Una vida diferente.Justin Bieber♥

nosotros somos fuertes

-¿Shopie?-Justin abrió sus ojos como platos sin darse cuenta que con tan solo nombrar su nombre me hacía daño.-¿C-como sabes que es ella?- habló torpemente ya que después de haberse enterado de esto se veia más arrepentido que nunca.

-Joder Justin,  me quito a mi mejor amiga y a una de las personas que mas he querido en la vida, la reconocería a kilómetros.-Mi voz se quebró, no quería llorar delante de él y esto iba a ser duro. Justin ya habia notado que habia quebrado mi voz y sabia que iba a llorar de un momento a otro.

-Ven aquí-Cogio mi mano y me llevó al sofá. Se sentó y me tiró del brazo para que me sentara encima suya, pero yo me solté de su agarre y me senté a su lado, a una distancia considerable. Él suspiró.

Nos quedamos unos segundos oyendo tan solo nuestras respiraciones y el ruido de la lluvia.

Se puso en la misma postura que antes, con los codos clavados a las rodillas y sus manos colgando.

-¿Crees que alguna vez volveremos a estar juntos?-Me preguntó pillandome por sorpresa esa pregunta.

-No se, no veo el futuro.

-¿Eso quiere decir que tengo alguna oportunidad?-Respiré hondo y me levanté del sofá. Subí las escaleras y me metí en mi habitación para ponerme el pijama.

Cuando me quité la camiseta, Justin entró. Yo me tapé como pude.

-No tienes nada que esconder, Alba. Me se tu cuerpo de memoria.

-Lo que sea.-rodé los ojos y me puse la camiseta del pijama.- De todas formas ¿Que haces aqui? vete a la otra habitación.

-Lo intenté, pero me di cuenta que no había cama.- Mierda, es verdad. Se rompió una pata un dia mientras Fredo saltaba en ella para hacerme reir y la llevamos a arreglar.

Alfredo dijo que me pagaba el arreglo, pero yo no le deje pagar. Él solo me estaba intentando hacer sonreír.

-Jodi.da mierda.-Murmuré.

-¿Desde cuando hablas tan mal?-Sonrió Justin. Le lancé una mirada de odio, no estaba para bromas. El borró su sonrisa.

-Voy al sofá, duerme tu aqui.-dije cogiendo una almohada.

-No voy a dejar que duermas en el sofá.

-Pues entonces vete tú al sofá.

-No, Alba. Estamos cansados y ninguno de los dos quiere dormir ahí bajo. Metete a la cama, te juro que no intentaré nada.

-Se que no intentarás nada, pero no quiero dormir contigo.

-¿Por qué no?

-No estamos juntos.- Le dolía que le dijera eso.

-Alba, por favor.-Lo pensé unos segundos y sin decir nada, me meti a la cama.

Él tomo eso como un si y se metió conmigo.

Al principio me sentía incomoda, pero luego me sentía bien, "como en casa".

Llegaba mi hora débil, la hora que, como todas noches desde que cortamos, me venian muchos recuerdos de nosotros juntos.

Empecé a llorar en silencio, pero Justin lo notó. Lentamente el pasó su brazo por mi cintura y llego a mi mano para entrelazarla con la suya.

Por algún motivo yo no la quité, se sentía bien.

-Esto es raro. Cuando nos conocimos también nos quedamos aqui encerrados por una tormenta, es como volver a atrás en el tiempo.-Notaba como acariciaba mi mano con su dedo pulgar. Nos quedamos unos miutos en silencio.-No quiero perderte.