1.- El niño perdido. KM 9.

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KM 9

Classhhh,

Los relámpagos y los truenos seguían sonando, y por detrás mejor no mirar, no conseguía oír los pasos del extraño, debía estar lejos, pero el joven no podia parar.

- are, are.

- (Si, arre, arre), a que es divertido!, (ya casi estamos), solo un kilómetro más.

- ilometo are,

Classshshhh

Sin darse cuenta, entre la lluvia los relámpagos, truenos, el niño, habían hecho un kilometro desde el lugar donde dejó al otro corredor con el extraño, ya no había cálculos en su cabeza, solo dolor.

- (no puedo más, esto es inhumano, pero no puedo parar, ahora no, no sé qué ha pasado allá atrás, tengo que llegar lo antes posible. ¿Y si el otro corredor esta herido? No puedo dejarlo allá, herido, en medio de la tormenta, no puedo permitir que me alcance aquel hombre. ¿Qué le pasaría al niño?)

Pensaba el Joven, mientras corría, como jamás había corrido.

- ¿Cómo te llamas niño?

- Llamas!

- No, ¿cuál es tu nombre?

Brruummm,- ...nas, miedo.

El sonido del trueno apagó la voz del niño y apenas pudo escuchar su nombre, y a él también le costaba hablar.

- (No te asustes Tomas), no mires atrás... cuando veas un rayo... cuenta..., y cuando oigas el trueno..., paras de contar..., si cuentas mucho... la tormenta se aleja...

Logró decir de forma entrecortada, mientras corría,

- no, feo.

Los esfuerzos del joven para que el niño, no estuviera preocupado, no parecían funcionar, aunque lo que más le preocupaba era lo que les podía venir por detrás, con la lluvia y los truenos era imposible oír si alguien venia por detrás.

- (Pero que le estoy diciendo al niño, seguro que no debe saber ni contar.)

Pensaba el joven, entonces se le ocurrió algo,

- Sabes que..., vamos a contar... a la vez..., vale,

- vale

Y en ese preciso momento...

Classshhh

- uunnoo..., dos, os, tres... es, cuatro..., gato, no gato no..., cuatro..., cinco...

Se pusieron a contar juntos, mientras el niño le daba alguna que otra patada en el costado,...

- cuarenta y..., inco...ay!, inco, si hijo si, inco.

Brummmm,

- Bravo! Tomas,... (Seguro que nunca habías contado tanto como hoy... eso quiere decir que la tormenta se aleja).

Las palabras apenas le salían. La lluvia estaba cesando, pero la oscuridad hacía rato que era total, casi desde que salieron corriendo, el sol dio paso a una luna que hoy era cuarto menguante, con lo que tampoco ayudaba mucho, entre todas las nubes que había. Las gotas caían ya tan lentamente que su sonido se confundía con pasos. El joven seguía sin querer mirar atrás, solo podía pensar en llegar, el cuerpo estaba al límite, ya solo podía tener un ojo medio abierto, hacía rato que le entro algo en el ojo derecho y como estaba sujetando al niño, no podía pasarse la mano, la zancada viva que tenia al principio, dio paso a una especie de marcha rápida pero atropellada, de vez en cuando tropezaba, ante la imposibilidad de ver bien el terreno donde pisaba, cuando...

- Tomas!

Un pequeño socavón lleno de agua, que confundió con un charco, le hizo tropezar, Cayendo al suelo de tal forma que tuvo que poner las manos hacia delante soltando al niño, y gritando dijo.

- TOMAS!

https://www.youtube.com/watch?v=ewd6Gcb37B8

Historias de la CarreteraWhere stories live. Discover now