Capítulo seis

311 22 0
                                    

Capítulo 6

Iba de camino a casa de Bastian para despedirme por hoy e irme cuando ví algo que me impactó, por decirlo así. El chico y la chica de esta mañana estaban allí, en la puerta de la casa de Bastian, parecía que estuviesen discutiendo, ¡pero que digo, lo estaban! Fui corriendo pero antes de que llegase, él le pegó. Esa imagen perseguía mis pensamientos, y no los dejaba seguir su camino. La chica cayó al suelo quedando casi acostada y no pude evitar gritar. Él chico me miró y se fue acercando a mí lentamente, mientras tanto la chica me miraba preocupada y a la vez temerosa con los ojos critalizados. El misterioso chico ya estaba cerca mía, realmente estaba demasiado cerca para mi gusto, me daba miedo, yo había visto la escena, ¿y si me pegaba? ¿Y si...? Da igual, pensar en positivo ayudará. Acarició mi pelo con una sonrisa pícara en su cara, ¿qué coño le pasa a este? Le pega a una en todas mis narices y luego viene a ¿ligar? En parte estoy feliz porque es la primera vez que me sucede esto en toda mi vida, pero no quiero que sea él. Saqué mi mano como pude y le hizé señas a la chica para que se fuera, este asunto lo arreglaría yo solita. Nuestras narices ya estaban juntas, iba directo a mis labios, tenía ganas, pero ese chico no llevaba mi primer beso encima. Cuando me dí cuenta lo había lanzado al piso a unos 2 metros de mí ¡Mierda! ¡No puede descubrirlo! ¿Podría borrarle la mente? No hay nada malo en intentar las cosas.

Lo llevé a mi cuarto, el cuarto de invitados, que yo había decorado para mí, y me senté en un pequeño sofá que tenía allí. Él chico despertó y le tuve que contar una trola como un elefante, vale eso no sonó muy bien, pero no se me da bien invertar cosas.

-¿Dondé estoy?- dijo quitandose el paño que le había puesto en la cabeza y sentandosé al borde de la cama.

-En mi habitación, estabas tirado en la calle, pensé que necesitabas ayuda.

-Pues gracias pero no, adiós- Iba saliendo por la puerta cuando paso algo que hubiese querido ahorrarme-. Oye, ¿tú eres la chica nueva no? ¿La de esta mañana?

-Sí-. Dije timidamente pasando por detrás de mi oreja un mechón de pelo.

-Oh, pues perdón, no le hagas caso a Madison, es así, posesiva.- Casi explotó de risa en ese momento, pero simplemente solté una pequeña risa, porque hizo como si fuese un león, el gruñido y la pata. Con que Madison eh...

-No pasa nada, aparte, que más me da a mí que sea posesiva o no. ¡Ah! Soy Axelia, encantada.

-Nate, lo mismo digo-. ¿Qué demonios le pasó a este, le afectó el golpe?- Hasta mañana preciosa.- ¿Oí bien? ¿Preciosa? Me desmayo.

-Adiós

Bastian me había comprado un móvil de última generación y era ¡alucinante! Así que, lo cogí y tenía cinco mensajes de un número desconocido.

InframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora