¿Te enorgulleses de tu pasado?

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Luego de salir de clases, Sam se dirigió al aula de música. Ese era uno de esos momentos en los que la nostalgia y los recuerdos invadían su mente, y qué mejor forma de distraerse que hacer una de las cosas que tanto hacía en el castillo de su padre: tocar el piano.

Era ya el atardecer. Ese momento en el que la luz anaranjada invadía cada rincón y las sombras de las hojas de los arboles jugaban en las paredes. A esa hora todo era muy tranquilo.

Al llegar al salón de música, se sentó frente al gran piano negro, y no tardó en comenzar a tocar una dulce melodía que resonaba a travéz de los pasillos de la academia.

Mirei, sentada apoyándose en una de las paredes de los pasillos, con una libreta y un lápiz en su mano, al escuchar la música cerró los ojos, sonrió y comenzó a dibujar.

Felix estaba solo en su cuarto, mirando por la ventana a la gente que pasaba por los jardines. Al escuchar la melodía hundió su cara en sus manos. ¿sería capaz de hacerlo?

En otro de los pasillos, Chiara y Amy caminaban mientras hablaban. Al escuchar el piano, se callaron.

---Ese debe ser Sam...--- comentó Chiara mientras ponía atención a la melodía.

---¿cómo lo sabes?--- preguntó Amy

---suele tocar el piano cuando quiere estar solo. Es muy bueno.--- Explicó Chiara.

---¿Te gusta?--- preguntó Amy, sonriente.

Aquella pregunta tomó por sorpresa a la vampiresa, pero no se sonrojó ni nada de eso.

---No lo conozco lo suficiente... y no creo que se fijara en mí.--- dijo con una triste sonrisa mientras seguía caminando.

El resto del camino fue acompañado por el ruido de sus pasos y el sonido de las notas.

Unos corredores más atrás, Valerie y Erick caminaban en sentido contrario. Al pasar Valerie junto a Erick, caminando con paso firme sin prestarle atención, para Erick fue como si en ese momento el tiempo se hubiera detenido. Se paró en su lugar y se volteó. La hermosa chica de cabellos largos y blancos se alejaba por el corredor, posiblemente buscando a su amiga.

La melodía inundó el ambiente.

---《si tan sólo pudiera...》--- pensó Erick antes de reanudar su marcha, con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos.

Nathan y Hunter se encontraban en los jardines, cerca de la ventana del salón de música.

Estaban practicando con sus poderes, pero por más que se desafiaban ninguno lograba vencer.

Muy cerca de ellos, Yara disparaba una flecha tras otra, todas, cómo no, dando en el blanco. Mientras disparaba pensaba;

---《¿jamás podré ser libre y hacer lo que quiera?》---

En ese momento, justo cuando Sam terminaba de tocar, una chica de cabellos anaranjados y dulce voz, con una libreta de dibujos en la mano, se detenía unos segundos en la puerta, para luego continuar hacia su habitación.

Sus destinos estaban conectados desde el momento en el que cada uno abrió los ojos por primera vez.

¿lo descubrirían por fin...?

Al otro día, todo fue igual. Mismos despertadores, mismas quejas, mismo cansancio, mismo desayuno.

Chiara y Amy desayunaron con otras chicas de la habitación contigua.
Yara, Valerie y Mirei volvieron a desayunar juntas. Nuestros caballeros almorzaron en la misma mesa de siempre y todo fue igual, a exepción de que Nathan terminó con una tostada con mermelada en la cabeza por pasarse de gracioso.

Pelea Junto a Mí (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now