Capítulo X

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—¿Te pondrías del lado de la orden?, ¿lucharías contra Voldemort?

—No te puedo responder, Granger.

—¿Cómo qué no? —le preguntó Hermione indignada— ¿me estás diciendo que estamos protegiéndote para que acabes traicionándonos?

—Te estoy diciendo que no te puedo responder ahora, joder.

—¿Por qué?

—¿Necesitas respuesta para todo?

—Sí.

—Mi madre —dijo Draco secamente— de ella depende todo.

Hermione recordó lo que le había dicho Kingsley y se le formó un nudo en la garganta. No se lo diría. No lo haría. Si lo hacía en esos momentos, Draco se iría y jamás le volvería a ver.

Jamás hubiese pensado en estar en esa tesitura. Jamás había pensado que se preocuparía por Draco Malfoy.
En Hogwarts probablemente le hubiese empujado a los brazos del primer dementor que se pasara a por él.

Hermione no podía parar de mirarle. Le parecía tan extraño estar con él bajo el mismo techo que en el mes que llevaban juntos nunca se había planteado realmente lo que estaba pasando. No podía parar de mirar sus ojos grises y lo mucho que brillaban cuando hablaba de ciertos temas. Cómo se pasaba la mano por el tabique de su nariz cada vez que pensaba en como contestar. Sus facciones habían cambiado notablemente, tanto como su porte y su voz.

Tras cinco minutos mirándole, volvió a la realidad y se encontró con Draco arqueando una ceja mientras la miraba extrañado. Hermione se empezó a reír.



—Eres muy rara, Granger.

—Y que me lo digas tú...—replicó Hermione sin parar de reír.

De repente, un fuerte estruendo proveniente de la segunda planta acalló las risas de Hermione.

Draco la mandó guardar silencio llevándose el dedo índice a sus labios. Ésta le hizo caso y no dudó en ponerse en el sofá donde Draco seguía sentado.

—¿Alguien te ha avisado de que iba a venir? —preguntó Draco. Hermione negó con la cabeza— dame tu varita.

—Ni hablar —dijo Hermione sujetando su varita con fuerza.

—No es el momento Granger, no sabemos a qué nos enfrentamos —le dijo forcejeando con Hermione. Finalmente ésta se negó a seguir forcejeando con Draco y le dio su varita.

Draco le hizo un gesto para que se levantase poco a poco y le siguiera. Mientras Draco subía con la varita en posición de duelo, Hermione seguía sujetándose a la camisa de Draco. Éste se giró ligeramente y miró la mano de la castaña.

—Granger, sé de tu afán por verme desnudo pero ahora no, me estás ahogando —dijo sin parar de mirar como Hermione se agarraba a él.

—¿Eh? —dijo Hermione siguiendo con la vista hacia lo que Draco miraba. Cuando se dio cuenta soltó rápidamente la camisa del slytherin y se sonrojó—Ah, oh... lo siento.

A medida que Hermione iba subiendo las escaleras, sentía que el corazón le iba a salir por la boca. Repentinamente, algo volvió a sonar. Hermione volvió a estirar la mano, por puro acto reflejo y se encontró agarrando con fuerza la mano del chico. Draco no la soltó e incluso la agarró con más fuerza para arrastrarla con más facilidad y que fuesen a la par.

Al girar la cabeza para tener una visión completa del pasillo, Hermione se vio abrazada por Ron antes de que pudiese verle. Harry al ver a Draco en posición de lucha con la varita alzada, le redujo y le apuntó con la varita.

Blood, tears and gold.Where stories live. Discover now