la huella del pasado

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Quien lo diría, en verdad yo no me lo esperaba que todo iba a terminar a si, de esta manera en la estoy ahora; derrumbada y desilusionada, acompañada con un sin cesar de mis lagrimas calientes, recostada en mi cama mientras mi traicionera mente me vuelve a recordar los tristes hechos del pasado, un pasado de él que ya no quiero recordar nunca más, pero de algo me servirán porque han sido una buena experiencia para no volver a cometer el mismo error otra vez. Debí de haber escuchado a mi madre desde un principio, pero lo hecho, hecho está. Es tan impresionante como la vida nos da vueltas todo el tiempo, un día tenemos algo y después al día siguiente no está, o cuando confiamos en alguien, pero después nos traiciona, o como cuando ese ser ignorado nos ama y nos valora como no tenemos idea o como cuando simplemente alguien te destruye, será un hecho que el que lo sufrió será consolado. Las cosas suceden por algo, para nuestro bien o para nuestro mal, el destino nunca se equivoca.

Todo comenzó cuando solía ser una joven dulce, simpática, cariñosa y sobre todo muy inocente, viviendo una vida feliz pero llena de fantasía. Rodeada de mí gran grupo de amigas que yo muy en el fondo siempre estaba agradecida al cielo por tener tan buena y noble compañía, en mi familia nada me faltaba, era responsable y muy educada con mis superiores, tenía buenas notas, etc. etc. en resumidas cuentas era muy feliz y vivía cada día de mi vida como si fuera el último, esto es genial para una chica de secundaria. Pero también, vivía en la ilusión de algún día como en las películas de princesas, por fin encontrar el verdadero amor y poder enamorarme. Aunque lo imaginaba... esto, en realidad nunca lo venia venir.

Cuando gozaba de mis grandes privilegios, inesperadamente llegó a mi vida aquel chico lindo inteligente que era un fan del rock n roll y vestía como tal, pero lo que más sobre saltaba en el, era su forma de hablar y como desviaba su mirada para observar al cielo, como si de ahí sacase sus inteligentes y encantadores dialectos, lo hacía de una manera tan relajada y muy seguro de sí mismo, con un traicionero brillo entre sus ojos oscuros, su nombre era Jack. El no poseía una figura atractiva pero sus palabras llenaron algo muy dentro de mí, que me cautivó. Para una de mis sorpresas, muy casualmente ese chico es hermano de unas de mis mejoras amigas, Sarah. Ella es una chica súper linda y a la vez súper distraída pero sobre todo, bastante sociable como su hermano. De piel a perlada, pestañas cautivantes y de cabello corto. También olvide decir que ella es bastante risueña y es amante de los animales, como excelente amiga se preocupa por los demás y siempre trata de resolver sus problemas, sin duda alguna... ella se convirtió en mi mejor amiga.

Aú{n recuerdo cuando conocí a su hermano. Un día Sarah y yo decidimos realizar un trabajo en su casa, y terminaríamos hasta tarde. Ya estando en ella, mientras trabajábamos se escucho la puerta principal abrirse, Sarah me dijo en voz baja que ya había llegado su hermano. Se escucharon las pisadas firmes de él al caminar, hasta que entró en la habitación donde estábamos haciendo nuestro trabajo, se le notaba algo cansado. Arrojó una guitarra eléctrica sobre una cama y se fue, sin percatarse de nuestra existencia.

- ¿El es tu hermano? – dije en voz baja.

- Si, si. Se llama Jack, y es un tonto. ¿porque, te gusta? –mientras estaba recortando papel.

- Hm... no, pero... me parece un poco lindo.

- ¡¿hablas enserio annie?! Bueno, pues empieza hablar con él.

Y así fue cuando decidí armarme de valor, y quería hablar con él. No sería ese día, pero si lo sería en otro, solo esperaba el momento adecuado. Y para mi suerte, él estaba en nuestra escuela, solo nos ganaba por un año.

Eran días de festividades de febrero y muy generosamente quise obsequiarle un detalle, me contó Sarah que a su hermano le encantaban los dulces y decidí regalarle un chocolate. Estando en la escuela en clase de historia, Sarah y yo nos levantamos y decidimos ir hasta su salón, no sin antes pedirle permiso al profesor. Pero para disimular mi plan, Sarah dijo que iba a entregarle un dinero a su hermano. Finalmente convencido, nos dejo salir.

Caminamos por los pacillos hasta llegar a los salones de tercer grado y Con un corazón latiente por los nervios lo esperamos a que saliera de su salón. Cuando lo hizo, nos recibió con una cálida sonrisa, eran de esas que te hacen derretir por dentro, el recibió su dinero y decidió volver adentro, pero en ese instante Sarah lo detiene y le dice:

- ¡Espera Jack, Mi amiga tiene algo que darte! anda, no seas tímida, ¡entrégaselo! -toma de mi brazo.

- oh ¿en serio? ¡Que linda! No te hubieras molestado.

- Oh, jeje pues como ya les eh regalado a mis demás compañeros, quise regalarte algo y además me gustaría conocerte un poco mejor. ¡Toma! Es un chocolate, espero y te guste - se lo entrego muy tímida y bastante sonrojada.

- ¡Qué Genial! Muchas gracias. También sería para mí un placer conocerte, bueno... como ya sabrás mi nombre es Jack, puedo preguntar ¿cuál es el tuyo?...

- Bueno... - miro hacia abajo para ocultar mi tono rojizo de mejillas-. me llamo... Annie.

- el placer es todo mío annie! -haciendo una mínima pero encantadora reverencia.

Mientras Sarah hace una expresión de ojos de desagrado hacia su hermano, muy ingenuamente caí en su juego de palabras, como si un mismísimo poeta estuviera presente cuando después el y yo hablábamos sobre la bella música, de instrumentos y del arte, poco a poco hipnotizada al ritmo de su hablar y de su forma de reír, éramos como dos almas conectadas. ¡Vaya! ¡Nunca olvidare ese momento! (¡que estupidez!).

Sonó la campana de salida y el prometió visitarme para salir a dar una vuelta, encantada lo confirme y nos despedimos. Y fue en ese momento, cuando me di cuenta que sentía algo mas por Jack, no sabía cómo expresarlo pero... me había enamorado de él.

El Ángel de mi ventanaWhere stories live. Discover now