La mudanza que le cambió la vida cap. 4

4.2K 187 9
                                    

CAPITULO 4



*Narras TÚ*

-Buenos días cariño -me despertó mi madre con voz suave.

-..., bu...buenos días mamá.. -le respondí medio dormida. -¿Qué hora es?

-Las ocho y cuarto, date prisa, que entras a las nueve, te llevo en coche.



Mi madre se fue de la habitación y me levante para prepararme. Lo primero que hice fue ir a desayunar, ya estaba todo preparado encima de la mesa del comedor, me lo había preparado mamá. Desayune un vaso de leche con cola-cao y un par de galletas, mi madre siempre me dice que eso no es suficiente para desayunar, pero a las ocho de la mañana no tengo mucho hambre que se diga...

Después de desayunar fui al baño a lavarme los dientes y a arreglarme, aun con los ojos entreabiertos del sueño. No me puse demasiado maquillaje porque no quería ir muy llamativa el primer día de clase, simplemente me puse un poco de rimel y algo de colorete. Siempre solía preparar la ropa del insti la noche anterior pero esa noche con todo el tema de la mudanza se me olvidó por completo, así que lo tenía que pensar ahora. Me llevó un rato largo hasta que me decanté por una camiseta blanca de encaje, preciosa, unos vaqueros ajustados y unas Vans, para estar cómoda. No hacía mucho frío y además yo soy muy calurosa así que opté por no llevar abrigo. Metí todos los libros en mi mochila nueva, ya que también se me olvidó hacerlo la noche anterior y fui a la habitación de mi madre para preguntarle si así iba bien.

-Mami, ¿qué tal estoy? - le pregunté a mi madre dando una vuelta alrededor de mí misma.

-Estas guapísima hija. -dijo mamá con una amplia sonrisa.

-Gracias, ¿estas lista?, ya son las nueve menos veinticinco y tardaremos unos quince minutos en coche, ¿no?

-Si, si, ya estoy. -me dijo dirigiéndose hacia la puerta.



Cogí mi mochila, me la puse y salimos. Mi padre aun estaba en la cama así que no me despedí de él, no quería despertarle, seguramente estaría muy cansado por el largo viaje del día anterior.

Una vez en el coche mi madre me notó algo nerviosa.

-Cariño no estés nerviosa, seguro que todo sale perfectamente.

-Si mamá, yo también lo creo, de lo que tengo miedo es de no encajar en San Fernando, de no encontrar amigas y amigos con los que estar a gusto, de eso tengo miedo, voy a echar muchísimo de menos a mis amigas y amigos de Bilbao... -le dije a mi madre a punto de soltar una lágrima.

-Oihane, hija, no te preocupes, muchísimas adolescentes como tú se tienen que mudar a causa de cualquier cosa, en tu caso por el trabajo de papá, y estoy segurísima de que harás amistades rápido, ya lo verás.

-Buf... eso espero.



Mamá arrancó el coche y nos pusimos en marcha, mientras íbamos en el coche yo iba escuchando música con los cascos puestos, escuchaba Undercover (Abraham Mateo). Me encantaba ese chico, él y su voz. No imagináis lo que me gustaría conocerle algún día, pero supongo que tendré que quitarme esa idea de la cabeza, ilusionarse es malo.

Cuando estaba escuchando Me gustas (Abraham Mateo), llegamos, por fin llegamos al instituto. Bajé la ventanilla y vi como entraba y salía muchísima gente. *Que nervios...* -pensé.

-Adiós mamá, a la salida recogeme aquí mismo, por favor. Recuerda que salgo a las dos y cuarto del medio día.

-Vale cielo. -me dijo mamá dándome un beso en la mejilla. -Y recuerda, todo va a salir muy bien, ¿si?

-Si mamá muchas gracias. -le dije sonriendo.



Entré al instituto. Wow, era enorme, bastante más grande que al que iba en Bilbao y los pasillos eran muy largos. Por fin encontré mi clase; 3º de la E.S.O. B. Entré y por suerte aun no estaba la profesora. Todos los alumnos estaban sentados encima de las mesas o de las sillas en grupitos charlando, así que me busqué un sitio libre y me senté. Estaba buscando mi libro de historia en la mochila cuando de repente se me acerca un chica, una chica de mi edad, bajita y castaña de ojos color chocolate.

-Eh, este es mi sitio. -soltó ella con tono de liderazgo.

-Ah.. lo siento mucho -respondí yo levantándome.

-No no. -se oyó una voz suave y preciosa al mismo tiempo detrás de mi, era un chico, guapísimo por cierto, castaño claro de ojos de un color indefinido pero bonitos. Se sentaba detrás mío.-Siéntate, este no es su sitio. -me defendió él. -Anabel, deja de meterte con los nuevos por una vez y vete un rato a tomar por culo.

-Ag, de verdad, que asco dais todos. -ella se dio media vuelta y se fue hacia su grupo de amigas, en total sumaban tres.

-Eh.., esto.., muchísimas gracias, de verdad. -le dije a ese chico tan guapo y simpático sentándome de nuevo en la silla.

-De nada hombre, esa chica se cree la mejor del mundo junto a sus otras dos amigas, Nerea y Leire, son repugnantes las tres. Por cierto, me llamo Benjamín, Benjamín Lasnier.

-Yo me llamo Oihane, vengo de Bilbao.

-Bilbao..., nunca he estado allí pero por lo que me han dicho es un sitio bastante bonito, ¿no?

-Si, a mi me encanta, y la gente es super agradable.

De pronto entró una profesora interrumpiendo mi conversación con Benjamín, no tenía buen cuerpo que se diga, melena corta y castaña, tenía la voz aguda, insoportable. Esta se llamaba Maite.

-Después hablamos. -me susurró Benjamín sentándose en su correspondiente sitio, detrás de mí.

Empezamos a dar clase de inglés, bastante aburrida, pero había que pasarla, la primera de muchas clases de inglés que iba a dar en mi nueva ciudad.



La mudanza que le cambió la vida (Abraham Mateo)Where stories live. Discover now