"El Poder De La Creación. El Poder De La Destrucción. (MLB)" The Hero Back.

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-Narrador Omnisciente-

En un banco, la fuerza policíaca de él teniente Raincomprix lo rodeaba, y en su interior,  un grupo de ladrones amenazaban a los rehenes con armas de fuego, desde una M16 hasta escopetas calibre 12.

Nada grande, sólo un simple robo.

En las entradas había detectores de movimiento, bombas, y una carga de C4 con detonador de tiempo, sólo quedaban 20 minutos.
La situación se complicaba y el líder se rehusaba a soltar a los civiles, las bolsas de dinero y grandes cantidades de oro estaban a reventar, huirían 5 minutos antes de la explosión, todo iba de acuerdo al plan.

Todo gracias a su secuas ChatNoir.

Vincent Lapierre. Un hombre profesional y de los más buscados en Francia, portaba una máscara con distorsionador de voz, la cual le impedía a cualquiera ver sus cabellos rojizos, ojos violeta, y su complexión delgada, su traje; completamente negro, y en sus enguantadas manos, un arma Scorpion. Había hecho un trato con el villano gatuno de París, cuando éste rondaba la noche anterior por los techos. Él les ayudaría a escapar. Pero no buscaba compartir su fortuna, al final, atraparían a su vía de escape, y lo entregaría a la policía por medio de cualquier civil, ¿cuánto le llegarán a dar por atrapar a él gran ChatNoir?

Ya lo sabría.

Unos toques en la ventana que colaba luz en el techo llamó su atención. Todos voltearon hacia arriba, y los civiles sabían que era su fin, al ver a él felino, Vincent sonrió, cínico.

Cayó en la trampa.

— ¡Baja, amigo! ¡Estamos listos! —Permitió fingiendo compañerismo.

— ¡Miren lo que trajo él gato! —Exclamó bajando de un salto. En su hombro, yace una inconsciente y amarrada Ladybug. Todos estaban sorprendidos.

— La has derrotado. —Susurro él ojos violeta. Esto era grandioso, le darían el mundo por la heroína.

— ¡Si, ya es hora de irnos! —Anunció. Volteó a los civiles.— Traje a éste bicho como muestra de que están perdidos. Bye, bye.

Comenzaron a gritar, ¡sin salvación! ¡¿Qué harían?! Entre ellos, Alix temblaba sin saber qué hacer. Su padre le mandó a sacar algunos fondos para el cumpleaños de su hermano, siendo sorprendida por los asaltantes. Veía al felino con temor, y él sintió su mirada, viéndola por el rabillo de el ojo, sonrió de lado y le guiño ¿Qué habrá sido eso?

— ¡Atrapala! —Gritó ChatNoir. Lanzando el cuerpo de la fémina a un ladrón.

Éste la atrapó, soltando su arma. Ella abrió los ojos, y le sonrió. Se asustó.

— Gracias por no dejarme caer. —Mencionó.

Con una fuerza increíble, rompió las cuerdas alrededor de su cuerpo, acto seguido enrollar sus piernas en el cuello de él, dar una vuelta en el aire, obligándolo a darse un azote en el suelo, quedando inconsciente.

— Ha llegado la mariquita. —Rió divertida.

— ¡Disparen! —Ordenó Vincent. Los disparos comenzaron. Buscó con los ojos a él felino. No estaba.— ¡¿DÓNDE ESTÁS, IDIOTA?!

(...)

El auto de Rogers fue un poco empujado hacia abajo, todos voltearon, ChatNoir saludaba sonriente. Rápidamente, fue apuntado por todo el equipo.

— ¡ChatNoir, baja de el vehículo con las manos en la nuca! —Ordenó él Teniente con algo de miedo. Esperando que les atacasen.

— Wow, tranquilos tigres, ya bajo —Aseguró. Nadie se creía lo que veía.—. Teniente Rogers, necesito hablar con usted.

— ¿Qué su-cede? —Cuestionó, impactado.


— Primero. Lamento los incidentes anteriores, ya estoy rehabilitado —Rió. Para ponerse serio.—. Segundo. Necesito de su ayuda. Ladybug se encuentra adentro ahora mismo. Por favor.

La expresión de Rogers era todo un poema. No tenía respuesta, la persona que aterrorizaba París, ¿les ayudaría?
Se iba a negar, sin embargo, un grito seguido de disparos dentro alarmaron sus sentidos. El deber lo llamaba, y si aquél rubio era su única salida, lo haría. Él felino chasqueo los dientes.

— ¡A tus órdenes, ChatNoir! —Exclamó. Bajando su arma y levantando su mano a la altura de su frente.

Sonrió más tranquilo. Unos por uno, las armas fueron bajadas, y le saludaban con respeto.

— Éste es el plan.

(...)

Ya tres personas en el suelo, faltaban 4. Ladybug esquivaba con agilidad las balas, buscando el alejarse de los rehenes para que estos no fueran alcanzados. Sin darse cuenta, posaron un cañón tras su cabeza, Vincent le apuntaba, fúrico.

— ¡Ya basta, has sido un gran retroceso! —Quitó el seguro.— ¡Adiós, Ladybug!

Así de la nada, una sombra despojó de sus armas a los asaltantes, siendo atacados y atrapados rápidamente por la de Spandix rojo, excepto el líder. La Policía entró al ataque, rodeándolo.

— Vincent Lapierre. En nombre de el poder que se me confió, estás arrestado por el robo de bancos y museos en toda Francia. —Hizo saber el teniente Rogers. Llevando sus manos tras su espalda y esposandolas.

Los civiles gritaban de emoción al presenciar frente a ellos un beso fugaz que ChatNoir no pudo contener, ya no era el típico choque de puños.

No más.

Maldijo por lo bajo al héroe, al final, fue él mismo quien cayó en su trampa. Lo adentraron al auto, donde lo llevarían a su nuevo "hogar" por varios años.

Las bombas fueron desactivadas y retiradas, los asaltantes atrapados, París salvado, y los héroes alabados.
Alix fue recibida por los brazos de su familia preocupada. Chamack se acercó a ella, queriendo entrevistarla.

— ¿Qué pensaste al ver a ChatNoir peleando por protegerles? —Cuestionó posando el micrófono frente sus labios.

— Pensé: El héroe a vuelto. —Rió.

Separaron sus labios, tomando una pequeña bocanada de aire. Sin perder tiempo, los periodistas corrían a su lugar, invadiéndoles de preguntas.
Ladybug volteó a ver a su compañero, el cual coqueteaba frente a la cámara lo perfecto que era. Debía admitirlo.

Lo extraño más que nada.

El Poder De La Creación. El Poder De La Destrucción. (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora