Eres más cálida que mi cama, juntos somos más acogedores,
Eres glamorosa como el interior de mi armario
Sólo tú eres mi hogar
—Yoongi— nuevamente escucho su voz llamándome a lo lejos. Frunzo el ceño un poco, y termino de lavar mis dientes para después dirigirme otra vez mi habitación.
Acabo de venir de ahí, ¿ahora qué pasa?
—Yoongi— vuelve a llamarme, esta vez con su voz un poco más adormilada que antes. Me quedo apoyado en el marco de la puerta, observándola, acostada en mi cama, con una de mis camisetas favoritas, hecha un ovillo y con los ojos casi cerrados a causa del sueño.
La poca luz que entra por la ventana la hace ver más angelical que de costumbre.
— ¿Qué pasa?— pregunto en un suspiro, con una pequeña sonrisa, aun admirándola detalladamente, grabando cada detalle.
—Vuelve a la cama—contesta adormilada. Normal, son las 6:00 am aproximadamente—, es muy temprano aún— continua en un suave murmullo y se acomoda aún más.
—No puedo, tengo que salir— me acerco a la cama y me siento al borde de ésta. Ella se incorpora un poco y restriega sus ojos haciendo un puchero que la hace ver sumamente adorable, a punto de hacer un berrinche.
—No necesitas ir a ningún lado, yo estoy aquí, ¿no me ves?—dice suavemente, contrario a lo que me esperaba. Cuánto daría por quedarme junto a ella, abrazados hasta tarde, durmiendo o simplemente dándonos mimos o conversando.
Aprieto un poco mis labios y me acerco a ella para besarla cortamente, cuando me separo, digo con tranquilidad: —Tranquila, cariño. Sigue durmiendo.
Minutos después, salgo del departamento mientras ella me observa con una expresión completamente en blanco grabada en su rostro.
