22. Maratón (1/2)

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<<Ryan>>
aleoro por motivarme a escribir.

El día que estaba teniendo no se adaptaba en nada a mi rutina de trabajo, escuela, casa.
Desde esta mañana toda la rutina había cambiado, y estoy seguro que no era el único que lo sentía. No entiendo como en menos de un mes Anto había desequilibrado toda la parte lógica de mi cabeza. Estaba afectado completamente. Esta mañana cuando le pregunte si quería que regresáramos juntos al colegio y me dijo que no, no sabía que acción tomar, solo me quede en silencio por un momento. Mientras analizaba las ideas, ¿Qué éramos Anto y yo? Y porque me cuesta tanto asimilar su respuesta.

Luego de mi mañana en la compañía, me cambie para dirigirme al colegio. Al llegar a los tan conocidos pasillos no pude evitar mirar, quería ver a Anto, en sí creo que era lo que había deseado desde esta mañana.

La busque por la biblioteca, las aulas donde siempre la veía, o mejor dicho donde desde hace unas semanas había comenzado a verla. Anto era especial en todas las formas, se valía por ella misma para lograr sus objetivos y sin embargo aunque tuviera amigas su propósito era ser invisible. Quizás esa era una de las razones por las que no quiso regresar conmigo; termine mi búsqueda de forma insatisfactoria y me fui hacia el banco donde Spike me estaba esperando, una sonrisa pícara apareció en su cara cuando me vio. Y solo una cosa paso por mi mente. “Hoy sería un día de muchos problemas”

─Apareciste. Me dijo Spike. Mientras se levantaba para estirar sus piernas.

─Nop. (Dije remarcando la p) estoy en casa y el que te vino a visitar es mi espíritu. Dije de forma sarcástica.

─diablos no! Dijo Spike con una sonrisa. Mientras yo blanqueaba mis ojos.

─Entonces. Uh que tienes en mente.

─Muchas cosas. Dijo este con una sonrisa ladeada. ─Pero por ahora iremos a buscar una entrevista para el periódico de la escuela.

─Y desde cuando te volviste periodista. Quise saber.

─Desde que las chicas más sexis de la escuela, incluyendo la tuya por cierto obtienen toda la diversión.

─Anto y yo no somos nada.

─Si, como digas. Dijo este blanqueando sus ojos.

─Además que te hace pensar que ella estará involucrada.

─Por favor, Ryan te hacia más listo. Como crees que surgen las mejores historias de esta escuela, por chisme no lo creo. Además una fuente muy confiable me aseguro que tu pequeña saltamontes es de las principales involucradas.

─ ¿Pequeña Saltamontes? Wow que inspirador eres. Dije sarcásticamente.

─¿Que..? Es un buen nombre, sabes que conmigo es lo mejor.

─Okey. Entonces hacia dónde vamos.

─Uh cierto ya van a empezar. Corre… y sin darme tiempo de procesar sus palabras, Spike salió corriendo rumbo al estacionamiento por lo que corrí para alcanzarlo.

Pasamos el estacionamiento, directo hacia la parte de atrás, subimos un poco la colina que nos llevaba a los arboles de sombra que se encontraban en la parte de atrás. Y fue allí donde la vi, debajo de las extensas ramas. Sentada con las piernas estiradas y una sonrisa dibujada en su cara, estaba ella. La chica cuyos ojos marrones atormentaban mis pensamientos desde que los vi por última vez esta mañana, la chica a quien había abrazado y compartido más de mí, que con personas que conozco desde hace tantos años. Esa chica que era invisible para los ojos de muchos, pero que para mí, era el único foco de mi visión.

La Musica Que Guarda Mi Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora