Capitulo 17 -VERDAD O RETO

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 Por suerte el papa de los chicos solo pretendía darnos un susto y nos dejó ir, me observó como si fuera un bicho raro, pero nada fuera de eso. Aun intentaba averiguar a donde iríamos, pero luego de muchas preguntas y ninguna respuesta, desistí. Termine por dejarme llevar y al hacerlo acabe en lo que al parecer es una granja en el medio de la nada, donde había sin duda muchas personas, A pesar de la distancia se logra escuchar la música y el ruido de la gente gritar, no era un lugar al que estuviera acostumbrada a frecuentar. De ser sincera, aunque en el transcurso pensaran que soy una prostituta revienta penes, no...—me quede pensando—¿quizás un poco?, pero no de las que van a fiesta, soy más el tipo de persona que prefiere estar viendo una película o leyendo un buen libro, odio hacer ejercicio, no soy de cuidar mi imagen, soy más de andar con una camiseta en vez de usar brasier, alguna vez pensaron lo incomodo que son llevar esas cosas, no cuido mi alimentación a duras penas sobrevivo la semana.

Aunque siendo sincera...

—¡oye! —Espabile mirando a Stefania quien cogió de mi mano para avanzar—entremos

Asentí, hace mucho que deje de ser esa chica, es cierto que Félix me hacía sentir menos sola, al tenerle en mi vida me ayudaba a despejarme, era mi centro de apoyo cuando las cosas iban mal, me escuchaba, me hacía reír e incluso estuvo allí en mis peores momentos, pero jamás me enamore de él, lo quería o mejor dicho, lo quiero, pero cambie mucho en todo el recorrido para ser la chica que él esperaba, saben lo horrible que es tener que bañarse un domingo, necesitaba respirar, encontrarme a mí misma, necesito explorar y saber que me gusta, solo quiero saber quién soy y la única forma de hacerlo es estando sola.

Prometo amarte en mis días soleados, cuando deje de llover.

Pero se acabó, pensé adentrándome al lugar en busca de un trago, no sé si soy la única en pensarlo, pero siento que todos me miran como un fenómeno de circo—¿Por qué nos miran tanto? —miré de reojo a Nico quien se percató de lo mismo.

—caminen—ordeno la rubia hasta llegar a la barra—hoy quiero que se diviertan— hizo una seña al bar tender quien nos trajo tres mojitos de limón, frutilla y menta, parecía un jugo normal, elevábamos los vasos—¡SALUD! —brindamos dando un sorbo largo, arrugue mi cara, los chicos fruncieron sus rostros de lo fuerte que acabamos por dejarlo a un lado, pasaron solo unos cuantos minutos cuando nos habíamos acabado el primer trago, no había cenado y Muero de hambre, me deje caer sobre la barra, intentando no marearme antes de tiempo. (abro paréntesis; ya era tarde para eso, estaba mareada, gracias a dos factores, NO BEBO, NO PROBE NADA ADEMAS DEL DESAYUNO)

—solo esto faltaba—se quejó Nico mirando indiscretamente la entrada, observo en la misma dirección encontrando a Charlie entrar con dos de sus amigos, ambos los había visto en una revista, estaban perfectamente arreglados, si mas no recuerdo hoy tuvieron una presentación, la primera a la cual no asistí.

El por su parte detalla minuciosamente el lugar observando hasta encontrarse conmigo, DIOS ¿TIENES ALGO EN MI CONTRA? —pensé, el escenario se dio casi como mandado por alguien de otro plano, la gente bailando abrió paso, una fina línea, pero suficiente para dejar un gran vacío entre nuestra distancia, el iris de sus ojos condujo a mis piernas dejando salir una de esas sonrisas que te derriten el alma. Lleva puesto un crop top masculino de mallas negras que deja ver su muy marcado abdomen, bendito sea las bolas que te hicieron, de igual manera, lleva unos jeans altos un tanto holgados con un corte cuadrado el cual dejaba ver parte de sus piernas y ropa interior, dando una pequeña impresión de ser un short muy corto, me percate que movió sus manos, misma que seguí con la mirada hasta que tomo el bulto entre sus piernas, sabía que lo estaba acechando así que lo masajeo, mis mejillas ardían y no por el alcohol, es por él, mi boca se hizo agua de solo imaginarlo, trague saliva subiendo la mirada, humedeció sus labios rojos dedicándome una sonrisa —¿les parece si bailamos? —el tacto helado de las manos de Stefania me hicieron escapar de sus encantos, empezamos a subir escalones, cuando me di cuenta estaba sobre una pequeña tarima con barras de pole, lleve mi mirada al castaño quien cruzo sus brazos esperando ver de que era capaz, esperaba que llorara o solo me bajara, los muchachos empezaron a bailar sin tensión alguna, mientras yo no dejaba de sentir la presión de cada mirada a mi alrededor, detalle iris por iris hasta encontrándome con Félix sentando en una de las mesas, me contemplaba como si no me conociera, sus ojos reflejaban profunda decepción y por otro parte un deseo incontrolable, el Dj me miro por un momento como leyéndome los pensamientos, se percató de lo ocurrido, apago las luces e ilumino únicamente nuestros tres espacios, luces en el piso se encienden en efecto domino, dando un tono purpura mientras arriba las luces cambiaban al ritmo de Sad Girlz Luv Money Remix de Kali uchis

