¿Secuestradas?

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Una camioneta negra había seguido cada movimiento de las chicas sin que ninguna se diera cuenta. Al dejar a serena en su casa, la camioneta misteriosa decidió seguir a la chica rubia del enorme moño rojo. 

Dentro una voz femenina dijo — Vaya pensé que esas niñas nunca se moverían de ese lugar, ¿acaso las personas de este planeta no quedan satisfechas nunca?—.

— Pues no lo se, eso es lo de menos tenemos que actuar ya — respondió una segunda voz que se encontraba del lado del conductor.

— Podrían callarse las dos, me ponen nerviosa y esto tiene que salir perfecto— respondía un tercera voz desde la parte de atrás evidentemente exasperada.

— Saben cuando termine esto yo me voy a descansar, a diferencia de ustedes no necesito estos métodos para hacer mi trabajo correcto y puedo esperar lo necesario para que todo salga perfecto— comento cansada la primera voz.

 Después de 10 minutos llegaron a un alto edificio de cristal, se podrían apreciar 5 pisos a simple vista. El edificio consistía de una recepción en planta baja y únicamente un departamento por piso. La mejor parte era el ultimo piso pues tenia una hermosa terraza y una vista espectacular de la ciudad de Tokio. Mina por supuesto hizo todo para quedarse con ese pues había otra persona interesada en el mismo, incluso pago un poco mas por el alquiler. El departamento no era ni muy grande, ni muy pequeño, era el tamaño correcto para una chica como ella que vivía sola y enormemente despistada. La decoración era muy similar a su personalidad, vivaz y alegre, decorado muy moderno y con colores chillantes que llaman mucho la atención como siempre le decían sus amigas.

— Bien ya llego, ahora conocemos su ubicación todo tiene que salir de acuerdo al plan— cometo la tercera voz, desaparecido misteriosamente de la parte de atrás de la camioneta.

Al llegar al edificio Mina entro tan apresurada, estaba ansiosa por responder la carta de su queridísimo Yaten que no noto que en la recepción no se encontraba Ace. Un joven unos años mayor que ella, extremadamente guapo para su gusto, era encargado del edifico. Mina coqueteaba en muchas ocasiones con el pero realmente nunca pasaba nada mas, el chico era dedicado a su trabajo y estudiaba una carrera en por internet, así que el solo se limitaba a seguirle el juego.

Mina iba completamente distraída camino a su puerta pensando en que responder o como empezar. Al llegar se dio cuenta que estaba abierta y fue entonces cuando noto que Ace no estaba en su lugar de trabajo. Como por arte de magia comenzó a sentirse nerviosa, como si de repente todo el mundo hubiera desaparecido, comenzó a sentirse pequeña y miedosa y miles de cosas le pasaron por la mente, un ladrón, un secuestrador o peor un nuevo enemigo. Tomando mucho aire y valor de quien sabe donde entro silenciosa a su departamento.

Todo parecia normal, lucia igual a como lo había dejado por la mañana y al no ver nada extraño decidir ir en busca de Artemis, probablemente estaría durmiendo en su habitación.

— Artemis !! — grito aun con miedo en su voz. No hubo respuesta solo silencio — Artemis ! ¿estas ahí? voy a entrar mas vale que no estés haciendo cosas de gatos con luna—.

La habitación se encontraba en penumbra, no sabia si eran sus nervios o la veía mas negra que lo normal. No se veía nada y sin saber porque motivo su corazón comenzó a latir nuevamente veloz, estaba muerta de miedo y entonces la luz del baño de su habitación se prendió y artemis salio del baño.

—  Mina ¿Que pasa? ¿por que tanto escándalo?—

— Ay! gato tonto me has metido un susto de aquellos... La puerta estaba abierta y parece que no hay nadie en todo el edificio, creo que me estoy volviendo paranoica— dijo encendiendo una lampara que tenia en una mesa de noche y sentándose en la cama — ¿sabes? creo que debemos dejar de ver tantas películas de terror—.

Entonces una sombra salió de las cortinas todo paso tan rápido que Mina no tuvo tiempo de reaccionar al escuchar el grito de artemis.

— Mina cuidado !!.. detrás de ti—.

El miedo que había sentido al entrar regreso y tomo lo primero que tuvo a la mano, lanzo la lampara en dirección a su atacante pero no contó con que el cable de la lampara se enredara en ella misma haciéndola caer al suelo y quedando inconsciente con el impacto.

El olor a alcohol pasando por su nariz y un enorme dolor de cabeza la estaban haciendo abrir lentamente los ojos. No lograba enfocar bien la vista, todo su cuerpo lo sentía pesado y la cabeza parecía que le estallaría en cualquier momento. Logro ver algo, unos enormes ojos color esmeralda y luego nada, oscuridad por completo.

— ¿Yaten?— alcanzo a susurrar antes de quedar inconsciente nuevamente.

***

El comienzo de un nuevo día en Tokio llegaba y con ello una muy enfadada gata negra saltaba encima de su dueña, el despertador había sonado y serena solo había conseguido lanzarlo muy lejos de ella para que dejara de sonar. Luna tenia cerca de una hora intentando levantar a su dueña pues sabia que había quedado con las chicas para reunirse, pues el lunes era el único día que podian reunirse.

— Serena !!! Vas a llegar tarde como siempre con amy, lita y mina — suspiro — no me dejas otra opción —. Luna saco sus filosas garras y las enterro en los brazos de una muy dormida serena.

— Ay !! Luna !!! Me dolió... Me dolió mucho!! — lloraba serena — no tenias porque ser tan grosera luna —.

— Llevo mas de una hora tratando de levantarte, olvidaste que es lunes y habías quedado con las chicas como siempre — respondió luna con una gota en la cabeza.

— ¿QUE? No puede ser luna porque no me levaste antes — respondió serena corriendo por todos lados para arreglarse .

En media hora ya estaba completamente bañada y arreglada lista para salir — Nos vemos al rato luna —.

Serena salio corriendo de su casa y unas cuadras mas adelante ya cansada decidio caminar, avanzaba con la mirada en el suelo cuando una persona tapo su paso, al levantar la mirada vio que la persona tenia la cara cubierta, era un ladrón. En cualquier ocasión hubiera gritado pero algo le llamo la atención de ese "ladrón" y es que la única parte que podía llegar a ver eran los ojos. Eran unos profundos ojos color zafiro que la miraban con una intensidad que la hicieron temblar. No sabia porque pero no tenia miedo esa mirada la hizo sentir algo, sabia que la conocía pero no quería ilusionarse y entonces lo escucho. 

— Te prometi que te secuestraría — .

Una suave pero sensual voz la saco de sus pensamientos, tenia que ser una broma, no podía ser real, era un invento cruel de su mente. Sus piernas comenzaron a temblar, sentía que perdió todo el control de su cuerpo y que la gravedad que la mantenía en la tierra había desaparecido y no lo soporto mas y se desmayo.







Tengo un amanteWhere stories live. Discover now