CAPITULO 28 -parte 1-

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Aun teniendo ante sus ojos las fotos de los celulares, Allyson Hernández se resistía a creer lo que le contaron las chicas cuando, por insistencia de Camila, las recibió en casa de su padre.

-Trapecios, cuerdas, pintura... eso no necesariamente es una explicación. Los vecinos dijeron haber visto una especie de murciélago. Y la sombra que yo vi... que anda en mi casa...

-Debe haber un disfraz en alguna parte- la interrumpió Lauren.

Se hallaban sentadas en el estudio, en torno a la mesita donde estaba el material que habían llevado.

-¿Por qué no quiere creernos? Le hemos traído pruebas de todo -apoyo Camila-. ¿Que falta, además del disfraz?

-Usted es hermana de Thomas: media hermana- espeto Lauren, sin dar oportunidad a que Ally contestara la pregunta.

-Tampoco eso es claro. La dedicatoria se refiere a cosas que solo mi papa y esa mujer sabían.

-Pero lo del fruto...

-Es lenguaje poético. Puede interpretarse de diferentes maneras.

Lauren se puso de pie, impaciente.

-Todos sabemos que hay algo escondido aquí, algo que a Nicolás le importaba o le importa tener: una prueba.

Allyson la vio con desagrado.

-¿No será el testamento?- pregunto Camila.

-No. El testamento lo tiene el notario.

-¿Por qué no nos deja buscar bien aquí y abrir o romper lo que sea necesario?- insistió Lauren.

Ally dejo escapar un suspiro:

-¡No van a destruir las cosas de mi padre! Y menos con el pretexto de una historia fantástica.

Camila se sentía apunto de llorar de rabia y frustración.

-Entonces... ¿nada de lo que hemos hecho sirvió para nada?

-¿Que esperaban? ¿Dinero?

-No. Solo... ayudar.

-¿Ayudar a que, a quien? Dejen de meterse en esto. Nadie les ha pedido que lo hagan.

-¿No le da miedo que la sigan asustando?

Allyson se puso de pie y les dio la espalda. Fue a la ventana, la abrió y se puso a respirar con fuerza, como si le faltara el aire.

-¿Por qué no quiere verlo?- intervino Lauren-. Tan sencillo que es: su padre tuvo una amante que se llamaba Alisson. Por eso le puso a usted así. Por ella -hizo una pausa, a ver si sus palabras provocaban alguna reacción, y continúo-. Nicolás es su medio hermano y quiere quedarse con la herencia. Con todo. Ya logro deshacerse de su padre y de su hermano y ahora...

Allyson no la dejo terminar: se volvió a ellas con la cara roja de ira y llanto.

-¿Como se atreven a inventar una cosa así, tan horrenda? Mi padre siempre fue un hombre de familia: fiel, amoroso... el jamás... ¿así le pagan la amistad que les brindo, el afecto inmerecido e incomprensible para mi que les tuvo? ¿Calumniándolo?

-Nosotras...- iba a contestar Camila, pero Allyson no la dejo.

-Váyanse, por favor. Ya no quiero escucharlas. Ni verlas- volvió a darles la espalda. Solo la luz del patio, que entraba por la ventana, vería sus lágrimas.

***

-Se acabó -dijo Lauren, casi contenta, una vez que estuvieron en la calle, lejos del aire opresivo de esa casa.

Camila no respondió. Iba muy triste, cabizbaja.

-¿Que te pasa?

-¿Por qué no quiere creernos?

Lauren hizo un gesto de desprecio.

-No quiere creer que su amado papa haya tenido una doble vida.

-¿Y si de verdad nos equivocamos? ¿Y si de verdad no significa nada lo que vimos allá?

-Puede ser. Y eso nos enseñara a no querer ayudar a quien no nos lo ha pedido, como dijo esa enana.

-Voy a ir a ver a Debby -anuncio Camila-. Le diré que ya sabemos todo. Le exigiré una explicación.

-¿No te da miedo que te agarre a bastonazos? Digo, ahora ya sabemos que puede hacerlo sin caerse.

-La voy a amenazar si es necesario.

-Bueno, vamos a cambiar de tema, ¿si? -concluyo Lauren-. Este asunto ya me saco barros en las neuronas. Vamos a comer, yo invito -y en lugar de dar vuelta en la esquina, como casi siempre, se paro ante el semáforo para cruzar la avenida.

-¿Tienes dinero?

-Hoy me pago la del perro.

-Todo el tiempo estas cobrando algo. ¿Que le haces a tanto dinero que te pagan?

-¿Quien me paga "tanto dinero", si se puede saber?

-Pues todo el mundo. Mahone, las viejitas, la vecina del perro... todos esos enjuagues ilegales que tienes.

Lauren se rio. Estaba tan de buen humor, como siempre que alguien fracasaba en ponerla de malas.

-Estoy ahorrando para la escuela especial. Pero ahora tengo ganas de gastar.

-¿Que quieres comprar?

-Esos zapatos que vimos el otro día en los portales.

-¿Los rojos de tacón transparente? ¿En serio? Están... horribles.

-A mi me gustaron.

-Además no tienes ropa para ponértelos.

-¿Y que? Nada mas Pérez me los va a ver y ella no es criticona como tu.

Camila se quedo pensando. Se le ocurrió una idea:

-Oye, Lern, ¿y si te acompañamos Sinuhe y yo a hacer tus compras? Ella sabe mucho de ropa, de que combina con que y esas cosas, y además es buena para hacer rendir el dinero. Y yo podría dar ideas, ¿que te parece?

Lauren se detuvo en seco.

-¿Me van a ayudar a disfrazarme de señorita nice?

-¡Claro! -Camila sonrió, todavía con un dejo de tristeza por el fracaso con Allyson-. A mi me encantan las tiendas.

-Ya sé que te encantan las tiendas, princesa.

-¿Aceptas entonces?

-Lo voy a pensar en lo que comemos.    

SÍNDROME DE MEURSAULT (camren)Where stories live. Discover now