba la habitación de mi padre pero noté como me pegué al suelo - ¡Oye! - Intenté despegarme mientras escuchaba a Ace reír pero toda risa fue parada al ver a quien le cayó el agua cosa que hizo que Ace y yo nos pusieramos pálidos.

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Perdón si tarde pero estoy liada con el instituto y no tengo mucho tiempo. 

Bueno espero que os haya gustado.

Nos vemos en la próxima❤