Capítulo 20.

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Los chicos se quedaron estáticos ante la mirada expectante de Hye, Namjoom lo dudo por unos minutos, dejando la habitación en un silencio sepulcral, sin embargo, el hombre estaba más que decidido a contarle a Hye toda y nada más que la verdad. Sin importar que con ello rompiera todas las reglas habidas y por haber.

— Escucha muy bien. Estás a punto de enterarte de algo que tal vez cambie tu vida. —Sentenció Namjoom con la voz rígida.

— ¿Qué es? —Preguntó Hye, con auténtica curiosidad.

— ¿Crees en Dios? —Preguntó Namjoon a su vez, dándole un gran rodeo a la conversación.

— Por supuesto... — Hye frunció el entrecejo. La pregunta de Namjoon había sido tan arcaica, que, por un momento, la chica creyó que todo era fruto de una broma. Pero todas sus dudas se disiparon al ver la expresión seria de Namjoon.

— Ahora te preguntaré algo un poco más difícil ¿Crees en él Demonio?

Los siete muchachos tragaron saliva, pues el suspenso que les causaba dicha conversación les erizaba la piel y los ponía extremadamente nerviosos.

— Claro que sí, sería ilógico que, si existe Dios, que es la representación del bien, no exista el Demonio, que es la representación pura del mal.

— ¿Puedo citar a Goethe? —Pregunto Taehyung con una expresión seria que rara vez utilizaba.

— No digas estupideces. —Bufo Yoongi frunciendo el ceño.

— ¡Yoongi! Deja a tu hermano. —Lo reprimió Jin. Y luego volviendo la vista hacía donde se encontraba Tae, dulcifico su expresión y le sonrió maternalmente. — Claro querido, puedes citar a quien tú quieras.

— Gracias Jin. — Taehyung sonrió adquiriendo de nuevo una expresión juvenil. —Con respecto a lo que Hye acaba de mencionar, Johann Wolfgang von Goethe alguna vez dijo: Como Dios es un ente absolutamente infinito del que no puede negarse ningún atributo que exprese la esencia de una sustancia y que existe necesariamente; si se diera alguna sustancia aparte de Dios, debería explicarse por algún atributo de Dios, y así existirían dos sustancias del mismo atributo, lo que es absurdo; y así no puede darse ninguna sustancia excepto Dios y, por consiguiente, tampoco concebirse. —La voz de Taehyung salió tan fluida, que a los demás les costó trabajo comprender. Se quedaron inexpresivos ante, pues de verdad que no sabían cómo reaccionar cuando el chico soltaba cosas de ese tipo. Tenían claro que era inteligente y que la elocuencia era uno de sus atributos más habidos. Así que esperaron a que el chico terminará de hablar. —Muchos humanos no creen en el demonio y los que llegasen a creer en él, piensan que son un derivado de Dios, pero se equivocan. Los demonios derivamos del hombre, aunque comenzamos con Dios. Gracias por creer en ellos. Gracias por creer en nosotros. —Tae le sonrió a la chica y se giró para mirar a Namjoon, quien asentía con la cabeza en forma aprobatoria.

— ¿En nosotros? —Decir que estaba desconcertada, era realmente poco, Soo Hye se encontraba en un planeta distinto al de los chicos, pues no lograba tomar el hilo de la conversación por más que lo intentará.

— Lee Soo Hye, escucha con atención. —En ese instante, el lugar comenzó a llenarse de una penumbra extremadamente agonizante. Todo se tornó de repente tan frío y tenebroso, que a la chica le entraron ganas de salir corriendo del lugar, pero algo la detuvo. Jung Hoseok la tomó de la mano y comenzó a negar con el rostro, mientras que de sus cabezas salían un par de cuernos y los ojos cambiaban a un rojizo espectral.

Hye posó su vista en cada uno de los chicos, solamente para comprobar que les sucedía exactamente lo mismo. A Taehyung, no solamente le salieron cuernos, sino que también comenzaron a crecerle garras y una gran cola se hizo presente. Sin embargo, sus ojos no eran rojos, estos se tornaron de un color dorado y cuando el chico le sonrió, Hye pudo ver un par de colmillos de oro asomarse por la comisura de sus labios. Jin no había adquirido cuernos, pero si una cola y unos colmillos, que, a pesar de no ser de oro, eran más grandes e imponentes que los de su amigo, pero no exagerados. Sus ojos se volvieron color de rosa al igual que su cabello y una gran cola de lo que parecía ser un zorro se dejó ver; entonces a la chica se le petrificó la sangre. En Jimin la ropa había desaparecido casi por completo, solamente le cubría la cintura un taparrabos, dejando a la vista lo esencial. Su hermoso y torneado cuerpo endulzaba la mirada y cuando la joven posó su vista en sus manos, pudo notar como también se le habían afilado las uñas; el cabello del chico había adquirido un tono plateado y sus ojos eran de un color un poco más oscuro, sus orejas se habían vuelto un tanto puntiagudas y de ellas colgaban un par de pendientes de oro en forma de lo que Hye pudo identificar como un demonio. Posó la vista en Yoongi, y pudo notar como también su novio pasaba por una extraña metamorfosis, pero no aberrante, pues hasta ese momento, ninguno de los chicos había dejado de verse igual de hermoso que antes. A min Yoongi le salieron un par de orejas felinas y su cabello se había oscurecido, de su boca, salían un par de pequeños y afilados colmillos y en sus mejillas habían salido un pequeño brote de lo que parecían ser bigotes, tan finos como el joven mismo. Sus uñas se habían afilado y también se había vuelto acreedor de una adorable cola, aunque en su caso parecía ser una extremidad gatuna. A Jungkook, no le habían salido ni cuernos ni cola, pero sí un gran de par de alas color negro, que juntas parecían medir más de dos metros, sus ojos también cambiaron de color adoptando un azul turquesa majestuoso, que maravillaron a la chica por un par de segundos, hasta que sintió algo salir del suelo. Giró su vista hacía en donde se encontraba Kim Namjoon y se quedó impactada al presenciar cómo un gran trono salía del suelo. Namjoon se sentó en él, mientras que sus ojos cambiaban de color, de avellana a un tono plateado, que hipnotizó a la joven, obligándola a mirarlo. El chico le sonrió y la chica pudo observar como cada uno de sus dientes se habían afilado. Una gran cola puntiaguda, color blanco se dejó ver, y sus orejas, al igual que las de Jimin, se afilaron. Un gran tridente color rojo se posó a su lado, él lo tomó con la mano derecha, mientras que con la izquierda recargaba el rostro sobre sus nudillos, cruzó una pierna y con esta acción los chicos se acomodaron a su alrededor.

Siete Demonios |BTS|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon