La Calma Antes de la Tormenta.

1.3K 116 88
                                    

Ellos apenas sí se atrevían a mirarle a los ojos, y demasiado tarde, él se preguntó si eso se debía a su aroma, intenso a pesar de la ducha, diciéndole a todos los que lo percibieran cuán fuerte era el Alfa dentro de él.

Él regreso a su habitación por el perfume que usaba la mayoría de los días para cubrirse, antes de finalmente hacer su camino hacia la sala de conferencias en donde iba a encontrarse, con algo de suerte, tanto a sus dirigentes como la información sobre las últimas novedades.

Cuando él entró tres pares de ojos se dispararon hacia su dirección; aleteos nasales, siempre tan sutiles. La atmósfera era tan tensa que John estuvo seguro que ellos habían estado discutiendo.

—Bueno, mirá quién decidió unirse a nosotros —dijo Marc cansino.

—Explícame, ¿por qué pasaste las últimas veinticuatro horas cuidando de un rehén atormentado por el calor? —dijo Irene en su completó modo Alfa, atravesándolo con la mirada.

—Yo sólo estaba obedeciendo órdenes. Estoy a cargo de su bienestar...

—¿Desde cuándo "aparearse" califica como cuidado de un rehén?

—¡Sabés tan bien como yo lo que le puede pasar a un Omega que ha estado en supresión por tanto tiempo si tiene que sufrir su primer calor solo! ¡No me digas que querías que se muriese!

Marc permaneció en silencio. John se volteó hacia Bhabha, el único en la habitación cuya opinión realmente le importaba a John.

El Omega lo consideró durante un largo momento.

—¿Él dio su consentimiento?

—Sí. Me aseguré de ello.

Bhabha asintió con la cabeza, el gesto le indicó que el asunto estaba zanjado. Thoreau bufó y se lanzó de nuevo sobre su silla.

—¿Alguna noticia de Mycroft Holmes? —espetó John, aunque temió ya saber la respuesta.

—Su respuesta no ha cambiado. —explicó Bhabha con gravedad.

—Por ello tendremos que tomar medidas drásticas para demostrarle que vamos en serio.

—Nosotros no torturaremos a un inocente...

—Nosotros ya lo hemos secuestrado, Bhabha.

—Si esa es tú lógica, ¿por qué no matarlo de inmediato?

—¡Suficiente! —Irene fulminó con la mirada a los hombres—. De la forma en que yo lo veo, debemos intensificar nuestro juego, si queremos forzar la mano de Mycroft Holmes. Debo reconocer que la tortura me parece una buena opción...

—Hagámoslo público. Digámosle a todos como Holmes obligó a su propio hermano a cambiar su naturaleza para mantener su reputación, está atado a causar un impacto —Bhabha obviamente se estaba esforzando para que su voz sonara tranquila.

—¿Y entonces qué? ¿Mantendremos a su hermano como mascota?

—Bueno, estoy seguro que ha nuestro capitán le gustaría eso —se burló Mark, y John sintió el súbito impulso de darle un puñetazo.

En cambio, él dijo con diplomacia:

—¿Éste no es un asunto para el Consejo?

Ellos estuvieron de acuerdo, aunque a regañadientes, y a John se le permitió marcharse. Nada más salir, él se chocó con un civil y casi lo estrelló contra el suelo.

—Lo siento mucho. —tartamudeó el hombre, entonces se apresuró en dirección de la sala común. John le había visto antes, aunque, el hecho que él no pudiera recordar su nombre le demostraba lo agotado que en realidad estaba. ¿Rick? ¿Richard? Richard B... algo, él supuso.

Desobediencia Civil. (Johnlock AU) - Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora