cap 16

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POV Shadow.

Desperté de mi sueño con algo de resaca, me dolía todo el cuerpo y un poco la cabeza, una sensación áspera sobre mi espalda me hizo saber que estaba recostado sobre un árbol, mire hacia arriba, encontrándome con las hojas de este y lo reconocí al instante, era el lugar de siempre.

No recordaba que me había pasado para terminar así, intente levantarme pero algo me lo impidió, un peso sobre mi hombro, voltee y allí me encontré algo que de verdad no me esperaba... una hermosa braixen.

Me la quede mirando por un tempo, embobado con su belleza, su hermoso pelaje, su esponjosa cola y un poco más abajo sus delgadas y provocativas piernas, cubiertas por un pelaje negro, guie mi vista por ellas hasta llegar a su igualmente provocativa cadera, seguí subiendo por su espalda, lastimosamente en la posición en la que se encontraba no lograba ver su pecho, llegue a su cara apreciando cada detalle de esta, sus peludas orejas que la hacían ver tan tierna, su nariz terminada en punta, sus delicados labios, a los que me estaba resistiendo a probar, y sus parpados, esos parpados cerrados a causa del sueño en el que se encontraba en ese momento, y que escondían unos ojos que ansiaba ver.

Todo en ella era perfecto.

Me preguntaba cómo había sucedido esto, como estaba ella allí a mi lado, incluso dude por un momento de que esta fuera la realidad y que sea solo mi mente jugándome una muy mala broma mientras dormía. Pero las imágenes empezaron a llegar a mi mente, una después de la otra, ya recordaba lo que había pasado, cuando la encontré, cuando le pedí ayuda a Zack para salvarla, y como lo convencí, cuando luche contra aquel blaziken y como había terminado todo, pero no recordaba la razón por la cual había llegado a donde me encontraba ahora mismo.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro involuntariamente, restándole importancia a la pregunta anterior, la verdad no me importaba en lo absoluto, seguramente había sido Zack quien me trajo, o alguien más, no me importaba nada en ese momento, solo verla a ella, a esa hermosa criatura que se encontraba recostada sobre mí, a esa zorra de fuego que hacía que mi corazón se acelerase y que mi alma se sintiera en paz, y que a mi parecer era lo mejor que nuestro dios Arceus había hecho nunca.

Tenía tantas ganas de abrazarla, de hablar con ella, escuchar su voz, preguntarle tantas cosas, quería saber su nombre, su historia, sus gustos, y sobre todo, deseaba poder mirar sus ojos, esos ojos que desconocía. Pero tampoco quería despertarla, se veía tan tierna durmiendo, y siendo sincero, todavía tenía miedo de que todo esto fuese un sueño.

Me quede así por un momento, un momento en el que todo se detuvo, solo existíamos ella y yo, pero nada dura para siempre. Sentí como se empezó a mover, estaba despertando, comenzó a sujetar más fuerte mi brazo mientras se acurrucaba contra él, tratando de volver a su sueño. Yo gritaba internamente al ver la escena, jamás en mi vida creí poder ver algo tan jodidamente adorable.

Ella siguió moviéndose aun con los ojos cerrados, creo que buscando una forma que le resultara más cómoda, y al no conseguirlo empezó a hacer unas muecas de frustración que me resultaron un tanto graciosas.

No pude evitar soltar una pequeña carcajada al ver esto, con mi mano libre tape rápidamente mi boca en un intento de que ella no escuchara pero ya era tarde, sus orejas se movieron un poco y luego ella por fin abrió sus ojos... Arceus esos ojos, ni siquiera los fuegos artificiales que lanzaban los humanos en los que ellos llaman año nuevo, se comparaban a la belleza de esos orbes color rubí, tan puros, tan perfectos, reflejaban un alma tan inocente que serían capases de conmover a cualquiera.

Ella se encontraba mirándome a los ojos, notablemente confundida, giro su vista hasta mi brazo el cual aún no había soltado y volvió a mirarme, un leve sonrojo se formó en sus mejillas, lo cual solo la hizo ver más linda, y avergonzada se levantó rápidamente.

Eres mía, solo mía. [EDITANDO]Where stories live. Discover now