Inunde mis pulmones de aire ideando la forma de imaginarme en mi habitación, completamente sola, humedecí mis labios bajando el tono de mi mirada, misma que lleve al castaño imitando su reacción al verme, la comisura de mis labios se elevaron al ver el interés en sus ojos, rodee la barra hasta apoyar mi espalda en la misma, eleve mis manos tomándola desde arriba y moví sutilmente mi cintura, mi cadera, mi espíritu, me proyecte en el instituto de arte, la respiración de alguno de mis acompañantes se alojó en mi cuello sustituyendo la barra tras de mí, las manos de mi mejor amiga tantearon mi cuerpo acariciando sin temor mis más oscuros deseos, la vibración energética de la música se incrustó en mis huesos deshaciéndose de cualquier temor, me gire dando frente a Nicolás quien yace a mi espalda, en un acto de valor abrí los ojos lamiendo el cuello del castaño al mismo tiempo que miro a Félix, fue entonces cuando logre captar por completo su atención, volví a los brazos de la rubia tomando sutilmente sus mejillas hasta unir nuestros labios, sin desdén y con atrevimiento—lo siento—murmure entre el beso por usarla a conveniencia.

Me sonríe acercándose a mi oído—seré tu caballero esta noche, si así deseas—tanto la rubia como yo sonreímos en complicidad, las manos de Nico me tomaron desprevenida pasaron unos segundos cuando ya estaba lo suficientemente duro, Charlie me observa con enojo, volví a mirarle, cuando en un breve instante unión nuestros labios, me deje guiar, hasta sentir a Stefania quien se abrió paso hasta unirse, todos empezaron a gritar como locos al vernos, las luces cambiaron a un rojo intenso dejando ver a todos—Okey, se acabó—concluí bajando del lugar, entre el éxtasis y la multitud comencé a transpirar así que busque algo de aire.

—¡Amiga! —me asuste escuchando el grito de Britany llegar completamente ebria con los tacones en la mano, tome un sorbo de ron con Coca-Cola —YO ME QUERIA UNIR—escupí casi todo lo que había tomado riendo como morsa epiléptica

Por un momento la imagen de las dos se cruzó por mi cabeza y no precisamente como un encuentro desagradable—¿dije algo malo? —Alivianó su mirada como un cachorro

—no

—yo también quiero unirme—voltee encontrando a Charlie tras de mi—sus manos permanecen guardadas en sus bolsillos parece despreocupado como si no le importara lo que su novia pueda pensar.

—yo creo que tu...—se acercó a su novio, pensé que lo golpearía, hasta que me miro de pies a cabeza—...y yo, tenemos los mismos gustos.

—Creo que debo irme.

—¡Oye! —Coge mi mano girándome como una pluma, tambalee por los tacones, hasta refugiarme en su cuerpo, deslizo sus manos por mi cuello hasta mi mentón, tomándome de la mejilla, sus ojos negros se mezclaron con los míos—no puedes irte sin despedirte—murmuró asegurándose que solo yo la escuchara, escondí mis labios para humedecerlos acercando mi rostro hasta quedar a escasos centímetros, tan cerca como para percibir su aliento junto a su respiración.

Lamí sus labios deleitándome con el sabor embriagante de su ser, sus mejillas se tiñeron de rojo, su valentía se desvaneció dejando erizada su piel, una sonrisa triunfal se alojó en todo mi rostro, baje una de mis manos escabulléndolas por los bordes de su falda hasta su feminidad hasta llegar allí, sus ojos se abrieron de par en par elevándose al techo, estaba vulnerable y completamente a mis pies, me acerque al pie de su oído—no me estoy despidiendo de ti—confesé depositando un beso casto en su mejilla mientras lo miraba a el

No despagaba la mirada de mí, conduje su mirada a la entre pierna haciendo notar a su amigo ¡muy despierto!, relamí mis labios para tomar distancia, saque mi mano de su falda dejando al par de dos lo suficientemente cachondos para que se olvidaran de mí, me acerque a unos sofás viejos que estaban alejados de la multitud

—ven conmigo—dijo la rubia sentándome a su lado—es tu turno.

No entendí nada hasta mirar a Félix frente a mi—Leslid, ¿verdad o reto?

Mi enamorada secreta (en edición )Where stories live. Discover now