Heya, Sans. • Frans •

Capítulo 9: Explicación.

Despertó ahogada, sudando y temblando, había sido la peor noche de su vida y la peor despertada después del día anterior.

Se revisó el cuerpo, seguía con la sudadera de Sans, se lo quitó rápidamente y revisó sus brazos, estaban vendados y el dolor del ataque anterior aumentó.

No comprendía nada, ¿Qué debía hacer? ¿Ese sueño fue un recuerdo?

— ¿H-Hay alguien acá? —Pronunció en voz baja, vio por la ventana, era un buen día, no para ella, su comienzo fue terrible.— Necesito ayuda...

— Sabes Frisk... Yo te puedo ayudar más que ese vejestorio intento de comediante. —Rió la demonio sentada a un lado de Frisk, la última saltó del miedo, se había olvidado por completo de ella, tomó rápidamente el abrigo de Sans y se lo colocó, bajó la mirada avergonzada.

— Lo siento...

— No te pongas así, estúpida. —Dijo quisquillosa.— Sé lo que soñaste y te puedo dar mejor ayuda de lo que crees haber sentido.

— ¿Qué pasó en ese momento? —Frisk no quiso verla, estaba tan confundida.

— Allí... esos monstruos te odiaban con toda su alma inferior... —Comenzó a contar Chara, aguantando el escapar de su peculiar sonrisa.— Reconocían que tú eras su futuro, reconocían que si eras entregada iban a ser libres.

— Allá arriba está peor que acá. —Murmuró.

— Y por eso decidimos algo, Frisk, decidimos juntas matarlos, pues ellos lo harían... Todos antes de morir te querían engañar para que desistieras a mis opciones, las mejores en ese momento, de hecho siempre lo serán. Yo intenté ayudarte, si tú eras quien controlaba acabarías encariñandote con todos y después te matarían.

— ¿Por qué no me has controlado ahora? 

— Pues tengo mejores planes ahora.

— Espera... Chara... ¿Cómo estamos acá con todos vivos? ¿No que los maté?

— ¿Recuerdas el momento crucial y tenso de tu sueño y recuerdo? —Un tono sarcástico retumbó los oídos de Frisk, Chara se acercó a ella para después pronunciar lentamente y bisbiseó.— Él te borró de la existencia, él conocía cómo eres... pero... le dio totalmente igual, borró tu punto de guardado, lo destruyó e hizo que todo lo que hicimos se anulara... 

 — ¿Entonces...?

— Yo aún estoy en común a tus peticiones, Frisk, te ayudé a existir con la poca determinación que quedaba en tu cuerpo, y pudimos reiniciar.