0.9

968 148 51
                                    

Yoongi

No podía resistirme. Aunque en mi cabeza repetía mil veces que ya no debía amar a Jimin, pero no podía.
Lo que este chico causaba en mí, era fuerte. Demasiado fuerte para mi gusto, y no podía permitirme eso.
Pero soy débil.
Jimin dormía con Hoseok ahora, desde esa noche donde llegué con aquellas marcas hechas específicamente en el cuello para que Jimin las vea.
Lo quería lo más lejos que podía.
Pero vuelvo a repetir, soy débil ante él.

Recuerdo que esa noche Hoseok salió, y Jimin, mi Jimin estaba solo en la habitación.
Me acerqué al cuarto con pasos lentos, pensando bien lo que haría. Después de esto no habría vuelta atras.
Pero, yo no quería volver a atrás. Quería volver a estar con él. Pedirle perdón por lo gilipollas que era y lo egoísta que podría llegar a ser por su bien.
Entré por la puerta, viendo a un Jimin con la hermosa carita empapada, mirando el móvil.
No, joder, no me hagas esto, Jimin.
—¿Hyung? ¿Que haces aquí?

—Hola, bebé —Susurré y me acerqué a él. —¿Como has estado, amor? —Inevitablemente llevé mi mano a su mejilla, secando sus lágrimas con delicadeza.

—Mal, hyung —Susurró, mirándome con temor, pero aún así posó su mano sobre la mía, dejando caricias con su pulgar. —Te extraño demasiado. —Sollozó.
Solo callé, y en respuesta besé sus labios. Si yo le dijera lo mucho que lo extrañé...

Esa noche, los besos y las caricias no cesaron en ningún momento, sus palabras eran tiernas, a lo que yo sólo podía responder con besos, rogando porque no escuchara los acelerados latidos de mi corazón.
Esa noche, también, le hice el amor como hace mucho no hacía.
La habitación estaba envuelta en gemidos y suspiros, además de los sonidos obscenos que se producían al estar penetrandolo.
Una vez acabamos, caímos agotados en la cama. El sol estaba asomándose y los pájaros comenzaron a despertar.
La sonrisa que tenía Jimin en ese momento era indescriptible, sólo demostraba felicidad, la felicidad de estar en mis brazos, acostado en mi pecho nuevamente.
—Te amo, hyung. —Yo también, bebé. Te amo con cada parte de mi. Pensé, pero atiné a apartarlo bruscamente de mi lado y comencé a vestirme, con la misma indiferencia de estos últimos dos meses, tratando de no soltar ninguna lágrima.

—Deja de hacerlo. —Le dije, aún recuerdo la confusión en su rostro, que poco a poco era reemplazada por la decepción y tristeza.

—H-hyung —Su voz se iba cortando gracias a las lágrimas. —Y-yo no puedo dejar d-de amarte. —Sollozó, mirándome con esa carita que me partía el alma cada vez más. —Lo eres todo para mi, mierda. —Susurró, limpiando sus lágrimas con brusquedad. —Yo sí voy a cumplir con mi promesa. —Me miró.

—Lástima que yo la he roto hace tanto tiempo... —Murmuré, y justo ahí, pude ver que aquel pequeño brillo que nunca se apagaba en él, iba desapareciendo de a poco. Lo había destrozado por completo.

Yo no quería sufrir.
Yo no podía quedarme solo si ya estaba sólo.

Is it too late. ➫ y.mWhere stories live. Discover now