Capitulo 19-Indira

610 33 1
                                    



Soy un árbol, estancada en un mundo que no deja de avanzar.

—Brit

Y allí estas, actuando como si nada pasara con esa maldita sonrisa que me arroja por la borda incontables veces, porque eso eres, un pirata que roba corazones a su antojo dejándoles rotos en el camino.

—¿podemos hablar?

jugaba con mis pies contemplándola desde la distancia, ella brilla con luz propia, JODER PORQUE ERES TAN PERFECTA.

SU SONRISA.

ESE ABDOMEN con un piercing en el ombligo.

Tú sabes que eres hermosa, entiendes bien como jugar conmigo.

me miras,

te observo,

coqueteas conmigo, mueves tu cabello de oro al compás del viento que parece jugar a tu favor, eres una diosa griega y no temes ocultarlo, tus labios me seducen, me vez, te los humedeces y sonríes como si yo no estuviera, sonrió estúpidamente contemplando tu cuerpo, esa pequeña cintura, tu piel blanca que hace juego con todo al alrededor. Eres tan perfecta...

Suspiro elevando mis hombros inconscientemente sin dejar de admirarte

—es hermosa—aludió una voz suave y sutilmente ronca, reaccione mirando a Charlie a mi lado sentado mientras observaba en la misma dirección, nuestras miradas se encontraron logrando que mi cara se tiñera de color carmesí—¿cierto? —sonríe dejando ver esos hoyuelos en sus mejillas.

—Yo...

—no tienes nada qué explicar—dirigió su mirada en otra dirección, sus ojos tienen un brillo distinto al que estaba acostumbrada y estoy segura de que no era la causante—Nadie tiene el derecho de decirte a quien debes amar—sus palabras formaron una sensación en mi pecho que me ahogaba de formas que ni yo sería capaz de comprender, mis ojos se cristalizaron así que escondí mis labios intentando controlar mis ganas de gritar todo lo que llevaba soportando todo este tiempo

la mire jugar con sus amigos logrando que se escapara una sonrisa de mis labios—no es tan fácil

—quizás si lo es —Me miro de reojo

—lo es para ti—no deje de mirarla en ningún momento, ella se mostraba así misma tal cual es, sin miedos, ni ataduras.

voltee a mirar al castaño—tú no tienes nada que perder.

—lo tuve—miró las hojas del árbol sobre nosotros

—¿¡y que paso!?

Se enderezó mirando al frente fijamente, la chica de la piscina paso acompañada de la hermana de Charlie, sus ojos se dilataron de un momento a otro dejando ver el brillo de hace un momento. —La perdí —sus labios se movieron dejando un camino de desilusión. —jamás permitas que nadie silencie tus gritos, calle tu voz, ni apague tu brillo—tomo mi mano—mereces ser feliz, sin que nadie te diga a quien debes amar

Él lo sabía, siempre lo supo y jamás hizo nada—¿Por qué te quedaste? —se movió un poco acariciando mi mentón con su pulgar.

—solo quise hacerlo

Despeinó mi cabello, tomo distancia sutilmente, lo suficiente como para acostarse sobre la banca, no dije nada solo lo observe perpleja mientras se acomodaba posando su cabeza sobre mis muslos, mire sus pequeñas facciones, esos pequeños detalles imperfectos que lo hacen eternamente perfecto. —GRACIAS...

**********

Él tiene razón—llegue a mi casa, subí a mi habitación quitándome todo el maquillaje, me siento como un payaso, me saque la ropa quedando en ropa interior, busque bajo mi cama una caja donde encontré mi ropa una que si me hacía sentir cómoda, tome una camiseta blanca muy holgada como la que tenía Leslid en la piscina, cogí una falda fruncida color azul cielo al igual que mis vans, ate mi cabello con una cola de caballo, no use maquillaje, ni tacones, ni nada que pudiera llamar la atención de la gente, me mire al espejo encontrándome a mí misma, no necesitaba cosas lujosas, solo necesito respirar, ser libre por una vez en mi vida.

Tocan la puerta— puedo pasar...

El tono en su voz bajo al verme, la expresión de decepción en su rostro es abrumadoramente envolvente, como si fuera un monstruo o algún fantasma que merodeaba la casa—¿piensas salir así? — empezó actuar de forma extraña, se posó tras de mi mirándome de pies a cabeza a través del espejo—mira esas piernas, están gordas y se te ven algunas estrías, deslizo sus dedos con asco, tomo mi cintura—¿y esto? —la ajusto a mi cuerpo—pareces un hombre—me tomo de las mejillas con fuerza detallando mi rostro—gasto mucho dinero en maquillaje para que lo uses, no vez esas ojeras y cuantas veces te he dicho que dejes de comer grasa, mira ese acné

giro de nuevo frente al espejo, haciéndome ver lo que ella decía, empecé a detallarme y la admiración de un momento comenzó a desvanecerse. —así nadie se fijará en ti. —una lagrima rodo por mi mejilla—pobre Charlie, que vergüenza debe sentir. —fije mi mirada en mis piernas.

jamás permitas que nadie silencie tus gritos, calle tu voz, ni apague tu brillo

sus palabras hicieron eco en mi cabeza.

Me tomo de las mejillas con delicadeza, mirándome directamente a los ojos—así ningún hombre se fijará en ti.

Limpie mis lagrimas—te equivocas mamá—me zafe de sus manos de un palmazo—a diferencia de ti, yo no necesito la atención de un hombre para sentirme bien conmigo misma—tome las fuerzas que me faltaban caminando en dirección de la puerta—yo necesitaba tu atención—abrí la puerta dando paso— y al parecer para eso tampoco sirves. —la mire—Tal vez yo no sirvo como mujer, pero tú no sirves como madre y nadie te dice nada al respecto—aquello sale de mi corazón—¡sal de mi habitación y si es posible, de mi vida!

—estas cometiendo un grave error—dijo antes de salir.

—ya no soy una niña—recordé las veces que me dejo sin comer o me encerró en el ático—se acabó.—mis manos temblaban de pavor cerré mis puños ahogando los gritos de mis adentro, contuve mis lágrimas, escondí mis labios intentando sacarme el nudo en mi garganta, cerré la puerta con todas mis fuerzas caminando hacia mi closet, tome un bate de beisbol para acto seguido dirigirme al espejo, mismo que rompí con toda mis fuerzas, me refleje en uno de los cristales rotos, dejando escapar una pequeña risa, una que a los segundos no pude controlar y empecé a reír como nunca, sin ahogarlos, ni ocultarlos, libere la presión de mi pecho dejándome caer sobre la cama, mire el techo y tome mi teléfono, busque entre mis contactos encontrando el suyo, entre ellos un mensaje que no había visto, pero que alguien abrió.

Indira; me gustas y sé que alguien como tu jamás se fijaría en mí, pero si algún día dios me hace un milagro, te esperare en el parque a un lado de McDonald. ✔✔

Indira; no faltes ✔✔

Esto no me puede estar pasando—tome las llaves de mi moto, baje al estacionamiento lo más rápido que pude, me coloque el casco saliendo a toda velocidad, deseando que me siga esperando.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 29 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Mi enamorada secreta (en edición )Where stories live. Discover now