—Le gustas—afirma Daisy al otro lado del teléfono. Me río a carcajadas.
— ¿Me estás hablando enserio?
—Sí, te estoy hablando enserio. Ya deja de reírte, por favor.
—Es que eres tan inocente, Daisy—digo burlándome por su forma de pensar—. No le gusto a Bart Taylor. Él solo... está agradecido porque acepté casar a nuestros hurones. Eso es todo.
— ¿Enserio? ¿Solo porque emparejaron a sus hurones? No seas tonta, Amy.
—No soy tonta, soy realista—Trato de razonar.
—Amy de mi corazón—susurra de forma melosa—, debes entender que ese chico debe estar embobado contigo porque nadie en su sano juicio tendría una cena con toda tu familia.
—Él no sabe nada de mi familia.
—Pff en fin—suspira y continúa—. Solo no dejes que Gus se le acerqué, no quiero que llamen a Connor del hospital para informarle que uno de sus mejores amigos está internado por una de las maldades de ese niño.
—No creo que pase nada de eso. ¿Te olvidas de que Bart es un intocable? Es uno de los reyes de las bromas—La espina del miedo se clava en mi interior.
Estamos hablando de Gus Rodríguez y Bart Taylor. Lo más seguro es que ambos se vuelvan amigos, se den ideas de bromas y ataquen hacia mi persona. No hay que confiar en ninguno de los dos.
Me despido de Daisy mientras me recuesto en mi cama temporal. Sí, estoy hablando del sofá. Mamá se llevó a todos mis primos a uno de los parques más cercanos de la zona dejándome con Yuju y Miércoles, dos de los perros de la familia. Gracias a Dios, se encuentran mucho más tranquilos que Mimi, el hurón está totalmente inquieto y no me deja disfrutar de mis minutos de paz.
—Mimi, no te puedo soltar—le hablo esperando a que me entienda—.Yuju y Miércoles están aquí, ahorita están tranquilos pero no quiero arriesgarme de que te vean y te quieran matar.
El hurón no me presta ni la más mínima atención, sigue retorciéndose en mis manos intentado escapar. El sonido del timbre retumba por las paredes de la casa, los perros se alborotan empezando a ladrar hacia la puerta de entrada. Afirmo mi agarre en el hurón mientras camino hacia ellos, no hago el más mínimo intento de ver por la mirilla de la puerta y la abro de par en par con mi rostro de mala leche, ésta por supuesto cambia al ver quienes estaban detrás de ella.
— ¡Llegó por quien lloraban!—La voz afeminada me hace sonreír.
— ¡Tío, Cris!
Y no solo era él, mi tío Bart también había llegado.
¿No les había dicho que tenía un tío llamado igual que el intocable?
Ups, se me pasó.
Binjour. Ca va bien?
Jajaja estoy practicando el francés 😂😂
Como soy buena persona, les dejo el capitulo mas temprano (Nah mentira, solo que estaré algo ocupada)
Mañana empiezo clases así que mis días de levantarme tarde y vaguear, se han terminado.
Ahora: ¿Estan de acuerdo con la opinión de Daisy? ¿Creen que el tío Bart sea uno de los molestos? ¿Estan esperando la cena?
Yo se que si la están esperando 😂😏
Espero que les haya gustado el capítulo ❤
Saludos
YOU ARE READING
¿Y si casamos a nuestros hurones? | Los Intocables #2
Short StoryNo es necesario leer #RUL para entender #YSCANH, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros chicos. Yo nunca lo había tratado y ni siquiera pensé en hacerlo, pero mi mejor amiga se tuvo que enredar con un...