XXIV: El último momento juntos.

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No tenía ni idea de cómo hacer que Cassie se apareciese, ya que la última vez fue ella la que se presentó. Afortunadamente, no tuve que hacer mucho y Cassie atravesó una pared para ponerse justo delante de mí.

Me apoyo en la pared y miro a Cassie fijamente a los ojos sin saber qué decir.

—¿Encontraste el libro de Augustus? —pregunta ella, rompiendo el hielo.

—En su habitación no había nada —le susurro, cruzándome de brazos y poniendo cara de malos amigos—. Estaba revuelta.

—Pero eso es muy raro...

—Necesitamos tu ayuda, Cassie.

—¿Quiénes son esos dos? —pregunta, señalando a Fernand y Abby—. ¿Son como Augustus, Sera, Julieta y tú?

—Entonces es verdad que los conocías...

A ver, claro que a Sera iba a conocerla, ya que fue ella la que me dijo que la buscase... Julieta encontró a Augustus y a Sera juntos por la conexión, así que debió de conocer también a Cassie. Además, ella me lo dijo.

¿Augustus sabría que yo también era un guardián y por eso teníamos ese vínculo tan especial? Me gustaría preguntárselo pero ahora mismo es imposible. Mi mente no se hace a la idea de que Cassie y Augustus conociesen a Sera y Julieta. Es demasiado impactante para mí de alguna forma u otra.

Fernand y Abby deciden mantenerse callados y lo agradezco. Hubiera preferido estar a solas con Cassie, pero con aparentar que no están aquí me conformo. Ni siquiera les estoy mirando para no agobiarme. Ellos no deben de estar viéndola, y mejor.

—Ellas nos encontraron, Damian. Incluso Sera y Augustus llegaron a investigar por su cuenta, obligándome a prometer que jamás le contaría a nadie lo que contenía el libro.

—Secuestran a Augustus, ¿y no eres capaz de romper esa promesa?

—Ni siquiera pude contárselo a Julieta. A ella decidieron no comentarle nada de lo que sabían.

—¿Y por qué harían eso? —pregunto, apretando los puños.

¿Tan importante es lo que se encuentra en el libro de Augustus que prefirieron mantenerlo oculto? Julieta estuvo viviendo con Sera. Se supone que había confianza, y estoy seguro de que la había, pero...no sé. Podrían habérselo dicho a ella al menos.

—Por si algún día los secuestraban. Es que si pudiera decirte los datos que tiene ese libro... lo comprenderías mejor. Pero no puedo.

—¿Podrías decirme al menos cómo era? —le pregunto de malas maneras.

¡Es indignante que por una promesa de mierda no quiera decirme lo que sabe! A veces hay que romper las promesas por el bien de las personas, pero no. Ella prefiere dificultarnos las cosas.

—Tú eso ya lo sabes.

Suelto una risita entrecortada debido al cabreo. Si creía que Cassie no podía caer más bajo, definitivamente lo ha hecho.

—Pero vamos a ver —digo, dejando de reír de esa forma tan extraña—. ¿Cómo lo voy a saber? Si lo supiera no te estaría pidiendo que me dijeses cómo era.

—"Afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria".

—Esa frase es de "Las realidades más idóneas del momento" —murmuro, perplejo.

—Está en el libro de Augustus, Damian. ¿Qué más necesitas para darte cuenta?

Una bombilla dentro de mi cabeza se enciende con demasiada intensidad y mi yo interior chasquea los dedos, comprendiéndolo todo. Todos tienen LRMIDM. ¡Tiene todo el sentido del mundo! Tanto Julieta como Abby me dijeron que sus padres tenían un libro así y Fernand dijo que una frase de LRMIDM le sonaba, cuando desayunamos en su casa.

Saga meses del año I: El libro de agosto. #EWATempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang